El manejo irresponsable de la economía
Escrito por José Luis Gutiérrez Lozano | 12 de Mayo de 2009 | Categorias: Ciudadanía Económica, Estuvieron en portada | Tiempo de Lectura: 14m 35s | Leido 14 veces.

Cuando
el Secretario de Hacienda anunció el jueves pasado que México ya estaba
en recesión, a nadie sorprendió la noticia. En economía se entiende por
recesión a una caída de la actividad económica de un país,
durante un periodo de al menos dos trimestres consecutivos. Era de
esperarse esta situación desde que en septiembre del año pasado se dijo
que el impacto de la crisis financiera global nos afectaría
severamente. El último trimestre de 2008 el valor del indicador
agregado de producción, el PIB, tuvo un decremento al cual se añadió
otro decremento el primer trimestre de este año. Esta anunciada
recesión, sin embargo, no es atribuible totalmente a la crisis global.
Es el resultado de acumular a ésta un manejo sumamente irresponsable de
la economía mexicana desde hace varios años. Un manejo irresponsable
que incluye acciones que han comprometido el equilibrio social e
incluso la salud pública.
Se encuentra disponible en el
“Banco de Información Económica” del INEGI una serie de datos del PIB
desagregado por sector de actividad económica del año 2003 al 2008. Con
un estricto análisis numérico de ese período, se evidencia que varios
sectores de la economía ya desde antes se encontraban en recesión. El
decremento continuo en estas actividades se ha reflejado en desempleo y
progresivo debilitamiento de la economía mexicana. Esto impedirá una
pronta recuperación de la caída sufrida hasta ahora y la que viene, ya
que la virtual paralización económica del país durante la emergencia
sanitaria agrava esta situación. Los datos que se reflejarán en los
indicadores del 2º trimestre proyectarán una caída anual más
pronunciada que la sufrida en 1995. Lo que difícilmente reconocerán
quienes desde el gobierno manejan la economía del país es que, debido
al modelo concentrador de la riqueza adoptado, no se cuenta con la
capacidad de recuperación que se tuvo entonces. Aquellas actividades
que podrían generar empleo y proveer la base para una recuperación económica, ya no tienen la fuerza necesaria.
En los grandes agregados de
números y con análisis parcial de los datos se ocultan verdades que la
gran mayoría de los habitantes del país perciben en su vida cotidiana.
A los tradicionalmente desfavorecidos se añade clase media en
desaparición, profesionistas sin posibilidad de ejercer, empresarios
nacionalistas agraviados con la violencia estructural impuesta por un
gobierno que privilegia a unos pocos. En las cifras de 2003 a 2008 se
evidencia la necedad de sostener un modelo económico atrapado por una
red intrincada de privilegios, que opera a base de favores y
concesiones, como lo denunciara Denisse Dresser en enero pasado en el
Foro “¿Qué hacer para crecer?”.
La variación en la importancia
relativa que los distintos sectores de actividad tienen dentro del PIB
permite una lectura clara sobre cuáles actividades se fortalecieron
cuáles se debilitaron durante esos 6 años. Varios sectores
tradicionalmente generadores de empleo y derrama en el resto de la
economía cedieron paso a actividades que restan poder adquisitivo a la
población en general. Han aumentado su participación en el valor del
PIB sectores más intensivos en uso de capital, sectores que pagan
regalías al extranjero, pero en especial sectores que absorben de la
economía más riqueza de la que crean, como es el sector
bancario-financiero. El cuadro siguiente, con los 10 principales
perdedores y 10 ganadores, permite visualizar el sesgo económico
sufrido en 6 años. Se muestra un debilitamiento económico que nada
tiene que ver con la actual crisis financiera mundial:
|
Sector de actividad económica
|
Variación de su importancia en el PIB
|
Perdedores
|
Fabricación de prendas de vestir
|
-29.02%
|
Fabricación de insumos textiles
|
-27.01%
|
Fabricación de equipos, componentes y accs. Electrónicos
|
-20.85%
|
Extracción de petróleo y gas
|
-18.83%
|
Industria de la madera
|
-18.50%
|
Fabricación de productos de cuero, piel y sucedáneos
|
-16.18%
|
Confección de productos textiles, excepto prendas de vestir
|
-15.13%
|
Servicios de preparación de alimentos y bebidas
|
-14.99%
|
Residencias para el cuidado de la salud y de asistencia social
|
-13.00%
|
Industrias metálicas básicas
|
-11.64%
|
Ganadores
|
Creación y difusión de contenido Internet; informática
|
12.69%
|
Fabricación de equipo de transporte
|
12.85%
|
Construcción de obras de ingeniería civil u obra pesada
|
17.04%
|
Servicios de alquiler de bienes, marcas, patentes y franquicias
|
18.11%
|
Dirección de corporativos y empresas
|
18.27%
|
Compañías de fianzas, seguros y pensiones
|
26.90%
|
Servicios postales; servicios de mensajería y paquetería
|
35.49%
|
Servicios de intermediación financiera medidos indirectamente
|
41.97%
|
Banca, instituciones de intermediación crediticia y financiera
|
50.09%
|
Telecomunicaciones
|
51.77%
|
En aras de volcar la política
económica al servicio del gran capital, al orden del neoliberalismo, la
sociedad mexicana ha sido consistentemente engañada. No sólo con la
falacia de que se ha manejado la economía de manera responsable, sino
también mediante la modificación del marco jurídico prevaleciente a
favor de beneficiar a unos cuantos, y ocultando la verdad sobre el
origen de varias desgracias. La más reciente por ejemplo, la epidemia
de influenza porcina, si bien fue atajada oportunamente por el gobierno
federal como dicen la publicidad oficial, fue generada por manejos
ineficientes de la política también oficial.
