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From:
Ana Carolina
Una razón fundamental para que convenzamos a
todo el mundo de la necesidad de leer en profundidad es que nuestra inteligencia
es lingüística. Una inteligencia llena de imágenes y vacía de palabras es una
inteligencia pobre. Ese es problema fundamental derivado de la excesiva
utilización de la imagen sin que sea equilibrada con un vocabulario amplio que
permita describir sentimientos, sensaciones, pensamientos, etc. Es decir,
cualquier concepto abstracto. Quica Ripoll.
Para que los niños
lean
ESTIMULACIÓN DE LA
LECTURA EN NIÑOS Y RECOMENDACIONES LITERARIAS.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE LOS NIÑOS
LEAN?
Porque leer es fundamental en su
desarrollo:
- Favorece el aprendizaje y desarrolla la capacidad
de atención y expresión.
- Mejora el rendimiento académico y la
creatividad.
- Ayuda a relacionarse con el entorno y con las
otras personas.
- Ayuda a identificar los sentimientos propios y a
madurar emocionalmente.
- La lectura compartida con los hijos refuerza
vínculos afectivos y es una excelente vía de
comunicación.
¿DESDE CUÁNDO
PODEMOS COMENZAR A INTRODUCIR HÁBITOS DE
LECTURA?
En realidad, desde antes de nacer ya
podemos ser “oyentes” de historias.
- Dentro del útero, aunque el líquido amniótico
haga de aislante para los sonidos externos, somos capaces de percibir la voz
de nuestra madre transmitida por vibración.
- Se ha comprobado que las canciones y nanas que
las madres cantan a sus hijos antes de nacer tienen efectos tranquilizantes
sobre los niños durante el período de la lactancia.
- Aunque el feto no pueda entender las palabras, el
tono de la voz transmite afecto, estimula el sentido del oído y ya marca la
musicalidad del lenguaje.
¿CÓMO SE PUEDE
ESTIMULAR LA LECTURA EN UN BEBÉ?
La manera más interesante de
estimular la lectura de un bebé, y de cualquier niño en general, es a través del
juego. Puedes utilizar canciones, nanas y libros de peluche, tela o plástico con
o sin otros añadidos (música o sonido, texturas...) que estimularán la vista,
tacto y oído del niño además de su coordinación y psicomotricidad. Permite que
los toquen, muerdan, tiren... Además, aunque el bebé aún no entienda el mensaje
de pequeñas historias, seguro que disfrutará con las modulaciones de voz que
hagas y la atención que le prestes.
¿CUÁNDO APRENDE UN
NIÑO A LEER POR SÍ MISMO?
- La adquisición del lenguaje es un proceso
paulatino que comienza entre los 10 y 30 meses de edad.
- En torno al año, el niño comienza a poder
realizar abstracciones mentales. Por ejemplo, es capaz de reconocer una
fotografía de sus padres o un dibujo de una cuchara sabiendo que representa la
cuchara que él ya conoce. De este modo, comenzará a interesarse primero por
los libros de dibujos sencillos que representan figuras conocidas y después
incluso desconocidas.
- A los tres años se produce la llamada “explosión
del habla” y el vocabulario del niño comienza a incrementarse a una gran
velocidad. Es a partir de entonces y progresivamente que suelen comenzarse a
identifican las letras y, a los cinco años, que el niño ya sabe relacionar
cada una de ellas con el sonido correspondiente.
- Además de esta capacidad para interpretar los
signos gráficos, hemos de añadir que a los cuatro años el niño siente la
necesidad de entender todo cuanto le rodea. “¿Qué es eso?”, “¿Para qué?” y
“¿Por qué?” son preguntas que no pararán de repetirse a esta edad. De este
modo, sumada la destreza mental a una curiosidad insaciable por aprender, los
niños suelen ser capaces de leer en voz alta con cierta soltura en torno a los
seis años.
¿QUÉ TIPO DE LIBRO
ES EL ADECUADO PARA CADA EDAD?
En términos generales, las
recomendaciones podrían ser las siguientes:
- De cero a seis años: libros con muchas imágenes o
dibujos, poco texto y pocas páginas (de cinco a treinta dependiendo de
edades).
- De siete a nueve años: libros de aventuras, magia
y misterio. Los dibujos serán bien recibidos aún en esta franja de edad y,
según el lector, podemos llegar hasta las cien páginas de extensión.
