GRACIAS POR PUBLICAR ESTE CONTENIDO, LOS AMO
SIN RESENTIMIENTO
El individuo (in-diviso) así dispuesto se despoja del cáncer energético que
enferma y devasta a quien lo atesora: el resentimiento. Clic descubridor de la
verdad contenida en la Ley del AMOR; faro revelador de que cualesquiera sea la
circunstancia, ésta está destinada para encender la luz del linaje
divino/vivencial-celestial, en la experiencia/apariencia-humano-terrenal. Estado
de conciencia y estilo de vida atento al riesgo no eliminable, sí gobernable y/o
disminuible de que “… (Sidi Abderrahman) la gente, en este mundo, está como en
una sala de cine, vueltos todos hacia la pantalla. La pantalla presenta hombres,
mujeres, niños, ciudades, aviones, coches, animales que meten ruido y que nos
impresionan, —para quien permanece ligado a la pantalla, totalmente apasionado
por el drama, su mirada no sobrepasa lo que le presenta la pantalla. Mientras que
el que vuelve la espalda a la pantalla percibe el haz de luz y ahí él adquiere la
convicción de que todo lo que existe en la pantalla no es más que Luz que se
manifiesta bajo todas las formas. Por todas partes donde él posa su mirada, no ve
más que Luz”
Ser empoderado/a de sí mismo/a, es discernir que absolutamente todo acto,
palabra, hecho, situación, etc. ESTÁ para despertar la eternidad tecnológica
interior inmune al engaño declarante de lo transitorio, como trascendente; elixir
sanador de todo aquello que requiere ser sanado –equilibrado- para Bien del UNO
de humanidad individualmente omniversal de criatura/creación. Afirmación sentida
por el Sen, cuando dice: “quien quiere obtener un beneficio, deberá ver el
beneficio de los demás”.
Navegar SIN RESENTIMIENTO, es saber –más que creer- que todo cuanto sucede
está para ser bautizado por cada UNO, como el guión perfecto, preciso, precioso y
propicio para crecer en amor, sabiduría, y compasión, destino de todo progreso
espiritual; es leer la receta visible e invisible (interiormente visible),
significada en no resistirnos, ni resentirnos ante el diario desafío que nos
llega y resucita. "Permanezco en el ser espiritual y como alma sirvo.
Permanezco en la LUZ, y a medida que esa LUZ brilla a través de toda mi forma,
irradio esa LUZ. Permanezco en el AMOR de Dios y, a medida que ese amor afluye
desde el corazón y a través del mismo, magnetizo a
quienes busco ayudar" (Mantra metafísico).
Danzar SIN RESENTIMIENTO, es obrar siendo justicia sin cólera, consciente
que desde mí –sin castigar a nadie- emprendo el cambio que cambia el actual
estado de las cosas; es acoger todo suceso como fertilizante de nuestro
empoderamiento espiritual. Clímax de playas inseminadas, y rocas esculpidas al
ser tocadas por las olas de lo circunstancial superado sin dejar de Ser Luz,
Amor, Paz. “Ni penas ni alegrías pueden desviarle de su sendero ni cosa alguna
que le ocurra será capaz de torcer su dirección. Ve el sendero y lo huella; ve la
meta y va en pos de ella”.
Vivir el día a día SIN RESENTIMIENTO, es sobrevolar sus riscos, vericuetos
y andurriales; es perseverar en la templanza del sendero elegido, ¡¡¡siéndolo!!!;
es renacer a que ningún tránsito de placer, dolor, pereza, hastío, desencanto,
ansiedad ni ofrecimiento de halagos nos desalienten de la trascendencia
vivenciada; es sostener la incapacidad de desviarnos del Centro Crístico que nos
habita; es paladear todas las estaciones del ánimus; es fortificar el aguante
adivinador del para qué del titiksha que nos honra con el develamiento de
mayores tesoros. “Se nos concede la Gracia cuando vivimos más con la
consciencia del alma y
menos concentrados en el ego”.
Asumir el sendero del Edén, con actitud de paraíso encarnado, nos dispone a
efectuar en menor número de vidas lo que en centenares de ellas habría de cumplir
–como especie- el hombre del mundo. Ejercicio intensivo semejante a los créditos
académico-universitarios que, optados, nos promueven más rápido de nivel.
Sabiendo que en la evolución espiritual, se posee de verdad aquello que, en sí
despierto, se practica. Crisol transformar de lo no venido de la luz, en LUZ.
