
Trabajadores de la Luz
II | |
La historia galáctica de los Trabajadores de
la Luz
El
nacimiento del alma
Las almas
de los trabajadores de la luz nacieron mucho antes de que surgieran la tierra y
la humanidad.
Las almas
nacen por oleadas. En cierto sentido las almas son eternas, sin comienzo y sin
fin. Pero en otro sentido, ellas
nacen en un cierto punto. Es en este punto cuando sus conciencias alcanzan un sentido de
individualidad propia. Antes de este punto, ellas ya están ahí, como
una posibilidad.
Aún no hay conciencia de yo y otro.
La
conciencia de ‘yo’ aparece cuando de algún modo se traza una línea de
demarcación entre grupos de energías. Tenemos que volver a las metáforas para
poder explicar esto.
Piensen por
un momento en el océano e imaginen que éste es un enorme campo de energías
fluyendo: corrientes que se mezclan y se separan constantemente. Imaginen que
una conciencia difusa se extiende por todo el océano. Llámenlo el océano
espiritual si lo prefieren. Luego de un tiempo, en ciertos lugares del océano
emergen concentraciones de conciencia. La conciencia aquí está más focalizada: menos difusa que en su
entorno directo. En todo el océano, hay
una diferenciación progresiva, la cual lleva al desarrollo de formas
transparentes dentro del océano. Éstas formas, las cuales son puntos focalizados
de conciencia, se mueven independientemente del entorno. Ellas se experimentan a
sí mismas como formas diferentes al océano (espíritu). Lo que ocurre luego aquí
es el nacimiento de un sentido rudimentario de sí mismo o de propia
conciencia.
¿Por qué
los puntos folcalizados de conciencia emergen en
algunas partes del océano más que en otras? Esto es muy difícil de explicar.
¿Pueden sentir, de todos modos, que hay algo muy natural en este procedimiento?
Cuando ustedes arrojan semillas sobre una cama de tierra, ustedes notarán que
las pequeñas plantas que brotan, crecerán cada una a su propio ritmo. Una no
crecerá tan grande o tan fácilmente como otra. Algunas no crecerán para nada.
Hay diferenciación a través del campo. ¿Por qué? La energía del océano (el
océano espiritual) intuitivamente busca la mejor expresión posible para todas
sus múltiples corrientes o capas de conciencia.
Durante la
formación de puntos individuales de conciencia dentro del océano, hay un poder
que trabaja sobre el océano desde afuera, o eso es lo que parece. Este es el
poder de la divina inspiración, el cual puede ser concebido como el aspecto
masculino de Aquel que los ha creado a ustedes. Mientras que el océano
representa el lado femenino, receptivo, el aspecto masculino puede ser
visualizado como rayos de luz, volcándose dentro del océano, lo cual incrementa
el proceso de diferenciación y de separación en masas individuales de
conciencia. Ellos son como los rayos de sol que entibian la cama de
tierra.
El océano y
los rayos de luz juntos forman una entidad o ser que puede ser nombrado como
arcángel. Es una energía arquetípica
con ambos aspectos masculino y femenino y es una energía angélica que
se manifiesta o expresa a sí misma en ustedes. Volveremos con la noción de
arcángel más adelante.
Luego de
que el alma nace, como una unidad individual de conciencia, ella lentamente
abandona el estado de unidad oceánica que ha sido su hogar por mucho tiempo.
Ella es cada vez más consciente de estar separada y en lo
suyo.
Con esta
conciencia, aparece por primera vez en su ser una sensación de pérdida o falta.
Cuando ella se lanza en su camino de exploración como una entidad individual,
acarreará consigo un cierto anhelo por la totalidad, un deseo de pertenecer a
algo más grande que ella misma. Bien en lo profundo, ella mantendrá la memoria
de un estado de conciencia en el cual todo es uno, en el cual no existe ‘yo’ y
‘otro’. Esto es lo que ella considera que es el ‘hogar’: un estado de estática
unidad, un lugar de completa seguridad y fluidez.
Con esta
memoria ‘atrás en la mente’, ella comienza su viaje a través de la realidad, a
través de incontables campos de experiencia y exploración interna. La nueva alma
es impulsada por la curiosidad y tiene una gran necesidad de experiencia.
Este fue el elemento que estaba ausente en el estado oceánico de unidad. Ahora
el alma es capaz de explorar libremente todo lo que
desee.
Ella es
libre de buscar la totalidad de todas las maneras
posibles.
Dentro del
universo hay incontables planos de realidad para explorar. La tierra es
simplemente uno de ellos, y uno que surgió relativamente tarde, hablando en una
escala cósmica. Los planos de la
realidad, o dimensiones, siempre se originan por necesidades interiores o
deseos. Como todas las creaciones,
son las manifestaciones de visiones internas y consideraciones. La tierra
fue creada desde un deseo interno de colocar juntos elementos de diferentes
realidades que chocaron unos con otros. Se quiso que la tierra fuese un crisol
de fusión para un gran conjunto de influencias. Explicaremos esto más abajo.
Ahora es suficiente con decir que la tierra llegó relativamente tarde en la
etapa cósmica y que muchas almas han vivido muchas vidas de exploración y desarrollo en otros planos de realidad
(planetas, dimensiones, sistemas estelares, etc.), incluso antes de que la
tierra naciera.
