ANCLANDO LA ENERGÍA DE LA NUEVA
TIERRA
Canalizado
por Bradley Smith – Mayo 1, 2005
BREATHENAMASTE@AOL.COM
Traducción:
Anita Manasse
estrellam@sion.com
Nosotros somos conductores de Luz, canales
materiales y biológicos que utiliza el Universo para ‘reducir’ el poder de la
energía Divina, tal como lo hacen los transformadores, para ser usadas en forma
segura para la transformación de la Forma de Pensar de la vieja
Tierra.
Cada paso que damos
deja una ‘pisada’ energética detrás de ella para ser utilizada por Gaia y los
Poderes Que Son para la sanación y ascensión planetaria. Cuánto más abiertos y
amorosos y no juiciosos seamos, tanto mayor cantidad de energía puede fluir a
través nuestro, asistiéndonos en nuestra transformación personal como así
también para la planetaria.
La meditación es una de las
formas poderosas para anclar esta Luz, a medida que imaginamos que la Luz fluye
a través nuestro hacia el interior de la Tierra. También anclamos la Luz
‘horizontalmente’ a través de la Rejilla de la Conciencia Crística, la Rejilla
de la Aceptación de Yeshua, la Rejilla de la Mente Universal de Metatron, la Red
de los Niños Cristal, y a través de la red de las ballenas y de los delfines.
Estas rejillas y redes se hallan
conectadas todas a través de los chakras del corazón/garganta/tercer
ojo/coronario y del chakra de la estrella del alma (ustedes los pueden imaginar
como uno solo).
Otras formas de “ser la Luz” y
de ayudar a manifestar la Forma de Pensamiento de la Nueva Tierra es la de
enfatizar lo que ustedes pueden estar haciendo últimamente, y es lo de invitar
la entrada de los otros reinos a este. Siendo el Libre Albedrío absoluto, estos
reinos no se introducirán a nuestro mundo salvo que sean invitados. Invítenlos a
que asistan directamente, para que agreguen su Luz a este reino
material.
Formas simples de hacer
esto es de hablarles, de iniciar una conversación diaria con ellos (quizás no
cuando se esté caminando por una calle concurrida). Inviten a nuestros “corredores y
ayudantes” a ayudarnos en los aspectos más mundanos de nuestra vida, tales como
lo de encontrar objetos perdidos o para recordar información o facilitando
nuestro viaje a través del tráfico o para encontrar lugar de estacionamiento.
Estos miembros más ‘jóvenes’ de
los reinos angélicos están ansiosos de ayudarnos; es la forma en la que ellos
aprenden y crecen como seres espirituales. No hay trabajo que sea demasiado
chico para ellos. Debido a que todo lo que nos rodea es conciente en un grado u
otro y está supervisado por sus propios guías espirituales, pídanle a los
espíritus de la casa mientras ustedes no estén (nosotros tenemos que pedirlo, no
debemos asumirlo). Agradezcan a la silla y a la mesa por el servicio que nos
brindan (pueden hacer esto silenciosamente). Pídanle a la almohada y a la sábana
y al colchón para que les ayuden a dormir. Los objetos que nos rodean ‘saben’ lo
que ellos son. Por raro que pueda sonar, una almohada desea ser la mejor
almohada posible, pero necesita nuestra ayuda al pedirle su
ayuda.
Comiencen una relación
con su coche o lancha y computadora, no es que solamente sean máquinas
complejas, ellas son una conciencia en evolución. Nuestro pedido – el hecho de
prestarles atención – los infunde con Luz, Luz que luego es agregada al mundo
material, de forma que lo “ilumina”.
De hecho, por medio de
nuestro intento de conectarnos con los objetos materiales que nos rodean,
estamos agregándoles fuerza vital de energía. En forma bastante literal, estamos
dándoles vida.
Por supuesto, lo mismo
corresponde aún más para los reinos elementales más conscientes (gnomos, hadas,
elfos, sílfides, ondinas, salamandras), los reinos vegetales, animales y de
insectos. Y el reino dévico, de los espíritus de la naturaleza. Hablen con las
plantas, los insectos, la lluvia y las nubes, las montañas y los ríos y los
océanos. Todos ellos están ansiosos de ser reconocidos, honrados – e
involucrados. Y no se preocupen por no poder hablar el idioma de los insectos,
su intento será plenamente traducido por los guardianes de estos
reinos.
En cuanto a los reinos
de los ángeles y arcángeles: Si, ellos están todos alrededor de nosotros y
supervisando nuestro progreso, pero solo hasta el punto en el que se les permite
sin interferir con nuestro libre albedrío. Así que ellos también tienen que ser
invitados a entrar a nuestras vidas en una relación más cercana. Háganse amigos
con ellos, si ellos no ofrecen un nombre, denles uno; ellos estarán honrados por
su elección (ellos no tienen ego). Y a ellos especialmente les encanta si los
invitamos a compartir nuestros tiempos de diversión. Nosotros empleamos tanta
energía pidiéndoles ayuda, generalmente cuando nos encontramos en una crisis,
pero rara vez los invitamos a que se nos unan en una fiesta de cumpleaños o en
un viaje de campamento. Al hacerlo así, ellos se nos pueden acercar más, y su
Luz se puede infundir más profundamente en el mundo
material.
En cuanto a su cuerpo,
el mismo también es consciente. Nuestro hígado sabe lo que es y conoce su
propósito y lo hace magníficamente, a pesar de nuestras frecuentes comidas que
son todo menos sanas y de nuestros estilos de vida. Pero nuevamente, nuestro
hígado, nuestro bazo y nuestros riñones pueden funcionar solamente hasta un
cierto punto sin interferir en nuestro libre albedrío. Pídanle su ayuda. Pídanle
su orientación. Preséntense como un
terrateniente que estuvo ausente y que ahora está pidiendo trabajar junto con
ellos para el beneficio de todo el cuerpo.
Nuestro cuerpo y sus
órganos y sistemas biológicos duplican el sistema solar y el cosmos que nos
rodea. Nosotros somos un cuerpo pequeño dentro de uno mayor, dentro de Uno Aún
Más Grande. Nuestros órganos y sistemas también están evolucionando a su propia
manera, separada de nuestra relación física. Nuestros órganos y sistemas tienen
sus propios ángeles y guías supervisándolos en su crecimiento espiritual.
Nosotros tenemos un universo viviente dentro de nosotros, ansiando ser
respetados como socios en la co-creación. Todo lo que tenemos que hacer es
pedir. Y escuchar.
Y así
es!