Lección Once De "El Arte de
la Pacificación Espiritual" - James Twyman
Traducción: Andrea
Mussini Los comentarios entre paréntesis son de Antonio
Llorente
Estamos en un viaje hacia el despertar. En realidad éste es un
viaje que te conduce de vuelta a donde siempre has estado. Ninguna distancia ha
sido atravesada, pues nunca has dejado verdaderamente tu Hogar. El Pensamiento
de Dios nunca ha dejado su fuente (Dios), y (no obstante) ese pensamiento ha
sido identificado (por ti) como Tú (el Yo, Dios). Y ahora una nueva Luz amanece
sobre tu mente abierta, pues has comenzado a abrazar una antigua experiencia
(que ya tuviste) que te lleva a tu total Iluminación. Tu iluminación está al
alcance, y la Gracia de tu derecho de nacimiento (como hijo de Dios),
repentinamente llena tu alma.
La conciencia de tu iluminación ocurrirá en
tres etapas. Esto es lo que estamos llamando "Las Tres Iluminaciones".
1.
Mente Iluminada 2. Corazón Despierto 3. Alma Realizada
Ten en
cuenta que me refiero a esto como la "Conciencia de tu Iluminación". Esta es la
distinción crítica que debe ser observada y luego aceptada antes de que ocurra
un cambio real. ¡YA ESTÁS ILUMINADO! De hecho, no hay nada, excepto este estado
aparentemente evasivo en todo el Universo, perfectamente revelado (concienciado)
a cada momento como Tú. No puedes elegir si esto (el Universo) es verdadero o
falso, pero puedes elegir si eres conciente de ello. Hasta ahora has elegido
vivir dentro de las ajustadas represiones del ego, completamente identificado
con su errónea versión de quién eres Tú y para qué es el mundo. Pero ahora una
Luz ha abierto tu mente, y por lo menos eres capaz de considerar la posibilidad
de que eres tan amado por Dios, que la Gracia te envolvió en el instante en que
fuiste concebido por la Eternidad, y te envuelve todavía. Mientras te entregas a
este Amor (que crees posible), te sentirás despertando a la visión del Mundo
Real, un lugar en el cual no existe el tiempo, y tu Santidad brilla para
siempre. Primero se abrirá tu mente (y te liberarás de ella), luego tu corazón
(que ya no podrá contenerte), y finalmente tu alma entera (y se derribará la
última barrera, la de tu Yo). Durante las próximas lecciones examinaremos estas
etapas, y cómo puedes usar la Rueda Emisaria para estimular este
proceso.
La primera Iluminación: La Mente
Iluminada.
Esta es la Luz que destrozará tu percepción de todo lo que
pensaste que era verdadero, y todo lo que valoras en el mundo. Su efecto es más
fuerte que cualquier cosa que puedas considerar con tu mente. Imagina que has
estado sentado en un oscuro ropero por muchos años, cuando repentinamente la
puerta se abre hacia un cielo despejado. El sol está directamente arriba, y eres
cegado por su efecto. Ahora multiplica esto por cien y luego por mil, y recién
entonces estarás cerca de la poderosa apertura (de la mente) que experimentarás
cuando amanezca la Primera Iluminación. Verás el mundo a través de nuevos ojos,
y creerás que finalmente has llegado al final de tu viaje.
Pero no has
llegado. Es sólo la primera parte de tu despertar, y es esencial que no aceptes
esto. El contraste sólo es suficiente para convencerte de que ya debes haber
adquirido plena iluminación, pero el ego todavía se aferra a las paredes de tu
mente, y tiene miedo de seguir avanzando. Definiremos el ego como la parte de Ti
que cree que estás separado de todo lo que existe. Esto no es real, así como TU,
o el concepto que tienes de Ti mismo, no es verdadero. Esta es tu salvación
(pues ahora tratarás de quitar las barreras). Ahora miras hacia el mundo que
creaste, y te das cuenta que Tú lo creaste. ¿Entiendes? Ya no eres el efecto,
sino la causa, y así comprendes tu poder. Pero el (solo) poder (de la mente, que
aporta las formas) sin un corazón despierto (que aporta los contenidos) no es
nada, así que nos movemos hacia la segunda etapa.
La Segunda
Iluminación: Corazón Despierto
Reconocerás a un maestro que ha
alcanzado la segunda etapa por su buena voluntad de dar todo a todos. ¿Cómo
puedes contenerte (en la inacción) cuando el Universo te está dando a cada
momento? Tu corazón explota, y se convierte en un río que refresca a todos los
seres. Llegan a ti con las lenguas resecas, y beben de la Gracia que fluye desde
las profundidades de tu interior. Cuando los miras, sólo ves al Amado, pues
sabes que sólo el Amado existe, y tu alabanza no tiene comparación. Las palabras
no pueden hablar de este estado, pues sólo son los conceptos de un mundo que ya
no existe para Ti. Y aún así, hay un nuevo lenguaje que has aprendido, el
lenguaje del corazón, del Amor mismo. Eres ese Amor AHORA. En el instante en que
la Segunda Iluminación ocurre, la primera cosa que te dirás a ti mismo es "¿Cómo
pude no ver esto antes (vivir sumergido en el amor, siempre en el ahora)? Es la
cosa más obvia en el Universo" Y así es contigo y todos los seres, pues el
Corazón Despierto revela aquello que no puede cambiarse adentro tuyo (el Ser).
Pero tú no has terminado todavía. Queda aún una apertura final, la tercera
etapa.
La Tercera Iluminación: Alma Realizada
De esto no
podemos hablar. En el momento en que trates de conceptuar este estado, vuelves
al mundo de la forma, el mundo que el Alma Realizada ve, pero solo a través de
ojos semi-abiertos. No sería verdadero afirmar que se está en el mundo, así como
tú tampoco estás en el mundo ahora mismo. Pero el verdadero maestro ve a ambos
(mundos) adentro de ellos (de ustedes), y de ese modo se convierte en el puente
que conduce a otros a la vasta Luz de la Realización. Párate al lado de ellos
(los no iluminados), y estás sólo a un paso de distancia. Entra en ti mismo, y
te darás cuenta de que no hay ningún paso. Estaba todo en tu mente (como tu
creación intelectual), luego en tu corazón (como tu sentimiento), y ahora es
sólo un recuerdo que se descolora, como lo hace el cielo oscurecido cuando
amanece. Las sombras que te asustaron (la oscuridad y el vacío) aparecen como
amigos inocentes, y te encuentras a ti mismo envuelto en una profunda e
incomprensible Paz. Estás en casa, el Hogar que nunca dejaste, excepto en tu
imaginación. No hay ningún lugar a donde ir ahora, pues la Luz ha venido a ti
finalmente (iluminando la oscuridad de tu mente y llenando el vacío de tu
corazón).
Y aún así, a través de estas tres etapas de tu iluminación,
nada ha cambiado. Eres el mismo que siempre has sido. (Mas ahora,
despierto)
Hermano
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