Discurso de los Lirycus #1
Experimentando el Navegador de la Totalidad
Estudiante: ¿Qué me impide experimentar mi ser más íntimo?
Maestro: Nada.
Estudiante: ¿Entonces por qué no lo experimento?
Maestro: Por Temor.
Estudiante: ¿Entonces, el temor me lo impide?
Maestro: Nada te lo impide.
Estudiante: ¿Pero no acabas recién de decir que el miedo es la razón por
la que no puedo experimentar este estado de conciencia?
Maestro: Si, pero no te lo impide.
Estudiante: ¿Entonces, qué lo hace?
Maestro: Nada.
Estudiante: ¿Entonces qué papel juega el miedo?
Maestro: ¿Si estás en prisión, qué temerías más cuando sueñas en ser
liberado?
Estudiante: Volver a prisión... ¿Entonces, estás diciendo que temo
experimentar mi ser más íntimo porque retornaré a mi ignorancia?
Maestro: No. Estoy diciendo que tu miedo a la ignorancia te mantiene en
ignorancia.
Estudiante: Estoy confundido. Pensé que estabas diciendo que yo temía a la
experiencia de mi Superior ser, pero ahora suena como si me estuvieras
diciendo que temo mi ser humano. ¿Cuál es?
Maestro: Tienes miedo al regreso a tu Ser Humano luego de experimentar la
parte Dios dentro tuyo.
Estudiante: ¿Por qué?
Maestro: ¿Si estás sediento en el desierto, qué es lo que desearías por
encima de todo lo demás?
Estudiante: ¿Agua?
Maestro: ¿Entonces, si te diera un vaso de agua, estarías satisfecho?
Estudiante: Si.
Maestro: ¿Por cuánto tiempo?
Estudiante: Está Bien. Veo tu punto. Lo qué más desearía por encima de
todo sería estar cerca de agua, así podría beber cuando quisiera, o mejor aún,
querría dejar el desierto por completo.
Maestro: ¿Y si amaras el desierto, tendrías miedo de dejarlo?
Estudiante: ¿Tú estas diciendo que temo la experiencia de mi ser más
intimo porque querría dejar este mundo atrás, pero cómo puedo tener miedo a esto
cuando no tengo en absoluto la experiencia de ello?
Maestro: Este no es el miedo que inunda tu cuerpo cuando alguien está por
matarte. Es el miedo de la sombra tan misteriosa, antigua y primordial que tú
sabes inmediatamente que trasciende esta vida y este mundo, y que su conocimiento
te cambiará irrevocablemente.
Estudiante: ¿Así que es realmente a este cambio a lo que temo?
Maestro: Es a la irrevocabilidad del cambio a lo que temes.
Estudiante: ¿Pero cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que temo a esto tanto que no
puedo experimentar mi ser más íntimo?
Maestro: Para poder mantener al instrumento humano en interacción estable
con este mundo, los diseñadores del instrumento humano crearon ciertas
restricciones sensoriales. Debido a que estas no fueron absolutamente efectivas,
también fue diseñado dentro de la Mente Genética de la especie humana un miedo
instintivo de ser desplazado de su realidad dominante. Por estas dos razones es
que lo sé.
Estudiante: Pero esto no es justo. ¿Me estas diciendo que mi capacidad de
experimentar mi ser más intimo ha sido disminuida por los mismos seres que lo
diseñaron? ¿Por qué? ¿Por qué debería estar continuamente frustrado de saber que
tengo una parte de Dios dentro de mí pero con la que no puedo interactuar?
Maestro: ¿Amas este mundo?
Estudiante: Si.
Maestro: Tú estas aquí como un instrumento humano para interactuar con
este mundo y afinarte a su realidad dominante, y traer tu entendimiento de tú ser
más íntimo a este mundo incluso si este entendimiento no es puro, fuerte o
claro.
Estudiante: ¿Pero si tuviera esta experiencia de mi ser más íntimo, no
podría traer más de este entendimiento a este mundo?
Maestro: Esta es la falacia que te frustra. ¿Tú piensas que la experiencia
de esta sublime energía e inteligencia puede ser reducida a una traducción
humana?
Estudiante: Si.
Maestro: ¿Entonces cómo?
