Hola a todos los que fueron al Cerro del Muriano y a los que
se quedaron con ganas de ir y a los que ya han estado alguna vez y a los dueños
de la cantera y de la finca (muy comprensivos y amables) y también quisiera
mandar un saludo a mis padres y hermanos y a todos los que me leen, y…
En fin, el día 22 N, fue un buen día ya que conocí la otra
cara de Cerro Muriano (hasta ahora solo conocía el CIR) y a algunos amigos
nuevos y saludé a otros que hacía tiempo que no veía, cogí cuarzos y me
regalaron a cambio de ná algunos minerales de colección ¡que más se pué pedir!.
No me imaginaba la cantidad de cuarzos que guardan esos
montes. Hay para todos, incluso sin picar (lo digo sin retintín, ya que están
sueltos por el suelo).
Queráis o no, amenazo con contar mi crónica del día, aparte
de por dar vidiya a las listas, porque mi nombre
Como ya han comentado en los foros, la jornada empezó bien,
pues el de la cantera nos abrió la barrera y nos indicó como acceder. Todo fenómeno,
pero cuando nos disponíamos a ir a la “Raja” apareció el dueño de
la finca de caza y, tras unas palabras más o menos tensas, nos invitó a irnos
de allí pues había cazadores apostados en lo alto. Al final, con educación y
buenas maneras, nos permitió volver al sitio sobre las dos de la tarde, cuando
ya se hubieran ido los cazadores.
Desanimados Bajamos otra vez a la cantera, frente a una
bocamina, y nos desparramamos por los alrededores. Una galería es una tentación
para mí. Me puse el casco y el frontal y unos cuantos nos metimos pa dentro…
¡Qué cuarzos mas hermosos!, y en la misma entrada, pero o muy altos o
imposibles de sacar incluso con taladro de gasolina (Alfredo y familia lo
intentaron pero creo que sin éxito). Como previsor que soy (y sitio que tengo
en la furgoneta) cogí la escalera y me lié con la geoda que los demás,
impotentes desde el suelo, me indicaron amablemente. Tras picar sin mucho
esfuerzo y sacar dos placas (una grande y otra más pequeña) me di por
satisfecho y dejé que el pueblo llano, sin medios y casi con lágrimas en los
ojos, también disfrutara de tan hermosos cristales.
Infeliz de mi, los dejé remojando en un charco de la entrada
para quitarles la arcilla, creyendo que estaban seguros.
Como ya la escalera estaba muy solicitada, y no valgo para
estar mirando, pregunté que había mas adentro y Enrique el cordobés amablemente
dijo que me acompañaba. Cogí mis armas y pa dentro. Enrique, que solo iba a
hacer de Cicerón, se fue a mano limpia, pero hete aquí que, con la sagacidad
que le caracteriza, vio un enorme pegote de arcilla en el suelo ¡¡¡lleno de
cristales de cuarzo!!, que se había desprendido del techo de la galería. Nos
pusimos manos a la obra (las tengo llenas de pupas, y supongo que tú también ¿no
Enrique?) y no se por qué arte de birlibirloque, el se forró mientras que yo cogi
bastantes menos, en realidad una buena pirámide de esas típicas, (que supongo
que Ramón pondrá en el foro la foto de una que sacó Enrique), aunque
recristalizada en dos caras (llevabas razón Enrique, es muy bonita) ), cinco o
seis puntas y una placa de cuarzo masivo con una punta doble de cuarzo sobresaliendo
en el medio, que cuando esté lavada puede quedar mu bonita (¿Qué tal la tuya Antonio?).
En fin, una suerte bigotuda.
Tan contento, yo cargué con casi todo y Enrique con casi
nada, pues no llevaba mochila. Al salir vi desesperado que mis dos placas había
desaparecido del charco. Me dijeron que las habían cogido dos de Madrid, después
de hacer público su hallazgo y con el beneplácito de todos, y que ya se habían
ido. Me enfadé bastante, pero la culpa era mia por haberlas dejado ahí
colocadas de lado para que se vieran bien. El enfado en parte era por lo
pardillo que había sido y porque la geoda estaba ya tiritando, es decir vacía.
Pero no hay mal que por bien no venga. Jóse otro de los
cordobeses, compadecido y sin mediar palabra, fue el coche y regaló una magnífica
placa de las dos que él había sacado con la escalera. To er mundo é güeno.
Gracias Jóse.
Al final todos contentos: yo tengo una de esas placas, y
dos de Madrid que no tuvieron oportunidad de subirse a la escalera y además se
tenían que ir pronto, pues también se fueron con las manos llenas (al menos no
vacías como dice Joaquín, que si es el yo que creo que es –el de la
botella de vino y de Móstoles para más señas- ya le caerá algo de lo que yo cogí).
Bueno después de esto comimos (cada uno por su lado) y nos
fuimos para la raja con una manta de agua im-presionante. Allí estuvimos muy
poco rato, pero suficiente para que la avaricia y la ansiedad se apoderaran de
un servidor, ya que recogí del suelo todas las amatistas que pude. Era como
robar a la puerta de un colegio, pero claro, una vez en casa, la mayoría no eran
tan bonitas como me hizo ver, empapado de agua, la maldita codicia.
Mis felicitaciones a los organizadores, a los que invitaron
a café (y a vino), a los que dieron un propina (creo que vi a Ramón y luego se
me olvidó decírselo), a los cordobeses, a los “hermanos” por la
afoto y al público en general.
El único fallo, si es que se puede echar algo en cara, fue
que a la hora de comer (antes de subir a la raja), no nos hubiéramos reunido
todos para eso, pa comé y hablá. Creo que, cuando hay tanta gente, es bueno perder
media hora sin picar, para comentar las anécdotas o adquisiciones, en fin pa
hacé amigos.
PepeSierra “el confiado pardillo”
PD
A los que os encontrasteis los cuarzos en el charco.
Según tengo entendido, actuasteis de buena fe y, como dice
José Miguel, son vuestros en buena ley. Ahora bien, me he quedado con vuestros
caretos (es broma)