Los
trabajadores de la luz son almas que han vivido muchas, muchas vidas en estos
otros planetas, antes de que encarnaran alguna vez en la tierra. Esto es lo que
los distingue a ellos de las ‘almas terrestres’, como podríamos llamarlas por motivo de
conveniencia. Las almas terrestres son almas que encarnaron en cuerpos físicos
en la tierra relativamente temprano en su desarrollo como unidades
individualizadas de conciencia. Se podría llegar a decir que ellas comenzaron su
ciclo de vidas terrestres cuando sus almas estaban en sus etapas infantiles. Por
aquél tiempo, los trabajadores de la luz eran almas ‘crecidas’. Ellas ya habían
pasado por muchas experiencias, y el tipo de relación que comparten con las
almas terrestres puede ser relacionada con aquella de padres y
niños.
El
desarrollo de vida y conciencia en la tierra
En la
tierra, la evolución de las formas de vida estuvo estrechamente entrelazada con
el desarrollo interior de las almas terrestres. Aunque ningún alma está ligada a
un planeta en particular, se podría decir que las almas terrestres son los
nativos de su planeta. Esto es porque su crecimiento y expansión coinciden
ampliamente con la proliferación de formas de vida en la
tierra.
Cuando
nacen unidades individuales de conciencia, ellas son similares de algún modo a
simples células físicas, tanto en estructura como en posibilidad. Justamente
como las células tienen una estructura relativamente simple, los movimientos
internos de una conciencia recién nacida son transparentes. No se ha establecido
mucha diferenciación aún. Hay un mundo de posibilidades a sus pies (tanto física
como espiritualmente). El desarrollo de una forma recién nacida de conciencia
hacia un tipo de conciencia que es introspectiva y capaz de observar y
reaccionar a su medioambiente, puede ser burdamente comparado al desarrollo de
un organismo unicelular hacia un organismo vivo complejo que interactúa con su
medioambiente de múltiples maneras.
Estamos
aquí comparando el desarrollo de almas conscientes con el desarrollo biológico
de la vida, y no lo hacemos sólo por usar una metáfora. En realidad, el
desarrollo biológico de la vida como tiene lugar en la tierra debe ser visto
sobre la base de una necesidad espiritual de exploración y experiencia por parte
de las almas terrestres. Esta necesidad o deseo de exploración es lo que llamó a
existir a la rica variedad de formas de vida en la tierra. Como hemos dicho, la
creación es siempre el resultado de un movimiento interno de conciencia. Aunque
la teoría de la evolución, como actualmente es aceptada por su ciencia, en
cierto sentido describe correctamente el desarrollo de formas de vida en su
planeta, no contempla en absoluto el impulso interno, el motor ‘oculto’ detrás
de este profundo proceso creativo. La proliferación de formas de vida en la
tierra se debió a movimientos internos a nivel del alma. Como siempre, el
espíritu precede y crea la materia.
Al
comienzo, las almas terrestres encarnaron en las formas físicas que mejor se
adaptaban a su aún rudimentario sentido de sí mismo: organismos unicelulares.
Luego de un período de adquisición de experiencia e integrando esto con su
conciencia, asomó una necesidad de medios más complejos de expresión física. Así
es como fueron impulsadas a existir
formas de vida más complejas. La conciencia crea la forma física en respuesta a
necesidades interiores y deseos de las almas terrestres, cuya conciencia
colectiva habitó primeramente la tierra.
La
formación de nuevas especies, y la encarnación de almas terrestres en miembros
individuales de aquellas especies, representan un gran experimento de vida y
conciencia. Aunque la evolución es dirigida por la conciencia (no dirigida por
accidente e incidente) ésta no sigue una línea predeterminada de desarrollo.
Esto es porque la conciencia misma es libre e
impredecible.
Las almas
terrestres experimentaron con toda clase de formas animales de vida. Ellas
habitaron varios tipos de cuerpos físicos en el reino animal, pero no todas
ellas experimentaron la misma línea de desarrollo. El camino de desarrollo del
alma es mucho más fantástico y aventurero de lo que ustedes suponen. No hay
leyes sobre o fuera de ustedes. Ustedes son la ley para ustedes. Así, por
ejemplo, si ustedes deciden experimentar las formas de vida partiendo desde un
mono, ustedes pueden en algún momento encontrarse viviendo en un cuerpo de mono,
desde el nacimiento en adelante o como un visitante temporal. El alma,
especialmente el alma joven, implora por experiencia y por expresión. Esto
incita a explorar la diversidad de las formas de vida que emergen en la
tierra.
Dentro de
este gran experimento de vida, la aparición de la forma de vida humana marcó el
comienzo de una importante etapa dentro del desarrollo de la conciencia de alma
en la tierra. Antes de explicar esto con gran detalle, discutiremos en primer
lugar los estadios del desarrollo interior del
alma.
Desarrollo
de la conciencia: etapa infantil, madurez,
ancianidad
Si
observamos el desarrollo de la conciencia del alma luego de nacer como una
unidad individual, ésta pasa rudamente a través de tres etapas internas. Estas
etapas son independientes del plano particular de realidad (planeta, dimensión,
sistema estelar) que la conciencia elige para poblar o
experimentar.