Estudiante: Puedo enseñar a otros como se siente estar en armonía con sus
almas. Puedo traer más luz a este mundo e inspirar a otros a buscar esto dentro
de si mismos. ¿No es esto lo que tú haces?
Maestro: ¿Te he enseñado acaso cómo alcanzar este estado?
Estudiante: No, pero me has inspirado.
Maestro: ¿Estás seguro? ¿No acabo de decirte que no puedes experimentar
este estado en el instrumento humano? ¿Es eso inspiración en tu definición?
Estudiante: No me refería en este específico caso, pero me has inspirado a
pensar más profundamente en los asuntos y problemas que me confrontan.
Maestro: ¿Si quieres traer más luz a este mundo, por qué la interacción
con tu ser más íntimo te capacitaría para hacerlo?
Estudiante: Es justo eso. No se si lo hará. Solo parece lógico que sí lo
haría. ¿No tienen todos los buenos maestros este conocimiento? ¿No lo tienes
tú?
Maestro: Es cierto que hay maestros quienes pueden cambiar sus realidades
dominantes, y han aprendido a integrar esto en sus vidas sin perder equilibrio o
efectividad en este mundo, pero son extremadamente raros.
Estudiante: Lo sé. Pero es lo que aspiro a aprender. ¿Se aprende no?
¿Puedes enseñarme?
Maestro: No, no se aprende. No es enseñable. No se adquiere mediante
instrucción, técnicas esotéricas o procesos proféticos.
Estudiante: ¿Entonces cómo estos maestros que tienen esta habilidad la
adquirieron?
Maestro: Nadie adquiere esta habilidad. Ese es mi punto. Ningún maestro
dentro de un instrumento humano sobre la Tierra en este momento, o en alguno
previo, tiene la habilidad de vivir como un humano y simultáneamente vivir como
un fragmento de Dios. Tampoco ningún maestro hace malabares entre estas
realidades con certeza y control.
Estudiante: Me sorprende oír esto. ¿Por qué es esto así?
Maestro: Por la misma razón que te dije más temprano. ¿No piensas que esto
se aplica a todos los humanos?
Estudiante: ¿Incluso a Jesús?
Maestro: Incluso a Jesús.
Estudiante: ¿Entonces por qué tengo este deseo? ¿Quién puso esta noción
en mi cabeza de que podría ser capaz de experimentar mi más intimo ser o
fragmento de Dios?
Maestro: ¿Si uno experimenta el viento, no entiende algo de un huracán?
Estudiante: Supongo.
Maestro: ¿Si nunca experimentas un huracán, pero experimentaste el viento
y la lluvia, quizás seas capaz de imaginar un huracán mejor que si nunca hubieras
experimentado viento y lluvia?
Estudiante: Pensaría que sí.
Maestro: Tal es el caso de Dios dentro del instrumento humano. Puedes
experimentar amor incondicional, belleza suprema, armonía, reverencia y
totalidad, y al hacerlo puedes imaginar las características y capacidades del
fragmento de Dios dentro de ti. Algunos maestros simplemente han tocado más el
borde del fragmento de Dios que otros, pero te aseguro, nadie ha entrado en sus
profundidades mientras vivió en un instrumento humano.
Estudiante: ¿Pero algunos maestros no viajan fuera de sus cuerpos?
Maestro: Si, pero siguen viviendo dentro de un instrumento humano mientras
viajan. Todo lo que he dicho aún se aplica.
Estudiante: ¿Entonces qué hago? ¿Renunciar a este deseo de tener esta
experiencia?
Maestro: Hay un pez que puede dejar su mundo subacuático sobre el
equivalente de alas. Aunque por un leve momento, experimenta el reino de los que
respiran aire. ¿Crees que este pez volador alguna vez ha deseado tocar una nube,
escalar un árbol o aventurarse dentro de un bosque?
Estudiante: No lo se... lo dudo.
Maestro: ¿Entonces por qué vuela sobre el agua?
Estudiante: Supongo que es un instinto, algo de un imperativo evolutivo.
Maestro: Exactamente.
Estudiante: ¿Entonces estás diciendo que esto es verdad para los humanos
también? ¿Nos esforzamos para experimentar nuestro fragmento de Dios debido a un
imperativo evolutivo o compulsión?
