Con un saludo les invitO a conocer esta información que en estos momentos es gran de interés público.
Abrazos
JL
El 15 de septiembre celebraremos el Grito
de Independencia en el Zócalo y el día 16 comenzará la Convención
Nacional Democrática después del desfile militar: AMLO
Palabras del candidato a la Presidencia de la
República de la Coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López
Obrador, en la Asamblea Informativa, en el Zócalo de la Ciudad de
México
México, Distrito Federal Domingo, 10 de septiembre de 2006 |
Amigas, amigos:
Gracias
a ustedes existe este movimiento y se sostiene. Gracias a ustedes, a su
participación desinteresada y comprometida hemos podido sostener la
resistencia civil pacífica todas estas semanas y hemos logrado mantener
en alto la dignidad de nuestro pueblo.
Con este comportamiento ejemplar de ustedes, vamos a
triunfar. Vamos a transformar la vida pública de México. Vamos a hacer
realidad la democracia y la justicia social. La felicidad del pueblo
tiene que ser el fundamento de la nueva República y la razón de ser de
su gobierno.
En todo este tiempo de lucha nos han acompañado también
mujeres y hombres que han compartido con nosotros su creatividad
artística y cultural. También siempre ha estado presente el inagotable
ingenio popular que con humor expresa sus ideas, sus sentimientos y las
críticas contra la imposición y los abusos de los poderosos.
Hoy quiero destacar en esta Asamblea que iniciamos, quiero
anunciar que iniciamos los preparativos para concluir una etapa e
iniciar otra de nuestro movimiento de resistencia civil pacífica.
El
ciclo que está por terminar comenzó a partir del 2 de julio, cuando
advertimos que querían robarnos la elección presidencial y la gente
empezó a organizarse para defender su voto y evitar un retroceso
democrático.
A partir de ese momento, las movilizaciones se multiplicaron
en todo el país. Aquí en la Ciudad de México se organizaron dos grandes
manifestaciones nacionales, sin precedentes en la historia política de
nuestro país.
Al término de una de ellas, el 30 de julio, decidimos
quedarnos en campamentos y en Asamblea permanente. Hoy cumplimos
precisamente 43 días en resistencia civil pacífica.
De todo
este esfuerzo queremos dejar constancia y hacer nuestro balance. Desde
luego, sólo un resumen. Quedó de manifiesto nuestra firmeza, nuestra
resolución de luchar por la democracia, la libertad y la justicia.
Nunca se había dado una resistencia civil tan intensa y prolongada como lo hemos hecho en estas semanas.
En
todo este tiempo no se ha dañado un solo edificio, no se ha destruido
el espacio público, no se ha roto un sólo vidrio, no hemos caído en
ninguna provocación y no ha habido un solo acto de violencia. Hemos
reafirmado el carácter pacífico y ciudadano de nuestro movimiento.
En estos días, desde el inicio de la primera etapa de la
resistencia civil, dejamos claramente definida la demanda de millones
de mexicanos en favor del recuento voto por voto y casilla por casilla.
Advertimos, en los primeros días de esa primera etapa, que sólo
limpiando la elección, que sólo contando los votos en todas las
casillas se podría encontrar una salida a la crisis política.
Lo advertimos en su momento, envié incluso una carta al
candidato de la derecha invitándolo a que aceptara que se limpiara la
elección y que se llevara a la práctica la consigna de voto por voto,
casilla por casilla. No aceptó nuestra propuesta, que también incluía
el compromiso de aceptar el resultado y de dejar de movilizar al
pueblo.
Sin embargo, se fue por la tangente, le dio la vuelta y no
aceptó la transparencia que nosotros estábamos proponiendo, de modo que
no pueden culparnos a nosotros de esta crisis política. Nosotros nos
estamos defendiendo legítimamente ante quienes de manera irresponsable
hundieron al país en esta situación de crisis política y de
confrontación.
Por eso tienen nuestros adversarios, sus voceros, los
intelectuales, algunos, pocos, alcahuetes del régimen, comunicadores,
alcahuetes de la derecha, tienen que tomar en cuenta que nosotros no
hemos desatado esta crisis política que vive nuestro país. Los que
desataron esta crisis política fueron los que hicieron el fraude y se
niegan a la transparencia y están violentando la Constitución y
pisoteando la dignidad de nuestro pueblo.
En su momento sostuvimos que, si no se limpiaba la elección,
no podría haber en México un gobierno legítimo, así, con toda claridad,
si no hay democracia no puede haber un gobierno legal, legítimo,
surgido del fraude, tampoco se puede contribuir, después de un agravio
político, electoral, después de un fraude, a la paz social ni se puede
lograr la armonía entre los mexicanos. Por eso la mejor salida era
aceptar limpiar la elección y contar todos los votos casilla por
casilla.
