Un mail de Andrea Weitzner y que llegó a serluna.com
Hola a todos, Di
una entrevista telefónica para una estación de radio: Radio
Guadalajara, en donde tuve oportunidad de comentar acerca de estos
tiempos de influenza, cuyos puntos centrales comparto ahora con
ustedes. La enfermedad tiene un gran valor más allá de hacernos valorar su polo opuesto, la salud. La enfermedad saca
de la sombra, la personalidad inconsciente, todos aspectos que no
reconocemos desde nuestro yo consciente; desenmascara al ego de su
engaño y con esto, vuelve sinceros a los seres humanos. Un
síntoma es concreción somática de lo que falta en la conciencia. El
síntoma, al hacer aflorar elementos reprimidos, abre el camino a la
unidad e integridad; la enfermedad es parte de un sistema de regulación
muy amplio que está al servicio de la evolución. Males masivos no hacen
sino señalar faltas contenidas en el inconsciente colectivo. ¿Qué es lo que nos falta? En mi opinión, compasión. La crueldad hacia el reino animal debe terminar. Entre muchas otras, este es el mensaje de esta enfermedad. Es
momento de hacer un alto y reflexionar. El temblor que le siguió al
decreto oficial del virus fue todo menos casualidad. Ya sea que esto
sea una manera de reactivar la economía mundial, y con ello desviar la
atención del punto de crisis focal, o bien, se trate de una enfermedad genuina, los tiempos nos obligan a hacer un alto. Por
ahora, yo quisiera hablar en nombre de mis amigos, los animales, pero
en particular, los pobres pobres cochinitos, a quienes están ya dando
cuello en varios países. Egipto y varios otros en medio oriente ya ordenaron la matanza de todo al ganado porcino. Por
sus características físicas, el puerco en particular, es uno de los
animales más difíciles de matar. Nos comemos una gran dosis de
sufrimiento en la torta de jamón clásica del mexicano, o el sabroso
chicarrón que truena… y en toda esa proteína totalmente saturada de
péptido de angustia y agonía. ¿Cuál es la sorpresa de lo que está
ocurriendo? ¿Realmente pensábamos que podrían continuar nuestras
atrocidades contra el reino animal sin tener que enfrentar ninguna
consecuencia? Les pido a todos, que manden luz a todo el reino animal.
Si nosotros sentimos miedo, cómo se sentirán ellos, al olerse lo que
les viene. Su vibra de pánico en el ambiente es parte integral del
inconsciente colectivo. Manténgase sanos. Nútranse de vibrantes pensamientos y manden luz a quienes lo necesitan. Un gran abrazo, Andrea Andrea
Weitzner es fundadora y directora de la fundación que lleva su nombre. La Fundación AW se dedica al servicio de amor con personas que padecen algún
trastorno de la alimentación y es autora de varios libros del mismo
tema.
|