1)
La etapa de
la inocencia (paraíso)
2)
La etapa
del ego (pecado)
3)
La etapa de
la ‘segunda inocencia’ (iluminación)
Uno podría
comparar metafóricamente a estas etapas con la infancia, la madurez y la
ancianidad.
Luego de
que las almas nacen como unidades individuales de conciencia, ellas dejan la
etapa oceánica de unidad, la cual recuerdan como dichosa y completamente segura.
Luego ellas van a explorar la realidad de una manera completamente nueva. Ellas
lentamente se vuelven más conscientes de ellas mismas y del modo en que son
únicas en comparación con sus compañeros de viaje. En esta etapa ellas son muy
receptivas y sensibles, como un niño pequeño que observa el mundo con grandes
ojos abiertos, expresando curiosidad e inocencia.
Esta etapa
puede ser llamada paradisíaca, ya que la experiencia de unidad y seguridad
todavía está fresca en la memoria del alma recién nacida. Ellas todavía están
cerca del hogar; todavía no reclaman su derecho a ser quienes
son.
A medida
que el viaje continúa, la memoria del hogar se desvanece, a medida que ellas se
introducen en distintos tipos de experiencia. Todo es nuevo al comienzo, y todo
es absorbido incondicionalmente en la etapa de la infancia. Una nueva etapa
comienza cuando la joven alma comienza a sentirse como el
punto focal de su mundo. Entonces realmente comienza a darse cuenta
que existe tal cosa como ‘yo’ y ‘otro’. Comienza a experimentar con cómo puede
influenciar su medioambiente al actuar sobre él. La verdadera noción de hacer
algo que surge de su propia conciencia es nueva. Antes, era más o menos una toma
pasiva de lo que fluía. Ahora, hay una noción creciente dentro del alma de su
poder para ejercer influencia en lo que experimenta. Este es el comienzo de la
etapa del ego. El ego originalmente representa la habilidad de usar su voluntad
para afectar al medio externo. Por favor noten que la función original del ego
es simplemente lo que permite al alma
sentirse completamente como una entidad separada. Esto es un
desarrollo natural y positivo dentro de la evolución del alma. El ego no es
‘malo’ en sí mismo. Sin embargo éste tiende a ser expansivo y agresivo. Cuando
la nueva alma descubre su habilidad para influenciar su medioambiente, ésta se
enamora del ego. Bien en lo profundo, aún existe una dolorosa memoria dentro del
alma ahora madura; que le recuerda el hogar, que le recuerda el paraíso perdido.
El ego parece sostener una respuesta a este dolor, a esta añoranza. Éste parece
permitirle al alma obtener activamente un control sobre la realidad. Éste intoxica al alma
todavía joven con la ilusión de poder.
Si alguna
vez hubo una caída desde la armonía o una caída desde el paraíso, esto fue lo
siguiente: la joven conciencia del alma volviéndose hechizada por la posibilidad
del ego, por la promesa de poder. De todos modos, el verdadero propósito de la
conciencia nacida como alma individual es explorar, experimentar todo lo que
hay, tanto el paraíso como el infierno, tanto la inocencia como el
‘pecado’. Por lo tanto, la caída desde el paraíso no fue un ‘cambio equivocado’.
No existe culpa ligada a esto, a menos que ustedes así lo crean. Nadie los
culpa, aparte de ustedes mismos.
Cuando el
alma joven se vuelve madura, hay un cambio en el modo ‘centrado en mí’ de
observar y experimentar las cosas. La ilusión de poder realza la separación
entre las almas, en lugar de conectarlas. Debido a esto, se establecen dentro
del alma la soledad y un sentido de alienación. Aunque no es realmente
consciente de esto, el alma comienza una lucha, una batalla por poder. El poder
parece ser la única cosa que alivia la mente – por un
tiempo.
Nosotros
más arriba distinguimos una tercer etapa en el
desarrollo de la consciencia del alma: la etapa de la iluminación, ‘segunda
inocencia’ o ancianidad. Tendremos mucho para decir acerca de esta etapa y en
particular acerca de la transición desde la segunda a la tercer etapa, en el capítulo 5 (Desde la conciencia basada en
el ego a la conciencia basada en el
corazón).........
Ahora,
retornaremos a nuestra historia de las almas terrestres y aclararemos cómo el
despertar de la etapa del ego encaja con la aparición del hombre en la
tierra.
Las almas
terrestres entrando a la etapa del ego; la aparición del hombre en la
tierra
La etapa en
la cual las almas terrestres exploraron la vida vegetal y animal coincidió con
la etapa de la inocencia o paraíso en los niveles internos. La vida floreció en
la tierra, bajo la guía y protección de seres espirituales de los reinos
angélicos y dévicos. (Los Devas trabajan en el nivel etérico
de un modo más cercano al mundo físico de como lo hacen los ángeles). Los
cuerpos etéricos de plantas y animales fueron
incondicionalmente receptivos al cuidado y a las nutritivas energías maternales
de los reinos angélicos y dévicos. Ellos no tuvieron
inclinaciones a escaparse o irse y encontrar su propio modo de hacer las cosas.
Aún existía un gran sentido de unidad y armonía entre todos los seres
vivientes.