Dijimos que sólo se iban a terminar las dudas sobre los
resultados de las elecciones si se llevaba a cabo un proceso
transparente y las autoridades electorales actuaban con rectitud y con
decoro. Dijimos también que no íbamos a aceptar un gobierno ilegal,
ilegítimo, un gobierno espurio.
Sin embargo, nuestros adversarios rechazaron esta propuesta y
optaron por entero por consumar el fraude electoral. No les importó que
hubo miles de votos que fueron introducidos o sacados ilegalmente de
las urnas. Y el Tribunal Electoral resolvió validar la elección a pesar
de reconocer las graves violaciones a los principios constitucionales
de equidad, certeza y de legalidad, que se cometieron.
Con el fraude electoral, así de claro, se desconoció la
voluntad popular, se quebrantó el orden constitucional y se cometió un
golpe de Estado.
Por eso hemos tomado el camino de convocar a
la Convención Nacional Democrática, amparados en el artículo 39 de la
Constitución, que establece, lo reitero una vez más, que la soberanía
reside en el pueblo y que éste tiene el derecho inalienable de cambiar
o modificar la forma de su gobierno.
De modo que en la Convención Nacional Democrática, con la
participación de todos los pueblos, comunidades, colonias, barrios de
México, decidiremos sobre nuestra actuación en la vida pública de
México y el rumbo de nuestro movimiento.
Les informo a ustedes que para el día de hoy calculamos ya
medio millón, 500 mil ciudadanos registrados que van a participar en la
Convención Nacional Democrática y estamos seguros de que vamos a llegar
al millón de delegados para el día 16.
En la Convención vamos a resolver si aceptamos la República
simulada o declaramos la abolición del régimen de corrupción y
privilegios; vamos a decidir si desconocemos al gobierno de la
usurpación o lo reconocemos; si creamos un gobierno, nuestro propio
gobierno legítimo o una Coordinación Nacional de la Resistencia Civil
Pacífica; vamos a decidir también si reconocemos y ratificamos a un
Presidente de México o nombramos a un titular del Ejecutivo, un Jefe de
Gobierno en Resistencia o a un Coordinador de la Resistencia Civil
Pacífica.
También en la Convención decidiremos, entre otras cosas, si
convocamos a un nuevo constituyente para la refundación de la República
y la transformación radical de las instituciones. El propósito central
de este acuerdo será el de iniciar el rescate de las instituciones, que
hoy permanecen secuestradas por un grupo privilegiado, para liberar
esas instituciones y que efectivamente sean del pueblo y para el
pueblo.
¿Qué significaría en la práctica si la Convención decide
constituir un gobierno? En primer término, esta decisión sería una
manera de protestar, en el marco de la resistencia civil pacífica, ante
el fraude y la ruptura del orden constitucional. Crear un gobierno
significa protestar por la usurpación. Sería un acto permanente de
desobediencia civil ante la violación a la voluntad popular y la
usurpación. Sería una respuesta al hampa de la política por la falta de
respeto al pueblo de México. En pocas palabras, sería un tengan para
que aprendan. Un tengan para que aprendan a respetar al pueblo de
México.
Pero, además, un gobierno surgido de la Convención tendría
toda la legitimidad necesaria para llevar a la práctica acciones de
apoyo y protección a los humildes y a los pobres de México, defendería
el patrimonio nacional, combatiría la impunidad y la corrupción, haría
valer el derecho a la información e insistiría constantemente en la
transformación democrática de las instituciones.
Sí hay materia de trabajo. Serían muchas las tareas de un
gobierno de la República, mucho más eficaz que lo que podría hacer el
gobierno de la mafia, el gobierno del hampa de la política.
Amigas y amigos:
Estoy absolutamente convencido de que vamos por buen camino,
eso es el mejor deseo. Aquí, en el Valle de México, los pueblos
indígenas para despedir a alguien y desearle lo mejor tienen esa
expresión: buen camino. Vamos por buen camino. Saben que vamos por buen
camino porque no es fácil, no es fácil encontrar las salidas, porque
nos meten en una situación muy complicada, no sólo hacen el fraude sino
luego le dejan a uno la responsabilidad. Si uno lleva el movimiento al
desbordamiento, si el movimiento se desborda, ahí está, violento, si
uno es demasiado pasivo, no hace nada, ya se aflojó, ya se vendió, ya
traicionó.
