
REDIMIRES
A OTROS
SERES
Todo en el Gran Universo existe en ínter relación. Nada en él existe como
excepción, aparte o independiente. El Universo es una gran interdependencia; es
un gran soma, un gran cuerpo habitado por un espíritu supremo, u ESPÍRITU
UNIVERSAL, el Espíritu de Dios su creador y todo es abarcado por
ÉL.
Él es el gran sistema, el gran sistema de sistemas.
Un átomo es un sistema diminuto a nuestros ojos, pero aún así, un
sistema; y está formado por seres; partículas que poseen un espíritu que como
nosotros va en camino hacia su DIOS creador.
Estos sistemas microscópicos y microcósmicos se asocian formando
moléculas, sistemas de sistemas. Al crecer se forman los elementos minerales y
allí surgen los protoplasmas, los diminutos virus y bacterias, las células,
tejidos, sistemas, cuerpos, vegetales, animales u hombres.
Así nace la vida. Así es como llegamos a ser lo que somos; así es como
somos nosotros y así es como llegamos a convertirnos en los grandes regidores de
miles de millones de seres que nos componen, que nos habitan, que nos viven y
que viven por nosotros. Somos dentro de nuestro Universo, un Gran
Universo.
Si somos partes de un mismo todo, lo que afecte a una porción
necesariamente afecta a las demás y ésto es lo que han venido a enseñar todos
los seres de Maestrías que han pisado la tierra: lo que hacemos o no por otros,
lo hacemos o no por nosotros mismos; lo que hacemos a otros lo hacemos al TODO
UNIVERSAL.
Esta gran lección de interdependencia, es el mensaje que debe aprenderse
en la escuela de la evolución y el lenguaje en el cual se escribe el del
AMOR.
Si yo avanzo, avanzamos todos; si yo me detengo, nos detenemos todos; por
ello lo que hago por otro, por mi lo hice y lo que no , por mi lo dejé de
hacer.
Redimir a otro es reconciliar, a través de un acto de Amor, los hechos
que lo amarran y detienen en su camino de evolución, entendiendo que al
liberarlo nos liberamos todos. Es hacer una reconciliación a nombre de otro u
otros seres, con la intención de desatarlos.
Proceso de
la Técnica
Entendiendo lo anterior un acto de redimir parte de una relajación o
interiorización. (Puede hacerse meditación si se conoce alguna
técnica)
A
continuación nos ponemos en la presencia de DIOS el universal, sintiéndolo como
esencia de nuestro ser, pues es Él el GRAN REDENTOR.
Invocamos a los Guías Personales y a los de aquellos seres a quienes
vamos a redimir para que envíen sus fuerzas y energías para hacer más eficaz el
proceso. Si no se conocen sus nombres, simplemente se les pide su presencia de
una manera general, pues ellos, aún así escuchan.
Luego imaginamos en presencia nuestra a aquellos seres involucrados en
nuestra reconciliación y sentimos que desde las alturas llegan a nosotros
grandes y puras energías que limpiarán y disolverán los lazos que los mantienen
atados entre sí. Sentimos cómo las palmas de nuestras manos se cargan de ellas y
levantándolas en dirección a aquellos que queremos reconciliar, imaginamos que
las energías son irradiadas hacia ellos, limpiando de sus mentes y espíritus
todo aquello que los ata.
Todo perdón ha sido pedido y otorgado; toda gratitud ha sido dada y
recibida; todo pacto que amarre en desarmonías e impida la evolución libre, ha
sido disuelto.
A
medida que nuestras energías de purificación hacen su limpieza, observamos cómo
son desalojadas aquellas impuras y las imaginamos como grandes nubes
oscuras.
Como paso fundamental Y QUE NO DEBE OMITIRSE, enviamos con nuestra mente
con destino a DIOS y a los Seres de Maestrías, aquellas impurezas,
pidiéndoles que las transmuten y transformen de nuevo en fuerzas positivas que
irán a otros sitios del Universo en donde hay seres que necesitan de
ellas.
Como acto final, damos gracias a todos ellos.
No debe olvidarse que siempre al hacer un desalojo de energías
(Reconciliación, redimir, curación, sanación, etc.), es necesario enviar a
transmutar esos fluíres, pues de lo contrario quedarán libres y vagando por el
espacio, pudiendo afectar a aquellos seres cuyo nivel de vibración personal sea
compatible con ellas, ocasionándoles grandes daños y trastornos en sus vidas
materiales y espirituales. DIOS es el gran transmutador. A Él podemos dirigirlas
siempre.
En
Síntesis
1)
Cerrar los
ojos.
2)
Ponernos en
presencia de DIOS UNIVERSAL.
3)
Ponernos en
presencia de los Seres Guiadores, Protectores y de Maestrías nuestros y de
aquellos a quienes deseamos redimir.
4)
Llamar de
igual manera, a estos últimos.
5)
Sentir que
somos llenados desde las alturas de grandes energías purificadoras que se
concentrarán en las palmas de nuestras manos.