El
surgimiento del hombre mono, sin embargo, marcó un punto de transformación en el
desarrollo de la conciencia. Esencialmente, al caminar en forma erguida y a
través del desarrollo del cerebro, la conciencia que residía en el hombre mono
logró un mayor dominio sobre el medioambiente. La conciencia, encarnada en el
antropoide, comenzó a experimentar cómo era tener más control sobre su entorno
directo. Comenzó a descubrir su propio poder, su propia habilidad de influenciar
su medioambiente. Comenzó a explorar el libre
albedrío.
Este
desarrollo no fue fortuito. Fue una respuesta a una necesidad interior sentida
por las almas terrestres, una necesidad de explorar la individualidad a niveles
más profundos que anteriormente. El creciente conocimiento de sí mismas de las
almas terrestres estableció la etapa para la aparición del hombre en términos
biológicos, el ser humano que conocemos.
Cuando las
almas terrestres estuvieron listas para entrar a la etapa del ego, la creación
del hombre permitió a estas almas experimentar una forma de vida con libre
albedrío. Esto también dotó a las conciencias encarnadas con una
mayor conciencia de ‘yo’ como opuesto a ‘otro’. Con esto, se estableció la etapa
para posibles conflictos entre ‘mi interés’ y ‘tu interés’, ‘mi deseo’ y ‘tu
deseo’. Lo individual se escapó de la unidad manifiesta, del orden natural de
‘dar y tomar’, para descubrir qué otros caminos estaban disponibles. Esto marcó
el ‘final del paraíso’ en la tierra, pero les pedimos que consideren esto no
como un evento trágico, sino como un proceso natural (como las estaciones en sus
años). Fue un cambio natural de eventos que finalmente les permitirían (en estos
días y época) balancear divinidad e individualidad dentro de su
ser.
Cuando la
conciencia del alma terrestre entró en la etapa del ego y comenzó a explorar
‘ser humano’, las influencias dévicas y angélicas lentamente se fueron retirando. La
verdadera naturaleza de estas fuerzas es respetar el libre albedrío de todas las
energías que encuentran. Ellas nunca ejercerán su influencia sin invitación. Por
lo tanto las conciencias del ego tuvieron un libre reinado y las almas
terrestres se hicieron conocedoras de todos los puntapiés e inconvenientes del
poder. Esto también afectó al reino vegetal y animal. Se podría decir que la
emergente energía guerrera fue parcialmente absorbida por estos reinos no
humanos, lo cual creó un cierto disturbio dentro de ellos. Esto aún está
presente hoy en día.
Cuando las
almas terrestres anhelaron nuevas experiencias, esto también las hizo receptivas
a nuevas influencias externas. Aquí, queremos desviar la atención especialmente
a tipos de influencia extraterrestre, galáctica, las
cuales afectaron considerablemente a las maduras pero aún jóvenes almas
terrestres. También es en este punto de nuestra historia, cuando las almas que
hemos llamado trabajadores de la luz entraron en
escena.
Influencias
galácticas sobre el hombre y la tierra
Por
influencias galácticas o extraterrestres nos referimos a influencias desde
energías colectivas asociadas con ciertos sistemas estelares, estrellas o
planetas. En el universo, hay muchos niveles o dimensiones de existencia. Un
planeta o estrella puede existir en varias dimensiones, extendiéndose desde las
dimensiones materiales hasta las más etéricas. En
general, las comunidades galácticas que influenciaron las almas terrestres
existieron en una realidad menos ‘densa’ o material que aquella en la cual
ustedes existen en la tierra.
Los reinos
galácticos estuvieron habitados por almas maduras, las cuales nacieron mucho
antes que las almas terrestres, las cuales estaban en los comienzos de su etapa
del ego. Cuando la tierra llegó a estar habitada por toda clase de formas de
vida, y finalmente por el hombre, los reinos extraterrestres observaron este
desarrollo con gran interés. La diversidad y abundancia de formas de vida llamó
su atención. Ellos sintieron que algo especial estaba ocurriendo
aquí.
Entre las
diferentes comunidades galácticas, han ocurrido muchas luchas y batallas por
mucho tiempo. Esto fue un fenómeno natural, en algún sentido, ya que la
conciencia de las almas acarrea necesidad de
batalla para descubrir todo acerca de ‘lo centrado en mí’ y el poder.
Ellas estuvieron explorando el trabajo del ego, y a medida que ‘progresaron’, se
volvieron muy adeptas a la manipulación de conciencia. Se volvieron expertas en
subordinar otras almas o comunidades de almas a sus reglas, por medio de sutiles
y no tan sutiles herramientas psíquicas.
El interés
que las comunidades galácticas tuvieron sobre la tierra fue principalmente
egocéntrico. Ellas vieron ahí una oportunidad para ejercer su influencia de
maneras nuevas y poderosas. Se podría decir que en aquél momento las batallas
intergalácticas habían alcanzado un punto muerto. Cuando ustedes pelean unos con
otros una y otra vez, alcanzan un tipo de balance luego de un tiempo, una
división de zonas de poder para decirlo así. Ustedes se conocen uno al otro tan
bien que saben cuándo hay espacio para actuar y cuándo no lo hay. De este modo
la situación alcanza un callejón sin salida, y los enemigos galácticos esperaron
nuevas oportunidades en la tierra.
Ellos
pensaron que la tierra podría proveerles de un escenario para renovar la batalla
y superar el callejón sin salida.
