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Asunto: | [gap-argentina] EE.UU., ante una nueva gran crisis | Fecha: | Sabado, 4 de Junio, 2011 20:43:42 (-0300) | Autor: | Monica Barbagallo <monica.barbagallo @.....com>
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----- Original Message -----
EE.UU., ante una nueva gran crisis
Los que hoy se refugian en el modelo americano pueden
verse arrastrados por un desastre anunciado
Tres posibilidades de crisis mayor del sistema político y
social amenazan a Estados Unidos: Afganistán, el geiser petrolero del
golfo de México y una nueva crisis de créditos hipotecarios. Estas nubes
no están por disiparse. Europa debería reforzar su voluntad de ser más
autónoma frente a Estados Unidos, para no dejarse arrastrar por el
desastre anunciado. Por Jean-Paul Baquiast de Automates Intelligents.
Traducción del francés: Margarita
Mayoral Villa.
Vista desde satélite del
derrame del Golfo de México. Foto: NASA.
En opinión de muchos
políticos americanos, Barack Obama, después de haber flotado y de hacer
dudar de sus capacidades como jefe de Estado, ha salido de una trampa
triple que le acechaba. Por un lado reafirmó su autoridad de comandante en
jefe sobre el poder militar obligando a dimitir al general Dtanley
McCrystal, quien lo desafió abiertamente. Por otro lado, impuso a BP una
contribución de 20 millones de dólares para cubrir los gastos vinculados a
la fuga de petróleo en el golfo de México. Finalmente, logró que el
congreso aprobara un texto que reglamenta las actividades del sector
financiero, a pesar de la oposición de Wall Street.
Sin embargo,
en opinión de estos mismos cronistas, se trataba de lo mínimo que podía
hacer, sin lo cual Barack Obama se hundiría definitivamente en el
descrédito si no en el ridículo, lo que habría podido convertirlo en el
blanco de un procedimiento de incapacidad para gobernar dirigido por los
Republicanos en las próximas elecciones. Pero de hecho estas decisiones no
reglamentaron nada. Al contrario. Contribuyen a encubrir la realidad de
una crisis superior que amenaza los Estados Unidos, poniéndolo en riesgo
de arrastrar su régimen. Los europeos que se protegen bajo la dominación
americana para evitarse grandes opciones difíciles serán por esto, después
de los norteamericanos, las victimas obligadas. En los próximos meses,
esta crisis tomará tres perspectivas.
Primeramente Afganistán
Haber quitado a McChrystal para poner en su lugar al general David
Petraeus, el mal estratega, el mal diplomático (lo vimos en Irak) y además
físicamente débil, afirmando que nada será cambiado en la política
anunciada, constituye la negación absoluta de la realidad. Recordemos que
esta política apunta, por una parte, a restaurar una autoridad afgana
sólida en Kaboul, neutralizando a los insurrectos, y por otra parte a
evacuar totalmente el país en pocos meses.
Para Bob Herbert,
columnista de The New York Times, se trata de una apuesta
imposible. No solamente estos objetivos no serán alcanzados, sino que las
fuerzas de EE.UU., así como de sus aliados de la OTAN, corren el peligro
de sufrir un desastre mayor en el mismo sitio, del cual se aprovecharán
todos sus enemigos de Occidente en la región, en primer lugar Pakistán e
Irán – esto sin mencionar los trillones de dólares en gastos militares y
civiles, los cuales América necesitaría en otros lugares. Bob Herbert
evidentemente no es el único que comparte esta opinión. De hecho él mismo
es el más moderado.
Podemos entonces preguntarnos si frente a este
dilema, Obama y los que lo apoyan tienen razón. La misma pregunta se les
hace a todos los Europeos miembros de la OTAN, Nicolás Sarkozy el primero.
Recordemos que, desde hace meses, escribimos que esta guerra era imposible
de ganar y que había sido irresponsable comprometerse a eso. Más
exactamente, esta guerra hace ciertamente el negocio de todos ellos, tanto
en Estados Unidos como en otros lugares, que viven de sumas de dinero
desembolsado para perderlo, sin hablar de la sangre derramada. Pero
ninguno quiere evidentemente reconocer tales objetivos escondidos e
inconfesables.
En seguida, el “oil spill”
Sin caer en el
catastrofismo, en el cual las sirenas funcionan plenamente,
particularmente en Internet, deberíamos estar atentos a las advertencias
de un número creciente de geólogos expertos. Según ellos, BP puso en
marcha, en su carrera ciega a la rentabilidad, un mecanismo de tipo
sísmico que corre el riesgo de adquirir proporciones desastrosas. Algunos
hablan de un nuevo Monte Santa Helena.
La razón se debe a las
cantidades enormes de gases (eminentemente tóxicos) mantenidos a presiones
considerables a muy grandes profundidades que, desestabilizados por la
perforación, van a continuar subiendo a la superficie, inexorablemente.
Los pozos auxiliares actualmente cavados para inyectar cemento en el pozo
principal harían solo incrementar los riesgos de una fractura en las rocas
que recubren este primer yacimiento. Mecanismos en cadena podrían
generarse en otros yacimientos, con la erupción de cantidades de
hidrocarburos líquidos y gaseosos susceptibles de matar miles si no
millones de personas en la zona.
