Lo que me
preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré
creer en ti...
El individuo ha
luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo
estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el
privilegio de ser uno mismo.
Los monos son
demasiado buenos para que el hombre pueda descender de
ellos.
El destino de
los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de
épocas felices.
Todo lo que se
hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
La esperanza es
el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.
Aquel que tiene
un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los
"cómos".
Sin música
la vida sería un error.
La palabra más
soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el
silencio.
Los que más han amado al hombre le han hecho
siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los
amantes.

Ser independiente es cosa de una pequeña
minoría, es el privilegio de los fuertes.
Tener fe significa no
querer saber la verdad.
No hay razón para
buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no
temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
El amor y el odio no
son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan
dentro.
En el amor siempre hay
algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.
La mentira más común
es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un
defecto relativamente vano.
¿Es el hombre sólo un
fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?.
Solamente aquel que construye el
futuro tiene derecho a juzgar el pasado.
La madurez del hombre
es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era
niño.
El hombre, en su
orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
Creo que los animales
ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma
extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él
al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal
infeliz.
La potencia
intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de
utilizar.
En la venganza, como
en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
La verdad es que amamos la vida, no
porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al
amor.
El matrimonio acaba muchas locuras cortas con una
larga estupidez.
La mujer perfecta es un tipo humano superior al varón
perfecto, pero también es un ejemplar mucho más raro.
Todos los pozos profundos viven con
lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue
lo que cayó en su profundidad.
Lo que no me mata, me fortalece.
Hay almas esclavizadas que
agradecen tanto los favores recibidos que se estrangulan con la cuerda de la
gratitud.