El modo en
que las comunidades galácticas pensaron en ejercer su influencia sobre la tierra
fue por medio de la manipulación de la conciencia de las almas terrestres. Las
almas terrestres eran particularmente receptivas a su influencia cuando entraron
en la etapa del ego. Antes de esto, ellas eran inmunes a cualquier fuerza
externa motivada por poder, porque ellas mismas no estaban inclinadas a ejercer
poder. Ustedes son inmunes a la agresión y al poder cuando dentro de ustedes no
hay nada a lo que estas energías puedan pegarse. Por lo tanto, las energías
galácticas no pudieron acceder a la conciencia de las almas terrestres antes de
que estas almas decidieran ellas mismas explorar la energía del
poder.
La
transición a la etapa del ego volvió a las almas terrestres vulnerables porque,
aparte de su intención de explorar la conciencia del ego, ellas eran aún muy
inocentes e ingenuas. Por lo tanto, no fue difícil para los poderes galácticos
infringir sus energías sobre la conciencia de las almas terrestres. El modo en
que operaron fue por medio de la manipulación de la conciencia o control mental.
Sus tecnologías eran muy sofisticadas. Ellos tuvieron mayormente herramientas
psíquicas, no muy diferentes al lavado de cerebro a través de la sugestión
hipnótica subconsciente. Ellos trabajaron en niveles psíquicos y astrales pero
influenciaron al hombre sobre los niveles materiales/físicos del cuerpo. Ellos
influenciaron el desarrollo del cerebro humano, estrechando el rango de
experiencias disponibles a los seres humanos. Ellos esencialmente estimularon
modelos de pensamiento y emociones basados en el miedo. El miedo ya estaba
presente en la conciencia de las almas terrestres como resultado del dolor y
añoranza que toda alma joven trae dentro de sí. Este miedo existente fue tomado
por los poderes galácticos como su punto de partida para ampliar enormemente la
energía de miedo y subordinación en las mentes y emociones de las almas
terrestres. Esto les permitió controlar la conciencia
humana.
Los
guerreros galácticos subsecuentemente trataron de batallar a sus anteriores
enemigos galácticos a través del ser humano. La lucha de poder sobre la
humanidad fue una lucha entre viejos enemigos galácticos que utilizaron seres
humanos como sus títeres.
El delicado
sentido de individualidad y autonomía de las almas de la tierra fue cortado en
sus comienzos por esta violenta intervención, esta guerra por el corazón de la
humanidad.
Sin
embargo, los interventores galácticos, no pudieron verdaderamente tomar su
libertad. A pesar de lo masiva que fue la influencia extraterrestre, la esencia divina dentro de cada conciencia
de alma individual permaneció indestructible. El alma no puede ser destruida,
aunque su naturaleza libre y divina sea velada por un largo tiempo. Esto está
relacionado con el hecho de que el poder al fin de cuentas no es real. El poder
siempre alcanza su final a través de las ilusiones de miedo e ignorancia. Éste
solo puede esconder y velar las cosas; no puede verdaderamente crear o destruir
nada.
Más aún,
este verdadero ataque sobre las almas terrestres no solo trajo oscuridad a la
tierra. Éste logró, sin intensión alguna, iniciar un profundo cambio en la
conciencia de los guerreros galácticos, un cambio hacia una nueva etapa de la
conciencia: iluminación o ‘segunda inocencia’.
Raíces
galácticas de las almas trabajadoras de la luz
¿Cómo se
vincula a esta historia la noción de almas trabajadoras de la
luz?
Las almas
trabajadoras de la luz, como ustedes las llaman, son almas que están
profundamente conectadas al sistema estelar de las Pléyades. Las Pléyades son un
grupo de estrellas, siete de las cuales pueden ser vistas a ojo descubierto en
la tierra. Antes de que vinieran a la tierra a encarnar en cuerpos humanos, las
almas trabajadoras de la luz habitaron este sistema de estrellas por un largo
tiempo. En términos del desarrollo de la conciencia en tres etapas, ellas
pasaron una gran parte de su madurez allí. Es en esta etapa, que ellas
exploraron la conciencia del ego y todos los asuntos del poder relacionados con
ella. Fue la etapa en la que exploraron la oscuridad y en la cual ellas abusaron
mucho de su poder.
Los Pleyadianos, en aquel tiempo, fueron co-creadores del ser humano a medida que se desarrollaba. Al
igual que otras fuerzas galácticas, los Pleyadianos
tuvieron la intensión de usar al hombre como una marioneta para ganar dominio en
otras partes del universo. Ellos implantaron una clase de radar energético
dentro del ser humano, que los proveería a ellos de información (acerca de sus
enemigos).
Es difícil
explicar las técnicas que los poderes galácticos usaron en sus batallas, porque
no se asemeja a nada en su mundo, al menos no al alcance en que ellos lo
perfeccionaron. Esencialmente, la tecnología de guerra galáctica estuvo basada
en una ciencia de energía no materialista. Ellos conocieron el poder de la
psiquis y ellos sabían que la conciencia crea la realidad física. Su metafísica
fue más adecuada que los aspectos materialistas abarcados por su ciencia actual.
Debido a que su ciencia establecida concibe a la conciencia como un resultado de
los procesos materiales, en lugar del modo contrario, no puede comprender el
poder creativo y causal de la mente.