”La violencia transformada en ahimsa, cultiva y acrecienta la Paz” (Génesis).
Resistir siendo ahimsa, por ejemplo, cuando anhelosos de subir a la cima de
la montaña, no seguimos el normal, largo, o trazado camino serpenteado a su
falda, sino que optamos ascender a campo travieso, diciéndonos "voy a
encaminarme derechamente por la falda a la cima y no perderé tiempo en recorrer
ese meandro larguísimo, aunque cómodo y suave, trillado por las miríadas de pies
que lo hollaron. Iré por el atajo, por el sendero corto que conduce derechamente
a la cima. A pesar de todas las dificultades escalaré la montaña. Subiré a la
cumbre por muchos que sean los obstáculos. Si hay precipicios, los cruzaré; si
peñascales, treparé
por ellos. De un modo u otro venceré o soslayaré los impedimentos, pero estoy
resuelto a escalar la cumbre".
Vivir SIN RESENTIMIENTO, es vislumbrar desde el estado interno, que las
dificultades halladas, salvadas y superadas, es el cincel con que
maravillosamente la naturaleza nos esculpe como la obra inédita de Dios
Padre-Madre-Espíritu en la Tierra; ser-eres coparte reevolutiva de la humanidad
recuperada a su divinidad. "Las personas que se equivocan de buena fe son dignas
de compasión, pero nunca de castigo”, (Sócrates).
Elegir el camino no labrado, escabroso sendero provisto de nuevos
amaneceres, desarrolla la vida del Ser dispuesto al incesante renacer
multidimensional de su Espíritu. Uso del libre albedrío que lo catapulta
al comos de enmiendas akásicas venidas del equilibrio en sí recuperado.
Lecciones, elecciones y comprensiones conducentes a hacer del karma, crisis,
prueba, o crecimiento, afluente efectivo de ascensión a mayores estados de
conciencia; estando su sentido en hacer de todo “problema” oportunidad
amorosamente acogida y superada al ser reevolucionada (accionar de modo
distinto); siendo ilógico, por tanto, que ante su presencia caigamos presos del
minador de toda prosperidad individual y colectiva: el resentimiento.
Fluir SIN RESENTIMIENTO, es la victoria secreta yaciente en contemplar y
recibir lo sobrevenido, como los naturales hitos del guerrero/a dispuesto/a a
recordar su estirpe. Grial renacido de la Memoria-Identidad de Ser amo/a y
señor/a de circunstancias, no esclavo/a merced a ellas. Aprehendizaje que nos
recupera como natos hijos/as de la LUZ; criaturas gozosas de librar desde el
universo espiritual, todo “obstáculo” del mundo material. Adiestramiento
evolutivo concebido de ser cursado en este Planeta llamado Tierra,
especializado en activar el uso de las herramientas de libre albedrío y voluntad
espiritual.
Vivir SIN RESENTIMIENTO, es responsabilizarnos del aquí y ahora de la
eternidad sin tiempo; bálsamo fortificador de la FE o shraddha; confianza
fundamentada en sabernos completos y listos/as para desarrollar la experiencia
humana optada y asumida, concientes de que la dote divina está en el interior,
dispuesta a ser activada e invertida para Iluminar –sin excepción- todo lo que a
nosotros llegue. “Brota la confianza a manera de flor que se abre bajo la
influencia del sol y de la lluvia”. “Cuando confías en ti mismo, confías en la
sabiduría que te ha creado” (Jesús)
El milagro, misterio y trascendencia reUnida en el titiksha o SIN
RESENTIMIENTO, en el shraddha o FE, radica en confiar en el/ la Maestro /a
Primigenio/a que nos habita; Espíritu/a que nos provee de certeza interna
emancipada de las superables flaquezas venidas del halago externo, humano, e
intelectual. Certeza reveladora del legado recibido como ser-eres creados a
imagen y semejanza de Dios; software divino destinado a retoñarnos al HOGAR
provisto para cada criatura-FUENTE de Cristicidad, Instrucción, Guía, Vivencia e
Iluminación no sujeta a la forma. Paraíso en el que “ver un mundo
en un grano de arena, un cielo estrellado en una flor silvestre, tener el
infinito en la palma de su mano y la eternidad en una hora” (poeta inglés
William Blake), nos integra a la Gracia que llena de sentido y alegría el hoy
eterno.