Maestro: Si, y como el pez volador, cuando quebramos nuestro mundo es solo
por un corto tiempo y caemos bajo la superficie otra vez. Pero mientras estamos
encima de la superficie de nuestro mundo, momentáneamente olvidamos que somos
solo humanos con un principio y un fin. A pesar de eso, no imaginamos que podemos
tocar la cara de Dios dentro de nosotros.
Estudiante: Pero lo hago. Siento que puedo, incluso que debería, tocar
este fragmento de Dios.
Maestro: Tú piensas de este modo porque tienes una esperanza exuberante e
ingenuidad de una persona no familiarizada con la experiencia de la Primera
Fuente.
Estudiante: ¿Entonces tú no te sientes de esta manera?
Maestro: Cualquiera afinado a las más altas vibraciones de su ser más
íntimo sentirá esto y será guiado por ello. La única diferencia es que yo me
contento en saber que no lo experimentaré mientras esté encarnado en un
instrumento humano.
Estudiante: ¿Y qué te provee este contento que yo no tengo?
Maestro: La habilidad de canalizar mi energía en este mundo más bien que
aplicarla en la persecución de otro.
Estudiante: ¿Pero pensé que habías dicho que es un imperativo evolutivo?
¿Cómo controlo este deseo o ambición?
Maestro: Vive en este mundo con toda tu pasión y fuerza. Ve el fragmento
de Dios en este mundo, incluso si es solo un faro disminuido o una luz cansada.
¡Míralo! ¡Nútrelo! No estés tan apurado de buscarlo en las profundidades de tu
corazón o mente donde crees que debería estar.
Estudiante: Es difícil no ser descorazonado por el sonido de estas
palabras. Es como alguien diciéndome que la visión que tuve fue meramente un
espejismo, o un truco de la luz.
Maestro: Este es un mundo de sombras y ecos. Puedes perseguir la fuente de
ellos si lo deseas, pero lo harás a expensas de dejar de vivir en este mundo.
Disminuirás tu experiencia de sombras y ecos, y esta es la verdadera razón por la
que encarnaste sobre este planeta en este momento.
Estudiante: Pero suena tan pasivo, como si me debería instalar a
experimentar este mundo, y no tratar de cambiarlo. Siento que estoy acá con una
misión de cambiarlo para mejor, y me estoy perdiendo alguna experiencia, de
alguna capacidad para hacer esto. ¿Qué es lo que siento y por qué?
Maestro: ¿Cuando experimentas la tibieza del sol, cambias al sol?
Estudiante: No.
Maestro: ¿Y si sostienes un trozo de hielo en tus manos, lo cambias?
Estudiante: Si. Empieza a derretirse.
Maestro: Entonces hay algunas cosas que las puedes experimentar y hay
otras que las puedes cambiar.
Estudiante: Y yo debería conocer la diferencia.
Maestro: Eso ayuda.
Estudiante: Lo sé. Es elemental. Pero no sé si me ayuda a sentirme menos
descorazonado.
Maestro: Si lo sabes, de acuerdo, pero no necesariamente lo practicas. Es
un principio de vida practicar discreción y discernimiento, y mientras que la
gente piensa que este concepto es elemental, es una diferencia crítica vivir en
un estado de plenitud o, como tú lo pones, de frustración.
Estudiante: Entonces no puedo cambiar el hecho de que el fragmento de Dios
dentro de mí es incognoscible para mi mente humana, y debo aceptarlo. ¿Es esta la
lección a aprender aquí?
Maestro: No.
Estudiante: ¿Entonces cuál es?
Maestro: El concepto del fragmento de Dios dentro de ti tiene poder. Puede
ser contemplado, pero no puede ser experimentado como una realidad dominante en
un instrumento humano. A través de este acercamiento contemplativo puedes
aprender discernimiento, y mediante este discernimiento aprenderás cómo navegar
en el mundo de las sombras y ecos de tal forma que traerás cambios que están en
acuerdo con los objetivos de la Primera Fuente. Tú exteriorizas la voluntad del
fragmento de Dios, en vez de buscar su experiencia.
Al hacerlo, eliminas las energías de miedo y frustración que fluyen a través de
tu mente.
Estudiante: Gracias. Tu enseñanza justo golpeó el acorde que he estado
buscando desde que encontré este sendero, y siento su resonancia.
Maestro: En resonancia serás guiado.