En la era
de Cro-Magnon, los Pleyadianos interfirieron con el desarrollo natural del
hombre en un nivel genético. Esta interferencia genética debería concebirse como
la cumbre del proceso de manipulación: ellos imprimieron el cerebro/conciencia
humano con formas de pensamientos particulares los cuales afectaron la capa
física, celular del organismo. El efecto de estas impresiones mentales fue como
un elemento robótico, metálico instalado en el cerebro
humano, el cual quitó parte de la fuerza y propia conciencia del ser humano. Fue
un implante artificial que volvió al hombre más adaptable como instrumento para
las metas estratégicas de los Pleyadianos.
Interfiriendo
de este modo con el desarrollo de vida en la tierra, los Pleyadianos violaron el curso natural de las cosas. Ellos no
respetaron la integridad de las almas terrestres, quienes habitaban las especies
humanas en evolución. En cierto modo ellos les robaron su (recientemente ganado)
libre albedrío.
En cierto
sentido nadie puede robar el libre albedrío de las almas, como indicamos al
final del último párrafo. De todos modos, en términos prácticos, debido a la
superioridad de los Pleyadianos en todos los niveles,
las almas terrestres perdieron su sentido de autodeterminación en una gran
amplitud. Los Pleyadianos tomaron a los seres humanos
como herramientas, como cosas
esencialmente, los cuales les ayudaron a alcanzar sus metas. En
aquella etapa, ellos no estaban preparados para respetar la vida como valiosa en
sí misma. Ellos no reconocieron en ‘el otro’ (sus enemigos o sus esclavos) un
alma viviente como ellos mismos.
Ahora, no
hay ninguna intención en colocar un juicio en esto, ya que todo es parte del
gran y profundo desarrollo de la conciencia. Yo, Jeshua, fui yo mismo parte de esta historia. Yo mismo he
pasado a través de los extremos de la dualidad, llevando a cabo actos de maldad
tanto como actos de luz.
Al nivel
más profundo, no hay culpa, solo libre elección. No hay víctimas, ni ofensores;
a la larga solo hay experiencia.
Ustedes,
las almas trabajadoras de la luz que alguna vez emplearon estos métodos oscuros
de opresión, luego se han juzgado a ustedes mismos muy severamente por sus
actos. Incluso ahora, ustedes cargan un profundo sentimiento de culpa dentro,
del cual son parcialmente conscientes como el sentimiento de que ustedes no son
suficientemente buenos (cualquier cosa que hagan). Este sentimiento
se origina de una equivocación.
Es
importante comprender que ‘trabajador de la luz’ no es algo que ustedes
simplemente son o no son. Es algo que ustedes llegan a ser,
cuando ustedes van a través del viaje de experiencia; experimentando
luz y
oscuridad. Siendo luz y
oscuridad. Si tuviéramos que nombrarlos, podríamos llamarlos las almas crísticas, en lugar de trabajadores de la
luz.
¿Tuvieron
alguna vez ustedes la experiencia de que un grave error cometido por ustedes
eventualmente cambió las cosas de una manera positiva e inexplicable? Algo
similar sucedió como resultado de la interferencia galáctica con la tierra y la
humanidad. En el proceso de imprimir las almas de la tierra con sus energías,
las fuerzas galácticas en realidad crearon un gran crisol de fusión de
influencias en la tierra. Se podría decir que los elementos combativos dentro de las diferentes ‘almas
galácticas’ se implantaron dentro de la humanidad como una corriente de agua,
forzando de este modo a los seres humanos a encontrar un modo de unirse entre
ellos o de llevarlos a una coexistencia pacífica. Aunque esto complicó
severamente el viaje de las almas terrestres, esto pudo finalmente crear la
mejor oportunidad para una ruptura positiva, una salida de la situación
paralizante a la que habían llegado los conflictos
galácticos.
Recuerden,
todas las cosas están interconectadas. Hay un nivel en el cual las almas
terrestres y las almas galácticas son/fueron conducidas por el mismo propósito.
Este es el nivel angélico. Cada alma es un ángel en el centro más profundo.
(Hablaremos de esto en otro capítulo....) Al nivel angélico, tanto los guerreros
galácticos como las almas terrestres consintieron en formar parte del drama
cósmico bosquejado arriba.
La
interferencia galáctica no solo ‘ayudó’ a que la tierra sea el crisol de fusión
que se tuvo la intención de que fuese (al nivel angélico). También marcó el
comienzo de un nuevo tipo de conciencia dentro de los guerreros
galácticos.
De maneras
imprevistas, esto marco el final de la etapa del ego, el final de la madurez
para ellos, y el comienzo de algo nuevo.
El final de
la etapa del ego para los trabajadores de la
luz
Las guerras
intergalácticas habían alcanzado un punto muerto antes de que la tierra entre en
juego. Cuando la batalla se reanudó en la tierra, ésta realmente se
transportó a la tierra. Con esta transposición, algo comenzó a
cambiar dentro de la conciencia galáctica. El tiempo de las guerras galácticas
se terminó.
Aunque
ellos permanecieron activamente involucrados con la humanidad y la tierra, las
almas galácticas lentamente se retiraron al papel de observadores. En este
papel, comenzaron a hacerse conscientes de una particular clase de cansancio
dentro de su ser. Se sentían vacíos por dentro. Aunque la lucha y la
batalla continuaban, esto no los fascinaba como alguna vez lo había hecho. Ellos
comenzaron a hacerse preguntas filosóficas tales como: ¿cuál es el significado
de mi vida, por qué estoy luchando todo el tiempo, realmente el poder me hace
feliz? Haciéndose estas preguntas, su aburrimiento por la guerra se
intensificó.
