Somos lo que
pensamos, todo lo que somos surge de nuestros pensamientos, con
nuestros pensamientos hacemos el mundo. |
Habla y actúa con una mente
pura y la felicidad te seguirá, imperturbable como tu
sombra. |
En este mundo todavía el
odio nunca ha eliminado al odio. Sólo el amor elimina al odio. Esta
es la antigua e sempiterna ley. |
Tú también vas a
perecer; sabiendo esto, ¿cómo puedes pelearte?. |
Estar despierto y atento
es el sendero a la vida. |
El tonto duerme como si ya
estuviera muerto. Pero el maestro está despierto y atento y vive
eternamente. |
Observando y trabajando el
maestro se construye una isla que nada puede inundar. |
Con la contemplación el
maestro sacia sus pensamientos, acaba con su vagar. Sentado en la
cueva de su espíritu encuentra la libertad. |
Tu peor enemigo no puede
dañarte tanto como tus propios pensamientos sin control. Y una vez
dominados nadie puede ayudarte tanto, ni siquiera tu padre o tu
madre. |
Mira tus propios
defectos. Lo que has hecho o has dejado de hacer. Pasa por alto los
defectos de los demás. |
El perfume del sándalo, de
la adelfa o del jazmín no puede viajar contra el viento. Sin embargo
la fragancia de la virtud viaja incluso contra el viento. Las
fragancias del sándalo y de la adelfa no llegan lejos. Sin embargo
la fragancia de la virtud se eleva a los cielos. |
Un tonto puede ayunar durante
meses comiendo la punta de una brizna de hierba. Pero aún así no
vale un céntimo junto al maestro cuya alimento es el
sendero. |
El granjero encauza el agua a
su tierra, el arquero talla sus flechas y el carpintero tornea su
madera. Asimismo, el sabio guía su espíritu. |
Mejor que mil palabras
vacías es una palabra que trae paz. |
Es mejor conquistarte a ti
mismo que vencer mil batallas. |
La felicidad llega con el
dominio de la mente; sin dominar la mente, no hay forma de ser
feliz. |
Un tonto es feliz hasta
que su maldad se vuelve en su contra, y un buen hombre puede
sufrir hasta que su bondad florece. |
Mírate en los
demás. Entonces, ¿a quién puedes dañar? ¿qué puede
dañarte?. |
Tú eres tu mismo
maestro, ¿quién si no?. Subyúgate a ti mismo y descubre a tu
maestro. |
Buscador, abandona el
deseo, sacúdete las cadenas. |
La lluvia podría convertirse
en oro y tu sed todavía no se apagaría. El deseo es insaciable o
termina en lágrimas - incluso en el cielo. |
Los objetos del deseo son
como agua salada, cuanto más gozas de ellos, más sed tienes.
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Hay placer y hay
gozo. Abandona lo primero para poseer lo segundo. |
El vencedor siembra
odio porque el perdedor sufre. Suelta el vencer y perder y
encuentra la alegría. |
Esto no es nuevo, es un
dicho antiguo. "Te acusan por guardar silencio, te acusan cuando
hablas demasiado, y cuando hablas poco". Por cualquier cosa te
acusan. |
Elimina tus impurezas poco
a poco, como un platero tamiza el polvo de la plata. Si no, como el
hierro corroído por orín, tu propia maldad te consumirá. |
No consideres los defectos de
los demás, ni lo que los demás han hecho o han dejado de
hacer. Considera tus propios actos, hechos y omitidos. |
Si no puedes dominarte, el
daño que haces se vuelve contra ti. Penosamente. |
No hay fuego como la
pasión, no hay cadenas como el odio. La ilusión es una red, el
deseo un torrente impetuoso. |
El camino no está en el
cielo, el camino está en el corazón. |
Todas las cosas surgen y
perecen, pero el despierto, despierta para siempre. |
Si eres feliz a costa de
la felicidad de otro hombre, estas siempre atado. |
Es mejor no hacer nada que
hacer lo que está mal, pues lo que hagas te lo haces a ti
mismo. |
Como una ciudad fronteriza
bien vigilada protégete por dentro y por fuera, no dejes que pase un
solo momento o caerás en la oscuridad. |
Es bello tener amigos ante la
necesidad, y compartir felicidad. Y haber hecho algo bueno antes
de dejar esta vida, es bello. Y dejar el pesar. |
Mira como el jazmín suelta y deja
caer sus flores marchitas. Deja caer la obstinación y el odio. |
De día el sol brilla, y
brilla el guerrero en su armadura. De noche la luna brilla, y brilla
el maestro en meditación. Pero día y noche el hombre
despierto brilla en el resplandor del espíritu.