6)
Imaginar
mentalmente cómo de ellas se irradian estas fueras sublimes que van limpiando y
desatando las ataduras entre aquellos seres.
Pedir y dar perdones, recibir y dar gracias y disolver los pactos
incumplidos.
7) Enviar estas
impurezas a las alturas con destino a ser transmutadas; para ello nos ayudamos
con ademanes de las manos, como barriéndolas hacia arriba.
8) Dar
gracias.
AL
PLANETA
Esta técnica tiene como finalidad contribuir a la limpieza y purificación
de un planeta que, como el nuestro, ha sido el depositario de todos nuestros
actos de todas nuestras vidas; ha sufrido el maltrato, la indiferencia, la
ingratitud de unos seres que llamados a ser los regidores de todo lo que en ella
existe, han olvidado su labor y se han convertido en su más grande enemigo y su
mayor amenaza.
Decíamos, al hablar de los redimires generales, que todo en el Universo
era ínter relación, que estamos formados por miles de millones de seres más
pequeños que nos componen y a quienes regimos; pero al mismo tiempo, somos
células de un organismo mayor que nos acoge en sí: La Tierra; somos producto de
ella; nuestros cuerpos surgen de ella y en ella hemos tenido nuestro hogar por
miles de años. En ella hemos sido y hemos llegado a ser lo que somos; somos
pares de ese cuerpo y lo que al todo afecta, a las partes también y
viceversa.
Madre y humanos (Humano es todo ser natural de la Tierra: mineral humano,
vegetal humano, animal humano, hombre humano) son como Madre e Hijos; van por
caminos diferentes, en estados diferentes, pero su meta es la misma: DIOS, el
todo universal.
Por ello nuestro deber es ayudarle en su propio sendero evolutivo; somos
su sistema nervioso; haciendo por ella, hacemos por nosotros; haciendo por
nosotros, hacemos por ella.
Redimir a la Tierra es tomar el cúmulo de energías negativas que han sido
depositadas en ella como fruto de las acciones de todos los seres humanos
(minerales, vegetales, animales y hombres) de todos los tiempos y disolverlo por
el Poder Reconciliador y Transmutador de DIOS EL UNIVERSAL, pidiendo a ÉL y a
ELLA perdón por todo aquello y al mismo tiempo, inundándola con el más ferviente
sentimiento de Amor Universal, como corresponde para con una
madre.
Proceso de
la Técnica
Básicamente la mecánica del redimir hacia la Tierra, tiene el mismo
enunciado de la técnica antes explicada, que se hace con fines generales;
solamente varía el destino de las energías que irradiamos y es como
sigue:
Luego de cerrar los ojos, nos interiorizamos.
Nos ponemos en presencia de DIOS universal, el gran redentor; le pedimos
que acepte este Redimir como aporte al Plan Universal y como ayuda en la
purificación de la Madre Tierra.
Invocamos también a nuestros Guías Personales para que alimenten con sus
energías este acto y lo hagan más eficaz; imaginamos que llegan que llegan a
nosotros concentrándolas en nuestras palmas.
A
continuación pedimos perdón a nuestra tierra por el olvido, la desconsideración
e ingratitud con que la hemos tratado durante todas nuestras vidas en
ella.
Con nuestras palmas dirigidas hacia su superficie, imaginamos cómo todas
aquellas energías de pureza, grandes, fuertes, blancas y muy brillantes,
penetran en nuestro Planeta Madre y van desalojando aquellas enormes masas
oscuras, negras y densas, que constituyen el producto de nuestras malas acciones
y las de todos los humanos y que se han ido acumulando en su
interior.
Esos fluíres negativos los enviamos a las alturas haciendo ademanes con
nuestras manos, como barriéndolas pidiendo a los seres d Maestría y a DIOS el
creador, para que los transmuten en energías de bien, que pueden ser utilizadas
por otros seres del Universo que las necesiten.
Finalmente, damos las gracias.
En
Síntesis
1)
Cerrar los
ojos
2)
Interiorización (Meditación, relajación u otro)
3)
Ponernos en
presencia de DIOS el creador.
4)
Ponernos en
presencia de nuestros Seres Guiadores, Protectores y de
Maestrías.
5)
Sentir que
somos llenados desde las alturas, de grandes energías purificadoras que se
concentrarán en las palmas.
6)
Imaginar cómo
de ellas se irradian hacia La Tierra fuerzas sublimes que van desalojando los
fluíres de negatividad que en su interior se han
depositado.
7)
Enviar estas
impurezas a las alturas con destino a ser transmutadas; para ello nos ayudamos
con ademanes de las manos como barriéndolas hacia
arriba.
8)
Dar
gracias.
De nuevo se hace énfasis: La eficacia de un Redimir,
dependerá en gran parte del Amor y la Convicción con que se
realice.
Mis amores.
Raúl Yepes.
Casa de
Sirio