SIN RESENTIMIENTO, despertamos a la unidad de Ser extensiones omniversales de
Dios/a, energía suministradora de variados puntos de vista –inhalaciones- de la
entidad única, que implica discernir a todas las cosas y personas del mundo, como
reflejo de la otra versión de nosotros mismos. Descubrimiento del tú y yo somos
lo mismo, todo es lo mismo, que despeja la realidad distorsionada por la ficción
del separatismo evasor de que todos, al ser espejos de los demás, tenemos la
oportunidad de aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. Como cuando
en la nitidez de nuestras abuelas se decía un elogio, el destinatario de él
contestaba “con sus reflejos”…; o como cuando de mi madre Isabel aprendí a darme
cuenta de que sí alguien nos dirige un comentario
con intensión de agravio o no, atinente es contestar: “dándome lo que le sobra”.
En suma, re-apreHender que “Yo soy el mundo, el mundo eres tú”, (Krishnamurti),
nos renace a interactuar sumergidos en la pedagogía vivencial del AMOR, como el
arte de los encuentros provechosos.
Titiksha es recibir todo lo sobreviniente, como el maestro escultor de mayor
hermosura, brillo y grandeza al servicio del Dios/a encontrado indivisible en sí
y el prójimo. Concientes de que sin negación, lo hallado en el otro, dentro de
uno habita activado, esculpido, adormecido, superado o pendiente de ser
integrador de mayor crecimiento interior. Asociar el espejo correlacionador de
relaciones con circunstancias, hechos, personas, situaciones, etc. –sin negarse a
sus lecciones- nos recuerda lo que somos o no, sin caer en el engaño de juzgar,
resentir, justificar, condenar, o criticarse a sí, con el disfraz de hacerlo
en el otro. “Ver la paja en el ojo ajeno, no la viga en el propio”.
Situación ésta, que descubre nuestro yo no circunscrito, por lo que el sentido
de desarrollar relaciones con el todo de todos, nos remite a la dinamia de
crecimiento más importante: “todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de
mí mismo”.
Las relaciones SIN RESENTIMIENTO maduradas, son en sí y para sí, una
herramienta de evolución espiritual en pos de la unicidad en la conciencia.
Útero gestante inevitable de omnisciencia nutrida de avances sobrevinientes, al
empezar a reconocer esa interconexión cotidiana del todo con la parte. Así, las
relaciones con el entorno mental, emocional, material, físico y espiritual
conducidas SIN RESENTIMIENTO, a más de ser una manera efectiva para alcanzar la
unidad en la conciencia, nos entrelaza con cercanías cósmicas preparatorias para
lo porvenir. Red presencial en las relaciones con padres, hijos, amigos,
compañeros
de trabajo, relaciones amorosas, casuales, biológicas, elegidas, espirituales,
etc., como maestros/as destinados a -con su modo se ser y estar- adiestrar lo por
madurar en nuestro interior. “Resistir es permanecer como
ausentes cuando viene el mal. Si no estoy en la personalidad, nada me llega, nada
me hiere. Si estoy en la personalidad estoy presentando un flanco muy importante
y cualquier disparo
me mata” (Carmen Santiago).
Discernir –SIN RESENTIMIENTO- que lo circundante a todas las relaciones,
entendidas éstas como la conversación interior de yo con yo, respecto a cosas,
hechos, circunstancias, personas, trabajos, retos, situaciones, adversidades,
etc. son en esencia potenciales experiencias espirituales, nos resucita a
comprensiones libres del ariete del ego, apego, y miedo que ancla la emancipación
del individuo (indiviso), vista como el confluir materializado del reflejo
descubierto en la relación que el diálogo interno, respecto a ella, transparenta.
Activación de nuestra memoria celular reevolucionable de los estados de amor, o
rechazo sentidos hacia la relación, como fiel reflejo de
nosotros/as mismos/as. En suma, lo que en el otro veo, noto, resalto, exalto, me
gusta, no me gusta, proscribo, oropelo… en mi se encuentra listo para ser
reconocido, recuperado, transformado, practicado, erradicado,
¡¡¡RE-EVOLUCIONADO!!! Porque SUPERA, no copia ni reedita, el estado en que esta
relación se halla.
En definitiva, somos lo que vemos, por lo tanto, el ojo se detiene en aquello
que ve. Por lo que apreHender, SIN RESENTIMIENTO, a convivir con el/ la Uno
mismo/a que en la/el todo palpita, tiene la virtud de invitarnos a reflexionar
respecto a: “¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que
tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos
estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros
podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos
rechazo hacia
las personas que nos reflejan las características que negamos de nosotros. Si
sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú
y esa persona tienen características en común, características que no estás
dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían” (Deepack Chopra).
