"Lo que define cual ha de ser la matriz de
conciencia de una unidad, llámese planeta o ser humano es la energía de luz
que estamos capacitados para asimilar."
Esta semana te invito a abrir en tu interior una gran puerta que permitirá la
presencia de una información que comparto porque no solamente creo en ella sino
que estoy sintiendo de manera intensa la energía de luz que estamos recibiendo
desde nuestro Sol y a través de los sucesos transformadores que están ocurriendo
alrededor nuestro.
Te pido que leas con detenimiento el texto que incluyo para que tus miedos se
evaporen, para que entiendas lo que está ocurriendo en tu cuerpo y para que
aceptes la fabulosa transformación espiritual que dará paso a un mundo mejor.
Jueves 26 de noviembre
El texto
que transcribo en seguida aparece en un video que me acaban de enviar. Tomé la
decisión de grabarlo y luego escribirlo, para mandarlo en una Paloma, porque
considero que una lectura repetida te ayudará a vivir esta monumental
transformación que la población mundial y el planeta mismo estamos viviendo. Lo
que leerás de seguro te ayudará a entender los procesos físicos y emocionales
que todos estamos sintiendo. MI intención es que tu vida fluya con tranquilidad
y que este conocimiento sea el compañero ideal para que nunca dejes de dar
gracias por todas las bendiciones que recibes día a día.
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EL GRAN SALTO CUÁNTICO
(Supremacía de la Especie Humana)
Sabio no es aquel que tiene su mente atiborrada
de información. La verdadera sabiduría consiste en poder ser felices en el
mundo tal como es, sin pretender acomodarlo como a nosotros nos gustaría que
fuera. Tu paz interior y tu felicidad dependen de aceptar que no puedes elegir
lo que crees que debería ser, pero que sí puedes escoger cómo quieres ver lo
que ya tienes.
Cuando juzgas como buena o mala una situación
confundes la realidad con tu interpretación de ella, entonces harás que la paz
sea imposible para ti porque tendrás tu mente enfocada en conflictos y, por Ley
de Correspondencia, conflictivas serán también las experiencias que el mundo
exterior te brinde.
El Dr. Hans Jenny (1904-1972), médico y
científico suizo, estudió las relaciones entre materia y energía y, respaldado
por una metodología muy bien documentada que puede ser reproducida en los
laboratorios, construyó el fundamento de una nueva ciencia a la que llamó
Cimática (Cymatics). Catorce años de experimentación le llevaron a comprobar
que el
mayor o menor grado de complejidad molecular y evolutiva de un ser depende de
las frecuencias de energía que reciba su cuerpo.
Una dimensión es la amplitud determinada de
frecuencias vibratorias que producen en la materia un diseño particular de
patrones biológicos. Cambia la frecuencia y el cuerpo muta en forma
correspondiente. ¿Es eso lo que está ocurriendo entonces con la vida en la
Tierra, considerando que estamos siendo bombardeados por energías de altísima
frecuencia procedentes del sol central galáctico?
Observemos algunos efectos inmediatos: ¿has
notado cómo el tiempo se acelera cada día más? Ciertamente parece transcurrir
más rápido porque nuestras células han acelerado su pulso para adaptarse al
incremento del pulso de la Tierra (frecuencias Schumann). Y de la velocidad de
ese pulso depende nuestra percepción del tiempo. El tiempo se ha estado
acelerando y continuará haciéndolo en la medida en que nos aproximemos al
momento crítico del cambio dimensional. La llamada Resonancia Schumann o pulso
de la Tierra antes era una constante de 7.8 hertzios; ahora ha subido a 12 Hz y
tendrá todavía que elevarse a 13 hertzios. Cuando alcance ese punto, llegará el
umbral donde nos estabilizaremos en una octava superior de frecuencia y se iniciará para nosotros otra etapa de la
creación en una realidad diferente.
Créelo o no, ahora vives la transición entre el
tiempo lineal que bien conoces y el infinito del eterno. ¿Qué nos ocurre
físicamente cuando se elevan las frecuencias de luz que recibimos? Igual que
los experimentos de Jenny, un ser vivo recibe esta energía como nueva
información, que molecularmente se codifica en el ADN y lo transforma. El
primer paso del cambio es hacia el caos, porque el modelo anterior debe
disolverse antes de que se pueda
manifestar lo nuevo. En el siguiente paso, los patrones se reorganizan en un
orden más complejo, produciendo organismos más perfectos. Si tú eres de
aquellos preocupados porque tu energía opera con muchos altibajos, a veces
precipitándote en un estado de intensa fatiga y, además, oscilas emocionalmente
entre la depresión y la euforia ¡No, no eres un sicópata bipolar! Simplemente,
todo tu cuerpo está tratando de afinarse a las nuevas frecuencias de luz, igual
que cuando vas a captar una emisora de radio, tienes que mover hacia adelante y
hacia atrás la sintonía hasta captar el punto exacto, así ahora, oscilas de un
estado a otro hasta lograr un equilibrio. Ese mismo proceso físico y emocional
vuelve y fluctúa cada vez que la frecuencia del planeta se eleva un grado más.