Los
guerreros galácticos fueron gradualmente alcanzando el final de su etapa del
ego. Ellos inconscientemente transportaron la energía del ego y la lucha por el
poder a la tierra, un lugar que estaba energéticamente abierto a esta energía.
Las almas humanas estaban en aquel tiempo justo comenzando a explorar la etapa
de la conciencia del ego.
Dentro de
la conciencia de los guerreros galácticos se creó un cierto espacio: el espacio
para la duda, el espacio para la reflexión. Ellos entraron a una fase de
transformación, la cual vamos a describir distinguiendo los siguientes
pasos:
1.
Estar
insatisfechos de lo que la conciencia basada en el ego tiene para ofrecerles,
anhelar ‘algo más’: el comienzo del
final.
2.
Comenzar a
ser conscientes de sus ataduras a la conciencia basada en el ego, reconocer y
liberar las emociones y pensamientos
que van con ella: la mitad del
final.
3.
Permitir
que mueran dentro de ustedes las viejas energías basadas en el ego, eliminando
el capullo, siendo su nuevo ser: el final del
final.
4.
El
despertar dentro de ustedes de la conciencia basada en el corazón, motivada por
amor y libertad; ayudar a otros a hacer la
transición.
Estos
cuatro pasos marcan la transición desde la conciencia basada en el ego a la
basada en el corazón. Por favor, recuerden que tanto la tierra como la humanidad
y los reinos galácticos, pasan a través de estos estadios, sólo que no
simultáneamente.
El planeta
tierra ahora está pasando por la etapa 3. Muchos de ustedes trabajadores de la
luz también están pasando por la etapa 3, en sintonía con el proceso interno de
la tierra. Algunos de ustedes aún están luchando con la etapa 2, y hay algunos
que han llegado a la etapa 4, disfrutando las delicias de la alegría genuina y
la inspiración.
Gran parte
de la humanidad, sin embargo, no desea para nada dejar la conciencia basada en
el ego. Ellos no han entrado todavía a la etapa 1 de la fase de transición. Esto
no es algo par juzgar o criticar o por lo cual afligirse. Traten de ver esto
como un proceso natural, tal como el crecimiento de una planta. Ustedes no
juzgan a una flor por ser un pimpollo en lugar de estar completamente florecida.
Traten de ver esto en esta luz. Hacer juicios morales acerca de los efectos
destructivos en su mundo de la conciencia basada en el ego está basado en falta
de intuición en las dinámicas espirituales. Más aún, esto debilita su propia
fuerza, ya que el enojo y la frustración que ustedes sienten a veces al observar
sus noticias o leer sus periódicos no puede ser transformado en algo
constructivo. Esto solamente los agota y desciende su propio nivel de vibración.
Traten de ver las cosas desde una distancia, desde una posición de confianza.
Traten de sentir intuitivamente las corrientes ocultas en la conciencia
colectiva, las cosas que ustedes a duras penas leen o escuchan en los
medios.
No tiene
sentido intentar cambiar las almas que aún están atrapadas en la realidad de la
conciencia basada en el ego. Ellos no quieren su ‘ayuda’, ya que todavía no
están abiertos a las energías basadas en el corazón que ustedes – trabajadores
de la luz- desean compartir con ellos. Aún cuando ellos parezcan necesitar su
ayuda, mientras ellos no la quieran, ellos no la necesitan. Es tan simple como
eso.
Los
trabajadores de la luz son completamente aficionados a dar y ayudar, pero a
menudo ellos pierden su poder de discernimiento en la parte de trabajador de la
luz. Por favor, usen su poder de discernimiento en esto, ya que el deseo de
ayudar puede trágicamente llegar a ser la trampa para los trabajadores de la
luz, la cual les impide completar realmente el paso 3 de la transición.
(Discutiremos la noción de ‘ayudar’ más adelante en otro
capítulo).
Ahora
terminaremos nuestra descripción de los trabajadores de la luz al final de su
etapa del ego. Como hemos dicho, en aquel tiempo ustedes pertenecían al sistema
estelar de las Pléyades y ustedes, como otros imperios galácticos, interfirieron
con la humanidad cuando tomó forma el ser humano moderno. Cuando ustedes
comenzaron a jugar más y más el papel de observadores, ustedes se cansaron de
luchar.
El poder
que ustedes habían tenido por aquel largo tiempo, dio como resultado un tipo de
dominación que aniquiló las cualidades únicas e individuales de aquel que
ustedes dominaban. Por lo tanto, nada nuevo podía entrar a su realidad. Ustedes
mataron todo lo que era el ‘otro’. Esta forma de proceder hizo que luego de un
tiempo su realidad sea estática y predecible. Cuando ustedes se volvieron
conscientes del vacío dentro de la lucha por el poder, su conciencia se abrió a
nuevas posibilidades. Surgió un anhelo por ‘algo más’. Ustedes habían completado
el paso 1 de la transición a la conciencia basada en el corazón. Las energías
del ego, las cuales habían reinado libremente por eones de tiempo, se asentaron
y permitieron un espacio para ‘algo más’. En sus corazones, despertó una nueva
energía, como una delicada flor. Una sutil y tranquila voz comenzó a hablarles
de ‘hogar’, un lugar que ustedes alguna vez conocieron pero que habían perdido
la huella a lo largo de su camino. Ustedes sintieron añoranza dentro de
ustedes.
