Grupo
de Estudios de Metafísica Avanzada
CUARESMA Y QABALAH
El
Árbol de la Vida en los 4 Mundos (10 x 4 = 40)
Introducción
al tema, por Edgar Jerezano.
torasyah@hotmail.com
La Cuaresma
es el período de purificación de 40 días previos a la Semana Santa. La
importancia del 40 es enfatizada en la Biblia por: los 40 días el diluvio
universal, los 40 años en el desierto del pueblo Israelita, los 40 días que
tardo el profeta Elías en llegar al monte Horeb, los 40 días de Moisés estuvo
en el Sinai hablando con Yahvéh, y los 40 días de Jesús ayunando en el
desierto. Donde el 40 hace alusión a un trabajo de purificación total (10) en
nuestros 4 cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual; necesarios para
conquistar un estado de conciencia superior. Según las enseñanzas de la Santa
Qabalah (tradición oral de los rabinos), la Cuaresma corresponde al ascenso del
Árbol de la vida con sus 10 sephiroth a través de los 4 mundos (planos o
dimensiones de la realidad).
El primer mundo es el de Olahm ha Asiah
(el mundo de la acción), el plano de la materia y lo físico, en la Cuaresma son
los 10 primeros días a partir del miércoles de ceniza y debieran estar
dedicados a un trabajo de purificación sobre sí mismo en el plano físico-material.
Lo que incluiría ayunos, ejercicio, desintoxicación, comida sana, aumento de
ingesta de fibra para limpiar los intestinos, acercamiento a la Naturaleza,
caminatas en el campo y montaña. Es buen tiempo para usar piedras (verdes y
negras principalmente), enterrarse en la arena y dejar que la tierra nos cure,
aplicarnos la geoterapia. Lo principal de este período es la salud física. Este
primer período de 10 días pertenece al elemento tierra, cuyo poder es
estabilizar, su Arcángel es Uriel “Luz de Dios” quien rige desde el
rumbo Norte. En el simbolismo del Tarot corresponde a la suite de los Oros o
Pentáculos, y las 4 Sotas. En Qabalah se relaciona con la segunda letra He
“ventana” y cuarta del Tetragramatón (YHVH) y con la 10ª sephirah
del árbol de la vida: Malkuth “Reino”. Astrológicamente se
relaciona con los 3 signos del elemento Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
El segundo mundo es el de Olahm ha Yetzirah (el mundo
de la formación), el plano de la energía sutil, el plano astral, región gobernada
por las 9 huestes de Ángeles. En la Cuaresma son los 10 días siguientes a los
anteriores (10 a 20) y debieran estar dedicados a un trabajo de purificación
sobre sí mismo en el plano mental; recordemos “todo es mente, el universo
es mental”. Lo que incluiría todo trabajo de higiene mental y búsqueda de
la verdad. Hay ahora que cultivar la mente con el estudio de temas elevados,
como literatura inspiracional y espiritual, hay que cultivar la sabiduría y
aprender de a experiencia, observar atentamente y aprender de todo evento y
circunstancia, es tiempo de reflexionar y meditar. Aquietar la mente para que
fluya libremente nuestra intuición y sabiduría interna. Así como de superar
prejuicios y cambiar actitudes, ahora hay que abrir la mente y cultivar las relaciones
humanas. Esta etapa corresponde al elemento Aire cuyo poder es liberar, así es
que ahora hay que cultivar el desapego y la libertad. Es bueno sahumar o
encender varitas de incienso en nuestra casa, limpiarnos con plumas, abrir las
ventanas de nuestra casa dejando que el aire la limpie. Se pueden hacer
ejercicios de pranayama e hiperventilación. Lo principal de este período es
buscar la sabiduría interna y la verdad pura. En el simbolismo del Tarot
corresponde a la suite de las Espadas y los 4 Caballeros. En Qabalah se
relaciona con Vav “clavo”, la tercera letra del Tetragramatón
(YHVH) y con Tipharet “Belleza” la 6ª sephirah del árbol de la
vida. Astrológicamente se asocia con los 3 signos del elemento Aire: Géminis,
Libra y Acuario. Su Arcángel es Rafael quien rige desde el rumbo Este.
El tercer
mundo es el de Olahm ha Briah (mundo de la creación), el plano de la
imaginación creadora divina, el plano del pensamiento universal. Esta región
esta gobernada por los 10 Arcángeles principales. En la Cuaresma son los 10
días siguientes a los anteriores (20 a 30) y debieran estar dedicados a un
trabajo de purificación sobre sí mismo en el plano emocional, sentimental. Lo
que incluiría todo trabajo de apertura del corazón, como el perdón; este tiempo
hay que dedicarlo a sacar todo tipo de odio y resentimientos, cerrar heridas
emocionales. También incluye cultivar el amor a nosotros mismos y a todo lo
existente, cultivar el amor universal, el amor incondicional. Esta etapa
corresponde al elemento Agua cuyo poder es purificar, por lo que son buenos los baños de plantas medicinales, todo
trabajo de hidroterapia, ir a río, lago o mar a darse un baño purificador,
participar en un temascal, tomar mucha agua, hacer riegos en las casas y usar
plata. Lo principal de este período es cultivar el perdón, la armonía y el
amor. En el simbolismo del Tarot corresponde a la suite de las Copas y las 4
Reinas. En Qabalah se relaciona con la primera He, y segunda letra del
Tetragramatón (YHVH), así como con Binah “Entendimiento” la 3ª
sephirah del árbol de la vida. Astrológicamente se asocia con los 3 signos del
elemento Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis. Su Arcángel es Gabriel, quien rige
desde el rumbo Oeste.
El cuarto mundo es el de Olahm ha Atziluth
(mundo de la emanación), el plano espiritual divino, asociado a la conciencia y
voluntad superiores. Ese plano corresponde al elemento Fuego cuyo poder es
transmutar. “Recuerda que tu Dios es un fuego devorador”, dice la Biblia.
En Qabalah este plano corresponde a 10 aspectos o facetas de Dios. En la
Cuaresma son los 10 días siguientes a los anteriores (30 a 40) y debieran estar
dedicados a un trabajo de purificación sobre sí mismo en el plano espiritual,
aquí se hace necesaria la oración y trascender el yo inferior, para poder ser
un canal al servicio de los demás. Ahora hay que cultivar la conciencia de
nuestra naturaleza intrínsecamente divina. Buscar el contacto con nuestro
Cristo interno, cultivar la expresión en la vida diaria de nuestra chispa
divina o Yo Soy. Un espíritu universalista se impone, con un aumento de la
tolerancia y respeto a toda forma de búsqueda y expresión religiosa. Esta etapa
nos pide mantener permanentemente encendido en nuestra casa un fuego sagrado
como símbolo de aquel fuego interior que nos anima. Lo principal de este
período es cultivar la expresión del espíritu o fuego interno, en nuestra vida
diaria. En el simbolismo del Tarot corresponde a la suite de los Bastos y a los
4 Reyes. En Qabalah se relaciona con Yod “mano”, la primera letra
del Tetragramatón (YHVH) y con Kether “Corona” la 1ª sephirah del
árbol de la vida. Astrológicamente se asocia con los 3 signos del elemento
Fuego: Aries, Leo y Sagitario. Su Arcángel es Mikael quien rige desde el rumbo
Sur.