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Un maestro abandona la maldad, es
sereno, deja todo atrás. No se siente ofendido y no
ofende.
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Nunca devuelve mal por
mal. |
Un maestro, nunca es
orgulloso, no desprecia a los demás; poseyendo nada no le falta
nada. |
Lo que viene a mí es lo
que a mí vuelve de lo que de mí sale. |
El futuro no viene por
delante a tu encuentro; viene desde atrás, fluyendo sobre tu
cabeza. |
El hombre se envuelve en su
propia sombra y se pregunta por qué anda a oscuras. |
Si algún hombre es
desdichado hazle saber que la única razón de su desdicha es él
mismo. |
Enfocando tus pensamientos puedes
volar, enfocando tus deseos te caes. |
La vida es un puente, crúzalo, mas no
construyas en él ninguna casa. |
El corazón del hombre
perfecto es un espejo: lo refleja todo. Pero no guarda nada sólo
para sí. |
Ni por los aires. ni en
medio del océano, ni escondiéndote en lo profundo de la monta¬ña; no
encontrarás en el mundo lugar al que no lleguen las consecuencias de
los actos nocivos que has cometido. |
Los seres son dueños de sus
actos, herederos de sus actos, hijos de sus actos, todo acto que
cometen, sea bueno o sea malo, de ese acto heredan. |
La generosidad es una joya
que colma los deseos, con ella puedes satisfacer las esperanzas de
todos los seres. |
Si sólo buscas tu propia
felicidad, acabas siendo infeliz. Si buscas la felicidad de los
demás, acabas encontrando la tuya propia. |
No desprecies ni una sola
acción virtuosa porque grano a grano se llena el saco. |
Esta mente es voluble,
inestable, difícil de dominar, difícil de controlar. El sabio la
endereza como el arquero su flecha. |
Es bueno controlar la
mente. La mente controlada proporciona felicidad. |
Si encuentras un hombre
sabio que como un descubridor de tierras, te señala tus
defectos, asóciate a él. |
No te relaciones con amigos
mezquinos, no mantengas la compañía de hombres innobles. Asóciate
con amigos nobles, conserva la compañía de los mejores entre los
hombres. |
Aquel que bebe en la fuente
de la Verdad vive felizmente con una mente serena. El hombre sabio
siempre goza en la doctrina proclamada por los nobles santos. |
Nosotros y los demás somos
iguales en desear felicidad. Si esto es así, ¿por qué buscas sólo
tu propia felicidad?. |
Todos los
conflictos vienen del egoísmo, mientras que toda la
felicidad viene de estimar a los demás. |
La práctica espiritual no
significa mortificar el cuerpo, pues con eso, no has dejado de dañar
a los demás, ni les beneficias. |
Ni ofrecer tres veces al
día trescientas cazuelas de comida puede igualarse a una porción del
valor de un instante de amor. |
Despierta, sonríe. Comprométete a vivir
plenamente cada momento, y a mirar a todos los demás con ojos
compasivos. |
Desarrolla la
compasión, corresponde a la bondad de los demás recordando el
beneficio que recibes de ellos. |
Despierta, reflexiona,
observa. Trabaja con atención y cuidado. Vive en el sendero y la
luz crecerá en ti. |