Incluso podría producirse un
seísmo no sólo geofísico, si no político, llevándose a Obama y
posiblemente también el sistema corporatocrático americano entero.
Dejémosle al lector el cuidado de acudir él mismo a las fuentes si no de
petróleo, por lo menos de la información técnica. Será edificante. Tanto
mejor, comienzan a decir ciertos opositores al capitalismo depredador.
Posiblemente los americanos comprenderán que han do demasiado lejos.
Podemos desearlo, pero nada es menos seguro.
La bolsa de Valores de
Nueva York cubierta con la bandera de EE.UU.
La inseguridad de Wall
Street
Nada es tan inseguro como Wall Street, que debía
salir fuertemente reglamentada de su enfrentamiento con Obama, y que ahora
parece completamente tranquilizada. La nueva ley adoptada por el Congreso
el 4 de julio, fue objeto de intensas discusiones entre parlamentarios y
grupos de presión, creando una situación tan confusa que los mejores
expertos parecen hoy incapaces de decir si tendrá el resultado esperado,
es decir, evitar que se reproduzca la última crisis financiera.
Por cierto, en su versión final, la ley extiende los poderes
reglamentarios de la Reserva Federal y crea un Consejo de estudio de
riesgos bajo la autoridad del secretario del Tesoro. Asimismo, instaura
una oficina de protección a los consumidores de crédito y refuerza los
poderes de la SEC (Securities and Exchange Commission) con respecto a los
Fondos especulativos y las agencias de notación.
Entre otras
medidas menos espectaculares, obliga a los bancos y los fondos a alimentar
una caja de 20.000 millones de dólares, destinados a cubrir la quiebra de
ciertos bancos. Notaremos también que la ley restringe las capacidades de
los bancos de invertir en fondos propios (Volcker Rule) y crea un marco
más estricto para los productos derivados, que fueron el corazón de la
crisis del 2008.
Pero los más moderados reconocen que el control
de las prácticas que han provocado la crisis, todavía descansa confiado en
la autorregulación de los actores financieros, los mismos que han jugado
al argumento según el cual ir más lejos podría asustar a los inversores y
secar los créditos necesarios para los negocios. Estos inversores
concluyeron que los bancos podrían fácilmente adaptarse a las medidas de
control de las que Barack Obama se convirtió en campeón frente al mundo
entero, particularmente en el reciente G20. La Bolsa fue particularmente
optimista en Wall Street el viernes 25. Todavía podremos allí referirnos a
un buen artículo
del NYT sobre este tema complicado.
¿Qué pasará con la nueva
crisis?
Muy bien, pero ¿qué pasará si una nueva crisis,
todavía más fuerte que la anterior, estallara en los meses si no que en
las próximas semanas? El nuevo informe de la OCC, The Office of
Comptroller of the Currency, el organismo gubernamental de tutela de
bancos norteamericanos, dependiente del Tesoro, se publicó el 23 de junio
del 2010. Evalúa particularmente los préstamos inmobiliarios y los
embargos inmobiliarios en curso. El conjunto de créditos inmobiliarios no
comerciales en USA representa 5947.548 millardos de dólares. Según el OCC,
el 87.3% de estos préstamos son reembolsados, lo que significa que el
12.7% de ellos están actualmente en dificultades, o sea, una deuda
inmobiliaria de 750 millardos de dólares.
Los bienes inmuebles
comerciales estarían también en dificultad, según un informe del COP,
Congressional Oversight Panel, oficina de vigilancia colocada por el
Congreso. 1. 400 millardos de dólares de créditos inmobiliarios
comerciales tendrían que refinanciarse en tres años, es decir, cerca de
500 millardos de dólares que hay que encontrar al año. En resumen, 1.250
millardos a encontrar desde este año, para evitar nuevas quiebras de las
instituciones de crédito. ¿Fed y SECO propondrán un nuevo TARP, Troubled
Asset Relief Program, permitiendo rescatar sobre fondos federales las
deudas de los bancos? ¿Podemos dudar, viendo la importancia ya excesiva de
la deuda federal? Pero, mientras, ¿que sucederá, y que hará Obama?
Vemos que las nubes que se acumulan sobre Estados Unidos no están
por disiparse. Esto se tiene que comparar con la voluntad de potencia
creciente de China, sin mencionar asimismo la de Irán. Europa, por su
parte, tendrá la voluntad de intentar ser más autónoma frente a Estados
Unidos, para no dejarse arrastrar por el desastre anunciado. No escuchamos
mucho a Nicolás Sarkozy acerca de esta gran cuestión, si no más bien sobre
el acuerdo que parece esbozarse entre Alemania, Rusia, Polonia y Francia
para una política común de seguridad en Europa que podría abrir algunas
perspectivas.
Este artículo se publicó originalmente en
la revista Admiroutes.
Se publica con autorización.
Traducción del francés:
Gentileza de Margarita
Mayoral Villa
Fuente:
Tndencias21
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