Entonces, fíjense qué difícil es salir de la trampa, teniendo
además encima a muchos medios de comunicación que nada más están viendo
en qué nos equivocamos para lanzarse contra nosotros. Por eso ahora les
digo, este domingo les digo, estoy contento porque ya encontramos la
salida. Vamos por buen camino.
En la actualidad, por las circunstancias, por todo esto que
sacó a relucir el fraude, por todo esto que brotó, sabemos que
necesitamos un cambio de fondo, de raíz, en México, y estamos en
condiciones inmejorables no sólo para gobernar sino para lo que es más
importante, para transformar a nuestro país.
Estamos, y así nos han colocado las circunstancias, en la
posibilidad de hacer historia, de llevar a cabo una renovación tajante,
una verdadera purificación de la vida pública.
El actual
régimen está podrido, desacreditado y nuestros adversarios no tienen
autoridad moral ni política. La derecha se arrancó la máscara y ha
enseñado su verdadero rostro. No cabe duda de que no hay mal que por
bien no venga, ya enseñaron su verdadero rostro, el rostro del
clasismo, del racismo, de la intolerancia, de la antidemocracia y del
autoritarismo. Han quedado al desnudo mostrando que su verdadera
doctrina es la hipocresía.
Para lograr nuestro objetivo de construir una patria nueva,
justa, humanitaria, democrática y digna, sólo tenemos que librar cuando
menos tres escollos y esto lo tenemos que tener muy en cuenta.
Primero.
No caer en la violencia. Evadir el acoso y mantener nuestro movimiento
siempre en el marco de la resistencia civil pacífica.
Segundo. No transar, no vendernos, no caer en el juego de
siempre, el de la cooptación o compra de lealtades o conciencias
disfrazadas de negociación.
Y tercero. Buscar romper el cerco
informativo que nos han impuesto algunos medios de comunicación. No
todos, y aquí lo quiero aclarar, no son todos los medios de
comunicación, hay medios de comunicación que están a la altura de las
circunstancias, que están cerca del pueblo y distantes del poder, del
régimen, de la derecha.
A lo mejor no ayuda lo que voy a decir pero es realmente
ejemplar y digno de reconocimiento lo que han hecho periódicos como La
Jornada. En la radio, Monitor, que todas las noches transmite nuestras
asambleas. No le pagamos, lo aclaro, lo ven como información, como
noticia. Para los otros medios no somos información, no somos noticia.
Imagínense ustedes si no hubiésemos tomado la decisión de venirnos
aquí, al corazón político de México, al Zócalo, a Reforma, no
existiríamos, menos fuésemos noticia.
Por eso, entre otras cosas, tomamos la decisión de estar
aquí. Por eso nuestro reconocimiento a periódicos, a las radios, de
manera particular a Monitor, Ricardo Rocha, Carmen Aristegui, que hace
un periodismo profesional, plural, Jorge Saldaña, y yo creo que hasta
ahí nada más, la revista Proceso y otros más, para que no se sientan,
desde luego Radio UNAM, Radio Universidad.
De todas maneras vamos a buscar romper el cerco informativo
que nos han impuesto algunos medios de comunicación, para que la verdad
se abra paso y llegue hasta el último rincón de nuestro país. No nos
van a silenciar, se los aseguro.
Aquí precisamente aprovecho para convocar a mujeres y hombres
con talento que sepan y tengan algo que aportar sobre esta materia para
diseñar y llevar a la práctica nuevas formas de comunicación, que
podamos tener comunicación alternativa para romper el bloqueo, para
evadir el cerco informativo. De boca a boca, no, que se corra la voz
mejor, con volantes, con el Internet, con programas de radio, tenemos
que buscar la forma y convocar a quienes saben de esta materia para que
nos ayuden y elaboremos un proyecto alternativo de comunicación.
En suma, tenemos que cuidar nuestro movimiento, tomando en
cuenta que un gobierno repudiado, ilegítimo, débil, enclenque, sólo
tendrá como salida la represión y la cooptación. Y en consecuencia,
nosotros no debemos caer en la provocación y tenemos que mantener en
alto nuestra dignidad. Con eso es más que suficiente, no caer en la
trampa de la violencia y no dejarnos comprar, no permitir la
cooptación, que no se compren conciencias, lealtades.
Yo estoy seguro, no me preocupo, les digo a ustedes, por el
pueblo, porque en el pueblo hay mucha dignidad. Tengo algunas dudas de
que le puedan agarrar la pierna, políticamente hablando, a algún
dirigente, pero tampoco va a suceder nada porque la mayoría de los
dirigentes del movimiento mantiene una actitud de firmeza y de
dignidad. Arriba los dirigentes de la Coalición.