Discernir que nos perturban las características personales de quienes
frecuentamos o no, a la vez y simultáneamente, nos sirve para darnos cuenta de
que ello proviene de la autorización que el resentimiento inocula, como creencia
de que somos mejores que quien su comportamiento actitudinal nos permitimos
juzgar y/o justificar, sin atender que aquello sucede porque nos recuerda ese
“algo” que no queremos reconocer, mejorar, ni recuperar en nosotros, o que por
haberlo hecho y superado, nos autorizamos usarlo como argumento invocativo de
“superioridad moral, emocional, experimental, intelectual”. Maniqueísmo “elevado”
de una barbarie civilizada presa del contra, o a favor que la caracteriza.
SIN RESENTIMIENTO, vernos reflejados y/o proyectados en/por las relaciones
cotidianas, abre la escotilla que impedía ejercitar nuestro diálogo intimo
sobre ellas, ya no en contra ni a favor de ellas, mancuerna mutilante de
toda introspección. Instante en el que lo sobrevenido es convertido en
herramienta de expansión de conciencia omniversal expresada en circunstancias y
relaciones, como el almácigo atento a que:
“La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te
atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia?
Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también
florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso
de convertirte en ti más plenamente. Lo mismo se aplica a las personas hacia las
que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender
y aceptar tus características menos atractivas.
La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes
ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si careces de la
capacidad para actuar con maldad. Gastamos gran parte de nuestras vidas negando
este lado oscuro (perfecto por perfectible) y terminamos proyectando esas
características oscuras en quienes nos rodean.
¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos
equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y
otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no
están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una
persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de
la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es
otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual.
Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y
oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos,
nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y
el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas. Cuando
estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos
empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones.
Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en
algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos
distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia
universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás
están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de
las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto
es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos
de nosotros.
Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características
negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente
características positivas. La presencia de características negativas sólo
significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más
fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito. Una vez que puedas verte en
los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa
conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de
las relaciones” (Deepak Chopra)
Emprender SIN RESENTIMIENTO, o GANANCIA MAGNIFICANTE, la expresión de
circunstancias, situaciones, hechos, vivencias, y/o personas llegadas a nuestra
vida, como expansión de unicidad interna/externa, nos facilita aprehender que no
existe mayor Victoria Secreta que la de gobernarnos a nosotros mismos/as ante su
presencia; Victoria resuelta a encontrar el reto, la bondad, la hermosura, y
eternidad yaciente en el todo de todos -amén la interpretación de cada quien-,
como la malla curricular del real engranaje educativo trasmisor de valores.
Sentido trascendente de su presencia.
Recibir y dejar partir -SIN RESENTIMIENTO- lo que visita nuestro lecho de
vida, detona Alabanza, Agradecimiento y Amor a la VIDA por el Masterado vestido
de circunstancias inseminadas de incertidumbres y certezas aprehendientes de que
el maestro llega cuando el alumno/a está listo/a y dispuesto/a a crecer en amor y
sabiduría. Raíz (Dios/a) y Alas (libertad) fortificadas para Ser Ministros/as del
Nuevo Pacto, el del Espíritu que da vida -no el de la letra que sin él da
muerte-. Destino del destinatario/a de todo progreso Espiritual, conciente de
SER AMANTE ENCARNACIÓN DEL AMOR ACCIÓN dispuesto/a a hacer de la letra
hallada, Esencia de VIDA emancipada de ella. Y, ante ella, accionar desde el Amor
que todo lo supera.
AMOR
"Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el Amor.
Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el Amor.
Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el Amor.
Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el Amor.
Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el Amor.
El Amor es siempre la
respuesta...
Porque el Amor es todo lo que existe" (Madre Teresa de Calcuta)
Gracias preciosos hermano/a por elegir dejarnos tu huella de Luz y Amor,
tatuaje aprehendiente de que SIN RESENTIMIENTO:
ü “las verdaderas batallas se ganan permaneciendo en la Luz”
(Carmen Santiago), y de que “la Paz reside en la Buena Voluntad ”
(San Agustín)
”La muerte nos redime. Morir al odio nos redime al amor como fuente de vida,
desarrollo y paz”
Génesis
victoriassecretas2002@...
http://www.actosdeamor.com/victoriassecretas.htm