Autor: 05/02/2023 Asunto: En respuesta a: Mensaje 3583 (escrito por "Andres Angel" ) "Andres Angel" dijo: > > > Amigos de GAP. > Quisiera compartir unas reflexiones y sintetizarlas con la inquietud de > varias comunidades ciéntificas de todo el mundo. > La siguiente es una manifestación en conjunto realizada por la > comunidad científica internacional a las redes eclesiásticas y religiosas de > todo el mundo, acerca de la urgente necesidad de establecer una comisión > conjunta entre ciencia y religión, para destacar la enorme importancia de > preservar el medio ambiente o la biosfera terrestre. De aquí se puede > destacar el valor de los datos científicos y la relevancia que cobra la > ciencia en todas las cuestiones de la humanidad. El documento, escrito en > 1990, ha obtenido una enorme aceptación por la comunidad religiosa y ha > contemplado una especie de fusión entre dos concepciones que históricamente > se han considerado antagónicas. Si el carácter de cientificidad está > empezando a ser aceptado por la religiosidad humana, entonces es justo que > al interés por lo noticioso lo haga también. > En la era de transición postomderna en que nos encontramos, es fácil > deducir de una manera más tangible respecto a interpretar los significados o > imágenes relacionados con nuestra fe y la deidad: El sentimiento femenino de > hombres y mujeres o lo que en la era cristiana se interpreta como la > devoción hacia una imagen femenina o hacia la virgen o “madre de Dios” es > igual a Nuestra Madre Tierra. Los indígenas americanos creen en un > “espíritu” dentro de su interpretación cosmogónica de la creación conocido > como Pasha Mama o Gahia ( aunque los griegos se referían de esta última > forma al planeta) y los abrigenes amricanos son , sin duda alguna, el grupo > étnico en que mejor simbiosis se encuentra con el medio ambiente. > > El documento. > “La tierra es el lugar de nacimiento de nuestra especie y, por lo que hasta > ahora sabemos, nuestro único hogar. Cuando éramos pocos y teníamos una > tecnología débil, carecíamos de poder para influir en el ambiente de nuestro > mundo, pero ahora, de repente, casi sin que nadie lo haya advertido, nuestra > población se ha hecho inmensa cerca de (6300 millones actualmente) y nuestra > tecnología ha alcanzado poderes descomunales, aterradores incluso. > Voluntariamente o no, somos ya capaces de provocar cambios devastadores en > el entorno global, un medio ambiente al que nosotros y todos los demás seres > con quienes compartimos la Tierra estamos meticulosa y exquisitamente > adaptados. > > > > > > > Ahora nos vemos amenazados por alteraciones globales que evolucionan > rápidamente y de las que somos autores, cuyas consecuencias biológicas y > ecológicas a largo plazo por desgracia ignoramos: adelgazamiento de la capa > de ozono, protectora de luz ultravioleta del Sol, un calentamiento global > sin precedentes en los últimos 150 años, la desaparición de casi media > hectárea de bosque cada segundo, la extinción acelerada de especies y la > perspectiva de una guerra nuclear, química o biológica que ponga en peligro > a la mayoría de la población del planeta. Tal vez existan otros riesgos de > los que, en nuestra impericia, aun no somos conscientes. Todos y cada uno > representan una trampa dispuesta para la especie humana, una trampa tendida > por nosotros mismos. Por fundadas y excelsas ( o ingenuas y miopes) que > hayan sido las justificaciones de las actividades que trajeron tales > peligros, estas actividades amenazan ahora a nuestra especie y muchas otras. > Estamos a punto de cometer –muchos dirían que ya estamos cometiendo – lo que > en lenguaje religioso se califica a veces de “crímenes contra la creación”. > Por su misma naturaleza, estas agresiones al medio ambiente no han sido sólo > obra de un grupo político o de una generación. Intrínsecamente, son > multinacionales, multigeneracionales y transideológicas. También lo son > todas las soluciones concebibles. Para escapar de esta trampa hace falta una > perspectiva que englobe a los seres humanos del planeta y a las generaciones > futuras. > Desde el principio es preciso reconocer que unos problemas de tal magnitud > y unas soluciones que exigen una perspectiva tan amplia poseen una dimensión > tanto religiosa como científica. Conscientes de nuestra responsabilidad > común, nosotros los científicos- comprometidos muchos en la crisis medio > ambiental – apelamos urgentemente a la comunidad religiosa internacional > para que se consagre, en palabra y obra, y tan enérgicamente como se > requiere, a la preservación del medio ambiente de la tierra. > Algunos de los remedios a corto plazo de los peligros - como una mayor > eficiencia energética, la rápida prohibición de los clorofluorocarbonos o > una reducción modesta de los arsenales nucleares químicos o bacteriológicos > - resultan relativamente accesible y en alguna medida están ya en marcha; > pero otros enfoques más amplios, a más largo plazo y más eficaces tropezarán > por doquier con la inercia, el rechazo y la resistencia. > > > > > > En esta categoría figuran el paso de una economía basada en los combustibles > fósiles a otras centradas en una energía no contaminante, la inversión > rápida y persistente de la carrera armamentista y una interrupción > voluntaria del crecimiento de la población mundial, sin cuya consecución > quedarán anulados muchos otros enfoque de la conservación del medio > ambiente. > Como en las cuestiones relativas a la paz, los Derechos Humanos y la > justicia social, las instituciones religiosas también pueden presentar aquí > una fuerza sólida que estimule iniciativas nacionales e internacionales, > tanto en el sector público como en el privado y en las diversa esferas del > comercio, la educación, la cultura y los medios de comunicación de masas. > La crisis ambiental requiere cambios radicales no solo en la política > oficial, sino también en la conducta individual. Los Antecedentes históricos > ponen de manifiesto que las enseñanzas, el ejemplo y la dirección religiosa > son muy capaces de influir en el comportamiento y en el compromiso personal. > > Como científicos, muchos de nosotros tenemos experiencias profundas de > asombro y reverencia ante el universo. Entendemos que es más probable que > sea tratado con respeto aquello que se considera sagrado. Es preciso > infundir sacralidad en los esfuerzos por salvaguardar y respetar el medio > ambiente. Al mismo tiempo, se requiere un compromiso más amplio y profundo > de la ciencia y la tecnología. Si no comprendemos el problema, es improbable > que seamos capaces de solucionarlo. Tanto la religión como la ciencia > tienen, pues, un papel vital que desempeñar. > > Sabemos que el bienestar de nuestro medio ambiente planetario es ya motivo > de profunda preocupación en concilios y congregaciones. Confiamos en que > este llamamiento alentará un espíritu de causa común y de acción conjunta > para contribuir a la preservación de la Tierra" > > > Andrés Angel > GAP Colombia. > > > > > _________________________________________________________________ > Send and receive Hotmail on your mobile device: http://mobile.msn.com > > > > > _______________________________________________________________________ > ~ Visita nuestro patrocinador ~ > SABES QUE CIRCULO DE LECTORES TE OFRECE.. > ...3 LIBROS POR SOLO 2 EUROS!! > Hazte socio y descubre la emoción de la lectura !! > HAZ CLIC AQUI -> http://www.elistas.net/arforce/53/circulo > >