- A partir de los diez años ya no hacen falta
ilustraciones y se pueden leer tranquilamente libros de más de cien
páginas.
¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA
DESPERTAR EL INTERÉS DE UN NIÑO POR LA
LECTURA?
Aunque, evidentemente, no existen
recetas mágicas, hay algunas directrices que pueden servirnos de
utilidad.
- Los niños copian lo que ven. “Si tú lees, ellos
leen”, que decía el eslogan de una campaña televisiva. Del mismo modo, es
importante que haya libros en casa para que los niños tengan acceso fácil a
ellos.
- Presenta el libro al niño como un juego, desde
pequeño. Libros de peluche, de tela, de plástico para meter en la bañera,
desplegables... Si te paseas por cualquier tienda especializada verás la gran
variedad que existe.
- No sólo a los niños más pequeños y que aún no
saben leer solos les ha de leer un adulto. La lectura compartida puede ser un
momento de relación padres-hijos muy especial y que sirva además para reforzar
este vínculo. No desaproveches las oportunidad, por ejemplo, cuando el niño se
ponga enfermo.
- Leer, al menos en casa, debería ser una diversión
y no una obligación. Si un libro no le gusta al niño, no se lo hagas leer. Es
más, si en el colegio le obligan a leer alguno que se le “atraviesa”, léelo
con él.
- Deja que el niño juegue con el libro: poniendo
voces mientras lee en voz alta, haciendo dibujos sobre la historia o teatro...
Incluso puede inventar él mismo un final alternativo pata la historia (a
partir de 6 años).
- Cuando sea suficientemente grande, lleva al niño
a las bibliotecas y las librerías para que conozca todos los rituales que
rodean a la lectura. Que vea que es él quien escoge (supervisado, por
supuesto) entre una infinidad casi inagotable. Además, en estos lugares el
niño puede encontrar otras actividades relacionadas con la lectura: talleres
infantiles, cuentacuentos...
- Cuando el niño se porte bien y quieras darle un
premio, regálale un libro de un tema que le guste. Dinosaurios, fútbol,
vikingos, vampiros, astronautas... las posibilidades son muchísimas, pero
esfuérzate por conocer al niño para dar en el clavo.
- Cuando veas que un libro le ha gustado al niño,
pídele que te lo explique. No sólo estarás ejercitando su memoria y capacidad
de síntesis sino que, además, le estás permitiendo compartir su entusiasmo y
ésta es la mejor manera de que crezca. Demuestra interés y hazle preguntas
para ver qué opina de los personajes, del final...
- Si conoces alguna historia interesante sobre el
autor o sobre el libro, explícasela al niño. Contextualizar una historia puede
hacerla más interesante.
¿QUÉ PUEDE LEER UN NIÑO?
Pues, por supuesto, libros. En
cuanto a su temática y contenido habrán de ser los padres quienes decidan, en
función de sus valores y creencias, cuáles son los adecuados. Aunque tampoco son
los libros la única lectura posible para un niño. También disponemos de un
amplio abanico de cómics y revistas infantiles que pueden ser igualmente válidos
para ejercitar este hábito. Entre los primeros hay títulos ya clásicos, y que
habrá que adecuar a cada edad, como “Mortadelo y Filemón”, “Astérix y Obélix”,
“Tintín”, “Spiderman”... Y en cuanto a revistas infantiles tenemos, por ejemplo,
el también clásico “Don Miki” de la Disney a partir de los cinco años y, ya en
catalán, la revista “El Tatano” (para niños entre cuatro y ocho años) y “Cavall
Fort” (para niños entre nueve y quince años).
¿Y SI NO TENGO CLARO QUÉ
ES LO MÁS ADECUADO PARA LA EDAD DEL NIÑO?
En caso de duda lo más sensato es
dejarse asesorar. En cualquier librería especializada estarán encantados de
aconsejarnos y sugerirnos algún título y, sino, a malas, siempre tenemos los
sellos de grandes colecciones con una gran experiencia a sus espaldas, como por
ejemplo “Barco de Vapor” de “SM”, que ya clasifican sus libros por
edades: serie blanca de 5 a 6 años, serie azul de 7 a
8 años, serie naranja de 9 a 11 años y serie roja a partir de 12
años.
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