El golpe de Estado realizado en Honduras, con militares
fascistas en las calles, asesinando al pueblo de esa nación, confirma una
vez más la tesis de que aún persisten en Latinoamérica sectores
reaccionarios, que no dudan desde secuestrar al presidente, a funcionarios
públicos, obreros, campesinos y pueblo en general, hasta disparar a
mansalva a manifestantes que apoyan al presidente de Honduras, Manuel
Zelaya. Los argumentos que ha utilizado la derecha política para
justificar el golpe son ilegales y no justifican de ninguna manera la
ruptura del eje constitucional. No existe ni acusación ni tampoco pedido
de juicio al mandatario hondureño.
Los mismos argumentos para el
golpe, se usaron en Venezuela en abril del 2002
Podríamos concebir
los argumentos dados para este golpe, como una simple coincidencia con lo
que ocurrió en Venezuela, que además tiene una antecedente en Haití. Los
mandatarios de estas tres naciones latinoamericanas fueron secuestrados
por militares. La diferencia fue que en el caso de Venezuela, el
presidente Hugo Chávez no fue asesinado ni fue sacado de su país, la
resistencia cívico militar frenó el golpe y restituyó al legítimo
presidente, luego de un breve gobierno de facto del empresario Carmona.
La otras semejanzas de los argumentos para el golpe entre Honduras
y Venezuela, fueron que en Honduras una consulta para conocer si el pueblo
quiere ir a una constituyente fue considerada ilegal, de la misma manera
los argumentos de los golpistas venezolanos, de que la aplicación de leyes
habilitantes violaba la carta magna. En ambos casos ningún precepto legal
fue violado, ya que lo realizado estaba contemplado en el ejercicio de la
ley. Pero como los argumentos esgrimidos son inconsistentes, se repite la
misma historia, aparece una carta de renuncia del presidente Zelaya
argumentando problemas de salud para abandonar su cargo, al igual que una
carta que mostraba la oposición venezolana sobre la renuncia del
presidente Chávez. Nuevamente surge la pregunta ¿son meras coincidencias?
pero la duda avanza en nuestra búsqueda de la información ¿no estaremos
ante un nuevo libreto sobre golpes de estado?
Los medios
internacionales manipulan la información con CNN a la cabeza
Los
medios de prensa privados nacionales e internacionales, han dejado hace
mucho tiempo su carácter de comunicadores, ahora son parte de la
estrategia desestabilizadora, en algunos casos como en Venezuela,
GLOBOVISION “hermana” de CNN, dirige desde su noticieros y programas de
opinión, a los grupos opositores, creando una matriz de opinión. La
cobertura del golpe de estado ha sido manipulada, justifica la acción de
los militares, producida según ellos por una supuesta violación a la
constitución, certificada por un juez de segunda instancia, que ni
siquiera es del área constitucionalista, y esto puede permitir una
violación al derecho constitucional, y a la vez militarizar y violar lo
derechos humanos.
Pero no solamente los argumentos de CNN van
contra la opinión de los gobernantes de América Latina, Europa y otros
continentes, que condenan enérgicamente el golpe, también va contra el
propio gobierno de EEUU, que ha condenado el golpe y solo reconoce al
presidente Zelaya. CNN ahora califica al régimen de facto como “sucesión
forzada”. Esta “cadena” no habla de las persecuciones contra dirigentes
sociales ni de la ausencia de diputados en la sesión golpista. Así los
periodistas de CNN venden su profesión al vil precio del dinero, son los
nuevos mercenarios que defienden los intereses fascistas, olvidando la
ética y el código de nuestra profesión, que es defender la verdad
objetiva, el derecho al pluralismo y los derechos de las mayorías de los
ciudadanos.
La necesidad de frenar el golpe y restituir al
presidente Zelaya, una premisa del mundo democrático
Al observar
las declaraciones del grupo de Río en Managua, Nicaragua, observamos las
coincidencias de los presidentes y otros funcionarios de los países
integrantes de esta iniciativa, en torno a la condena del golpe y a
desconocer al gobierno de facto, hasta retirar sus embajadores como lo
hizo el Grupo del Alba (Ecuador, Cuba, Venezuela, Bolivia, Antigua y
Barbuda) Brasil y México en primera instancia. Pero nos pareció muy
importante el análisis sobre la posibilidad de un efecto “dominó”, es
decir la punta de un iceberg de futuros golpes, como se intentaron en
Venezuela en el 2002, en Bolivia en el 2008 y en Guatemala hace dos meses,
donde bajo los mismos preceptos golpistas, se intentó revertir a los
gobiernos constitucionales, elegidos por los ciudadanos en las elecciones
democráticas.
La mayoría de los organismos internacionales han
condenado el golpe de estado, más de 17 países han retirado sus
embajadores. El Grupo del Alba, la OEA, El Grupo de Río, UNASUR, SICA, y
la Asamblea de la ONU han pedido el restablecimiento de la Democracia y la
restitución al cargo del presidente electo Manuel Zelaya. Es bueno
significar que primera vez en la historia de las dictaduras en América
Latina, hay un consenso generalizado en su contra, lo que confirma que
muchas naciones avanzan en su modelos democráticos, y que han surgido
países que se organizan para buscar modelos alternativos al capitalismo
neoliberal, que solo ha generado pobreza, injusticia social y
desestabilización política en la naciones del área
La urgencia de
revertir el golpe se ha vuelto la premisa de los gobernantes de América
Latina. No se puede dejar a un gobierno golpista mantenerse en el poder,
seria una experiencia fatídica para los avances de los cambios en el
continente. Aún existen obscuros intereses y fuerzas fascistas dentro de
la administración de EEUU, que apoyaron golpes de estado, que realizaron
acciones terroristas y existen grupos de ultraderecha que apoyados en
militares reaccionarios buscan ampliar la política de la doctrina de
seguridad y barrer de sus gobiernos a los presidentes socialistas o
progresistas.
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