Quiero, amigas y amigos, plantear a ustedes lo que haremos el
15 y el 16 de septiembre. El 15 de septiembre, que es viernes, les
propongo que celebremos aquí el grito de Independencia. Hay que invitar
a más gente. Con ese propósito, desde mediodía habrá un festival
artístico y cultural de primer orden. Van a estar con nosotros, según
me ha informado Jesusa Rodríguez, artistas de primera, de lo mejor que
hay en nuestro país y de lo mejor del mundo. Aquí vamos a conmemorar
esta fecha histórica que tiene mucho que ver con lo que hoy estamos
defendiendo.
¿Por qué fue la lucha de Hidalgo? No sólo por la
Independencia, sino por la justicia, porque no estaba de acuerdo con la
esclavitud, porque no estaba de acuerdo con el sistema que imperaba de
dominación de los hacendados y por eso con el pueblo más pobre, con los
desarrapados, con los humildes, echó a andar el movimiento para lograr
la Independencia nacional y proclamar la abolición de la esclavitud.
A veces se olvida eso, se olvida que lo cuestionaban, lo
criticaban, lo agredían los poderosos de esa época, con lo mismo de
siempre, llamándolo alborotador del pueblo, demagogo. Por eso lo
consideraron hereje, lo excomulgaron y es nuestro gran héroe de la
Independencia nacional, como muchos otros. Entonces, el 15 en la noche,
desde el mediodía nos reunimos aquí.
Les propongo también que el 16 de septiembre iniciemos la
Convención Nacional Democrática a las 3 de la tarde. ¿Por qué a esa
hora? Porque vamos a permitir que el Ejército mexicano lleve a cabo el
desfile militar, como lo tiene programado la Secretaría de la Defensa.
Hemos dicho que somos respetuosos de esa institución que es fundamental
para la defensa de la soberanía nacional. También hemos sostenido que
nunca más el Ejército debe ser usado para suplir las incapacidades de
los gobiernos antidemocráticos y corruptos, y mucho menos nunca más el
Ejército debe ser utilizado para reprimir al pueblo que lucha por los
ideales de libertad, justicia y democracia.
Tres añadidos. Primero, que la institución militar no es un
órgano de gobierno, pertenece al Estado y tiene que defender a todos
los mexicanos, al pueblo.
Segundo, que no queremos, y esto lo
planteamos desde el Zócalo de manera respetuosa, que se disfracen
militares de Policía Federal Preventiva, que una agresión de la Policía
Federal Preventiva al pueblo la tomamos como una agresión del Ejército,
que quede claro. Y ya ni hablar del Estado Mayor Presidencial, que
orgánicamente depende de las Fuerzas Armadas.
No tenemos problema, repito, con la institución militar, con
el Ejército mexicano, porque es una institución garante de la soberanía
nacional. Tan no tenemos problemas que estamos muy concientes de que la
mayoría de la tropa, de los soldados, pertenecen al pueblo, sin hijos,
son familiares de gente que está en este movimiento. ¿Ustedes creen que
si ganamos en Oaxaca, que si ganamos en Guerrero, no ganamos también
por el voto de familiares de soldados? Claro que sí. Inclusive, una de
sus demandas que me hicieron en campaña las vamos a atender si se
constituye, si así lo resuelve la Convención, el nuevo gobierno, porque
el soldado raso, como el pueblo raso, está muy mal pagado, están
ganando 3 mil pesos, que es un sueldo muy bajo, muy raquítico.
Todo esto se va a tomar en cuenta, este es un movimiento
incluyente, aquí no hacemos a un lado a nadie, sólo nos reservamos el
derecho de admisión para los mafiosos, para el hampa de la política.
¿Cómo
ven el planteamiento? El 15 celebramos en la noche, a las 2 o 3 de la
mañana buscamos la manera de hacernos a un lado, que lleven a cabo el
desfile y a las 3 de la tarde estamos de nuevo en el Zócalo con la
Covención. ¿Están de acuerdo? A ver, que levanten la mano los que están
de acuerdo. Ahí nos fuimos.
Amigas y amigos:
Todos los días de aquí a la
Convención vamos a seguir hablando de muchos temas, ahora no me voy a
alargar mucho, no me voy a extender mucho. Vamos a la Convención. Vamos
a la Convención con la decisión y el entusiasmo que se necesita. Vamos
a hacer historia. Repito lo que decía José Martí: los sueños de las
mujeres y de los hombres de hoy serán las realidades del mañana. México
y su pueblo merecen un mejor destino.
¡Que viva la Convención Nacional Democrática!
¡Que viva México!
Muchas gracias.