----- Original Message -----
From: Gisela
Ni siquiera el medio que lo difundió, la ONG WikiLeaks, sabe si Bradley
Manning, soldado estadounidense de 22 años, fue la fuente que les hizo llegar el vídeo en el que un helicóptero estadounidense Apache abate a
una docena de personas durante una operación en un barrio de Bagdad. Y
aunque lo conociera, derecho tienen a mantenerlo en secreto. Dos meses después
de que las imágenes del ataque, en el que murieron el cámara de Reuters Namir
Noor Eldeen, y su chofer Saeed Chmagh, dieran la vuelta al mundo, el Ejército
estadounidense ha informado de la detención de Manning, miembro de los servicios
de inteligencia de 22 años y natural de Potomac (Maryland), por filtrar la cinta
con "información clasificada".
"Nuestras fuentes son anónimas. No podemos confirmar nada. Ni siquiera
sabemos si ese caballero [Bradley Manning] es nuestra fuente", reconoce a este
periódico Daniel Schmitt, portavoz de WikiLeaks y uno de sus
responsables junto al australiano Julian Assange. "Y si lo fuera -continúa
Schmitt-, Manning no merecería otra cosa que honores y alabanzas". El portavoz
de la ONG, una suerte de contenedor de filtraciones abiertas al público, explica
que sus asesores legales están trabajando en el caso con el fin de saber si la
investigación militar abierta en EE UU está "violando los derechos de sus
fuentes" y de ellos mismos.
Manning, que fue apresado al este de Bagdad, se encuentra en prisión
preventiva en Kuwait. Según narra la versión digital de la revista Wired, el
soldado fue entregado a finales del mes pasado por un antiguo hacker al
que reveló su filtración. Manning, según lo que contó a su delator y que recoge
Wired, habría enviado a WikiLeaks unos 260.000 despachos diplomáticos que
podrían incriminar a EE UU.
Seguridad nacional
Según la nota hecha pública por el Ejército estadounidense, el Departamento
de Defensa que dirige Robert Gates se toma muy en serio la filtración de la
información considerada "clasificada" por afectar a la seguridad nacional y a la
vida de sus soldados. No obstante, WikiLeaks, con cinco voluntarios trabajando a
tiempo completo y entre 800 y 1.000 colaboradores, anima precisamente a que en
sectores tan cerrados como las Fuerzas Armadas, surjan lo que ellos conocen como
whistleblowers.
"Si hubiera más gente joven -manifiesta Schmitt-, especialmente en el
Ejército, con el coraje suficiente para levantarse por sus principios,
existirían menos rincones desagradables en el mundo". El destino del soldado
arrestado será dado a conocer al final de la investigación, según informa el
comunicado sobre su detención. |