Muchas personas, jóvenes y viejas, están
presentado
fallas de memoria. Esto se debe a la caída acelerada del campo magnético de la
Tierra que produce ese efecto, porque el magnetismo es como el adherente que
atrapa los recuerdos. Para poder asimilar lo nuevo, el disco duro de nuestro
computador interno necesita ser apagado y luego encendido nuevamente. El
nacimiento del hombre nuevo se dará en el momento en el que el campo magnético
de la Tierra alcance el punto cero. Sólo en esa circunstancia se hace posible
completar la reconfiguración de todos nuestros patrones genéticos, y hacerlos
aptos para la vida en una dimensión más elevada.
La remodelación del
ADN produce oleadas de fatiga y dolor. Hay un período agudo cuando las frecuencias
más altas impactan nuestro cuerpo, seguido de un tiempo más suave de
asimilación. Durante el ciclo agudo hay necesidad de dormir y descansar más.
Hay que advertir que todos estos síntomas son temporales. Durarán mientras la
Tierra completa su trabajo de parto y con ella pasaremos por un nuevo
nacimiento a la Quinta Dimensión.
Si por ahora no puedes concentrarte en nada,
comprende que tu cuerpo se está adaptando a los cambios de la Tierra, y tu
cerebro y tu sistema nervioso están en reconstrucción. Es
posible que los dolores del cuerpo se hayan intensificado especialmente del
lado derecho y sientas una punzada permanente en la base del cráneo y en las
caderas. Tal vez, sin causas médicas,
exista molestia en las rodillas, las piernas y las articulaciones, y un calor
interno recorra tu cuerpo produciendo vibración y una sensación quemante. Si tu
corazón a veces acelera sus latidos sin razón aparente ¡felicitaciones! eso
significa que ya estás activando tu cuerpo de luz.
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La
mejor forma de comprender este proceso es tomando en consideración que, a nivel
molecular, el cuerpo físico contiene ondas de energía que responden de inmediato
a la interacción con frecuencias más elevadas, adaptándose a ellas, haciendo
cambios en nuestros patrones biológicos. El proceso es simple, las frecuencias
elevadas que están llegando a la Tierra activan y aceleran la vibración en
nuestras células, y ellas reaccionan irradiando calor hacia los espacios vacíos
que las rodean. Esta implosión despierta algunos códigos dormidos del ADN y
expande la información nueva hacia los núcleos de otras células, las que
también se activan. Así, nuestro cuerpo es el escenario de una reconfiguración
en cadena, que resultará en una expansión de la conciencia que es
correspondiente con una forma material más sutil y más perfecta.
La conciencia es aquella posibilidad de
comprender el sentido de la vida según un determinado nivel de percepción.
Para los ciudadanos de la Tierra, la
interpretación de la realidad ha estado hasta ahora firmemente anclada en la 3ª
dimensión o capacidad de percibir solo una franja muy estrecha de la creación
(el 10%), que fluctúa entre las frecuencias: superior al infrarrojo y por debajo
del ultravioleta. Por eso el cerebro del hombre, que funciona como una caja de
resonancia, ha activado solo ese 10% de su capacidad, mientras duermen el 90%
restante de sus posibilidades, porque corresponden a frecuencias de otras
dimensiones de luz que no estamos afinados todavía para experimentar. Lo que
define cual ha de ser la matriz de conciencia de una unidad, llámese planeta o
ser humano es la energía de luz que
estamos capacitados para asimilar. En la tercera dimensión vivimos esa energía
como dos ondas con propiedades diferentes: electricidad y magnetismo.
La porción eléctrica provee la información de
los códigos de creación, y la magnética es el aspecto que los estabiliza. En
esta forma, las dos polaridades actúan coordinadamente para mantener ese nivel
de realidad. Las frecuencias de luz se producen como pulsaciones, y el ritmo de
las mismas condiciona los ciclos.