Exactamente
igual que las almas terrestres, ustedes alguna vez han experimentado el estado
oceánico de unidad, desde el cual cada alma nace. Ustedes gradualmente
evolucionaron desde este océano como unidades individuales de conciencia. Como
estas ‘pequeñas almas’, ustedes tuvieron un gran entusiasmo por explorar,
mientras que al mismo tiempo acarrearon la dolorosa memoria interior de un
paraíso que tuvieron que dejar atrás.
Una vez
dentro de la etapa del ego de la conciencia, más tarde, este dolor aún
permanecía dentro de ustedes. Lo que ustedes esencialmente tratan de hacer es
llenar este lugar vacío en su corazón con poder. Ustedes buscaron llenarse a
ustedes mismos jugando el juego de luchar y
conquistar.
El ego es
la energía que más se opone a la unidad. Al ejercer poder, se aíslan ‘del otro’.
Al luchar por poder, se distancian más y más del hogar: la conciencia de unidad.
El hecho de que el poder los lleva lejos del hogar, en lugar de traerlos más
cerca, se les ocultó a ustedes por mucho tiempo, ya que el poder está
fuertemente entrelazado con la ilusión. El
poder puede fácilmente ocultar esta verdadera cara a un alma inocente e
inexperta. El poder crea la ilusión de abundancia, realización, reconocimiento e
incluso amor. La etapa del ego es una exploración sin restricciones del área del
poder: de ganar, perder, luchar, dominar, manipular, de ser el ofensor y ser la
víctima. En un nivel interno, el alma se desgarra durante esta etapa. La etapa
del ego está relacionada con un ataque a la integridad del alma. Por integridad
queremos decir la unidad natural y totalidad del alma. Con la entrada a la
conciencia basada en el ego, el alma entra en un estado de esquizofrenia. Ella
pierde su inocencia. Por un lado, ella batalla y conquista, por otro lado, ella reconoce que está
mal dañar o destruir a otros seres vivos. No está muy equivocado de acuerdo a
algunas leyes o juicios objetivos. Pero el alma subconscientemente se da cuenta
de que está haciendo algo que se opone a su propia naturaleza divina. Está en la
naturaleza de su propia esencia divina el crear y dar
vida. Cuando el alma actúa desde un deseo de poder personal, en lo
profundo surge un sentimiento de culpa. Otra
vez, no hay juicio externo sobre el alma que afirma ser culpable. El alma misma
se da cuenta de que está perdiendo su inocencia y pureza. Mientras ella persigue
poder en el exterior, un sentimiento creciente de indignación
la está comiendo por dentro.
La etapa de
la conciencia basada en el ego es un estadio natural en el viaje del alma. En
realidad, esta implica la completa exploración de uno de los aspectos del ser
del alma: la voluntad. Su voluntad constituye el puente entre el mundo interno y
el mundo externo. La voluntad es esa parte de ustedes que enfoca su energía del
alma dentro del mundo material. La voluntad puede ser inspirada por el deseo de
poder, o por el deseo de unidad. Esto depende de la etapa de su conciencia
interior. Cuando un alma alcanza el final de la etapa del ego, la voluntad
comienza a ser más y más un fragmento extendido del corazón. El ego o la
voluntad personal no se destruye, pero fluye en
conformidad con el deseo e inspiración del corazón. En este punto el ego acepta
al corazón como su guía espiritual. Se restablece la totalidad natural del
alma.
Cuando
ustedes, las almas trabajadoras de la luz de las Pléyades, alcanzaron el paso 2
de la transición de la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el
corazón, sintieron el sincero deseo de corregir lo que habían hecho mal en la
tierra. Ustedes comprendieron que habían maltratado a los seres humanos
vivientes sobre la tierra y que ustedes habían dificultado la libre expresión y
desarrollo de las almas terrestres. Ustedes se dieron cuenta de que habían
violado la VIDA misma, tratando de manipularla y controlarla de acuerdo a sus
necesidades. Ustedes quisieron liberar al hombre de los límites del miedo y la
limitación, lo cual había traído mucha oscuridad a sus vidas y ustedes sintieron
que podrían cumplir más con esto encarnado ustedes mismos en cuerpos humanos. De este modo ustedes
encarnaron en cuerpos humanos, cuya compilación genética fue parcialmente creada
por ustedes mismos, para transformar sus creaciones desde el interior.
Las almas que fueron a la tierra con esta misión, se propusieron
esparcir Luz dentro de sus propias creaciones
(manipuladas).
Por esto
ellos son llamados Trabajadores de la luz. Ustedes tomaron la decisión de hacer
esto – y de llegar a estar enredados en series completas de vidas
terrestres- por un nuevo sentido de
responsabilidad y también por el sincero impulso de hacerse cargo de esta carga
kármica sobre ustedes, así ustedes serían capaces de
dejar ir el pasado completamente.
Continuara........
En
Trabajadores de la luz III: ‘Trabajadores de la luz encarnando en la
tierra’

© Pamela
Kribbe 2004
Traducción:
Sandra Gusella
Página
original en inglés: http/www.jeshua.net
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