A diferencia de la
obligatoriedad a la que en los Estados Unidos enfrenta Smithfield
Farms, en su subsidiaria mexicana, Granjas Carroll que procesa
anualmente 800 mil cerdos en Veracruz, se le autorizó operar sin planta
tratadora de agua y desechos. Desde el brote de la gripe aviar hace
seis años se sabía que los hacinamientos de aves o cerdos podrían ser
causantes de una mutación del virus de la influenza. Al menos por
omisión, por anteponer los dictados de la política económica neoliberal
al mandato de velar prioritariamente por el bienestar de la población,
en este caso el gobierno mexicano contribuyó a que se presentara el
grave problema de salud pública que recién vivimos.
Son muchos más los casos en los
que se ha dado prioridad a la promoción de la inversión extranjera, la
protección de intereses particulares sobre los sociales y el
ocultamiento de los daños causados a la población por la política
económica. México además dejó de ser el líder moral en la región
latinoamericana en lo que se refiere a la política internacional al
dejar de ser firme ante la presión de los económicamente poderosos.
¿Qué tanto habrá influido esa pérdida de estatura moral en el
vergonzoso cierre de fronteras a viajantes mexicanos en los países de
América Latina durante los días de la emergencia sanitaria?
Con el advenimiento de la
crisis monetaria-financiera mundial se hizo evidente para todo el mundo
que el dominio del dólar había terminado. Mirando como oportunidad la
cumbre del G20 a principios de abril se había conformando un grupo de
países buscando quitar al dólar como moneda de reserva internacional y
promover otro esquema. El sistema monetario internacional dominado por
el reducido grupo que ha monopolizado a través del FMI y el Banco
Mundial las finanzas del mundo necesitaba sólo encontrar nuevos
acreditados en dólares para ganar unos meses más de vida. México aceptó
una línea de crédito por 47,000 millones de la divisa norteamericana,
ejercibles ante situación de emergencia. Otros países siguieron la
pauta y se bloqueó con ello la iniciativa de quienes buscaban el fin de
la era del dólar.
Ahora con la situación actual,
las condiciones están dadas para que el gobierno justifique el
ejercicio de esa línea de crédito. En caso de ejercer esta opción, se
daría continuidad al dominio del dólar por algún tiempo más y con ello
se prestaría un invaluable servicio para el sistema que ya ha mostrado
que no puede continuar más. Sin embargo, hacia lo interno, se
comprometerá la capacidad de recuperación de la economía mexicana por
el costo que representarán los intereses de la deuda.
Con la perspectiva que a estas
alturas presenta la economía mexicana resulta urgente terminar con el
modelo que sólo otorga privilegios a unos cuantos en detrimento de la
mayoría. Si no lo hace el gobierno, la sociedad civil será la que tenga
que poner un alto a tantos años de irresponsabilidad respecto al
bienestar general, en el manejo de la política económica. Urge
recuperar la administración del proceso productivo antes que los
intereses particulares acaben con la riqueza nacional. Para ello se
requerirá que la sociedad civil recupere el poder cedido al modelo
prevaleciente con acciones novedosas indispensables. Una economía con
honda responsabilidad social y solidaria. Un nuevo
paradigma de ciudadanía económica que invierta el pauperizante esquema
de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas. Y esto sólo
puede lograrse con consumo preferente de lo local, trueque, comercio
justo y producción para el autoconsumo.
Artículo publicado en:
http://crisolplural.com/2009/05/12/el-manejo-irresponsable-de-la-economia/
Publicación parcial en:
http://lajornadaaguascalientes.com.mx/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=22&Itemid=30