La Tierra, por ejemplo, es muy vulnerable a las
emisiones electromagnéticas de las explosiones solares que recibe cada once
años cuando el sol completa un ciclo y pulsa. También existen ciclos galácticos
y cuando uno de ellos termina, nuestro centro galáctico pulsa, disparando
energías de frecuencias electromagnéticas altísimas que cambian las matrices de
vida en toda la galaxia. Estas frecuencias viajan como ondas, llevando paquetes
de información nueva que provocan un ordenamiento más complejo en todos los
niveles, desde el solar y planetario hasta el molecular, con el consiguiente
salto cuántico en la apertura de conciencia y la evolución de la vida.
Si comprendemos esto, estaremos ubicándonos
dentro de la situación planetaria que vivimos actualmente. Sabemos que desde
1987 se ha incrementado en la Tierra el impacto de fotones de luz de altísima
frecuencia, procedentes del centro galáctico. También hay ya confirmación
científica de que, tal vez debido a este bombardeo de energía, algunas
constantes planetarias como el magnetismo y la frecuencia Schumann (pulsación
de la Tierra) han estado cambiando. De hecho, estamos ya muy cerca de un
acontecimiento espectacular que el hombre no conoce: se calcula que antes de
finalizar el año 2012 el magnetismo haya alcanzado el punto cero y la
resonancia base de la Tierra o frecuencia Schumann, haya subido de 7.8 Hz a 13
Hertz.
En el momento crítico en que esto suceda,
tendremos la oportunidad de vivir un cambio dimensional que pondrá fin a
nuestras limitaciones como seres humanos.
El primer movimiento hacia establecer un
nuevo orden es el caos, y esto lo estamos experimentando ahora.
Todos los paradigmas existentes: a nivel del
gobierno, las instituciones, las religiones y creencias, los sistemas sociales,
familiares, de salud, etc. están resquebrajándose para finalmente sucumbir.
Paralelamente, el clima, los elementos y la geología de la Tierra también están
convulsionados.
Desde el 13 de abril del año 2002, la nueva
matriz de creación o rejilla energética, está ya completa y gracias a eso, la
nueva información puede fluir, despertando la afinidad de quienes estén listos
para asumir su destino como seres humanos más completos.
Al entrar nuevas energías a la Tierra se
afectan los sistemas políticos, sociales, económicos y de creencias; es, por lo
tanto, una información nueva, con experiencias vibratorias diferentes,
incluyendo además, nuevos paradigmas geológicos y climáticos.
Todos los calendarios: mayas, tibetanos,
chinos, egipcios, etcétera coinciden en que en la época en que vivimos hoy se
dará un cambio definitivo en la VIDA DE LA TIERRA.
En este tiempo único en la historia de la
humanidad, si tú deseas participar en esta aventura más allá de ti mismo, hay
un cambio de configuración que debes hacer para conectarte con la amplitud de
onda que incluye a toda creación. La nueva configuración es la apertura hacia
el espíritu, reconectarse con nuestra verdadera naturaleza como seres de luz
que, además, sirve como frecuencia de acceso a la supervivencia.
Vivimos ahora los tiempos de un gran cambio, un
salto cuántico a nivel de la conciencia colectiva como especie humana. Es
preciso entender que estamos en el punto de hacer una selección, de manera
individual y a nivel global, para nadar con la marea cósmica del cambio -o en
contra de ella, si persistimos en seguir luchando inútilmente por la
preservación de modelos anteriores ya caducos-.
El siguiente paso que viviremos es el despertar
cósmico que experimentarán nuestras células y códigos genéticos. Cuando
consigan afinarse al nuevo código de creación y cantar la canción de unidad con
todo el universo, en ese momento tanto la humanidad como nuestro planeta
dejarán de estar en riesgo de extinción.
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(Hasta aquí el texto del video que recibí
23-11-2009)
Si tomas la decisión de creer en
estos conceptos, porque has estado sintiendo los síntomas del cambio en tu
propio cuerpo, entonces te será fácil aceptar las predicciones establecidas unas
hace cientos y otras hace miles de años. Comprenderás que el planeta no se está
acabando, pero Sí el mundo que hemos conocido hasta ahora.
Espero que tu intuición te guie
para empezar (o continuar) el proceso del gran cambio a nivel espiritual
–haciendo a un lado todo tipo de imposiciones religiosas- PORQUE EN TU INTERIOR
sientes que se trata de un comportamiento congruente con las transformaciones
tan evidentes que estamos atestiguando, y los movimientos cósmicos (recuerda
que en el universo estos no son manipulados por ningún grupo de poder) que
ahora nos presentan otra opción. ¡Qué bendición tener la posibilidad de
efectuar cambios en nuestra vida individual y comunitaria! Corregir errores o
adaptarnos al hecho de que nada es estático, es un acto al que siempre podemos
dar la bienvenida.
In
L’akech
Martha Sánchez Llambí
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