Queridos hermanos:
Siento la necesidad de compartir
con ustedes unas pocas reflexiones sobre la Navidad, muy simples y mundanas.
Estamos en la cresta de la ola del “egregor” energético Navideño,
al menos en este país –España-. La forma-pensamiento alcanza sus niveles
máximos y apenas puedes librarte de esta energía colectiva metiéndote solo en
un bosque a bastantes Kilómetros de una gran ciudad. Su nivel ha estado
creciendo con velocidad en los últimos días (inmediatamente después del Puente
de la Constitución) y alcanzará su valor máximo el día de Navidad. Es muy
extremadamente difícil escapar a esta energía-egregor-pensamiento colectivo,
intensamente azuzado desde hace unos meses por LOS COMERCIANTES.
Dicho egregor tiene dos partes
opuestas (ley de los opuestos), bien envueltas, liadas y paquetizadas, y
claramente identificadas;
- la que nos lleva al amor, al sentimiento, a la
emoción de la familia, a abrir el corazón, la que nos hace mejores, la que
busca aceptar y comprender, la que quiere reconciliarse y se asoma a
contemplar a todas las otras personas un poco mas desde el corazón. En fin
la que nos mueve, en mayor o menor grado la emoción. Esta es, hasta donde
la conciencia de cada uno puede llegar a captar y a desarrollar, la que
deriva del mensaje de Jesucristo en su nacimiento, aunque el nacimiento de
Jesús no tuviera lugar en estas fechas sino en Marzo o Abril, pero este
pequeño detalle no le importa lo más mínimo a la energía Crística. Si toda
la tradición cristiana nos hemos puesto de acuerdo, aunque sea de una
forma rocambolesca, en recibirla en estas fechas, pues ahí nos llega,
- la que nos conduce irremisiblemente a las
puertas de los Grandes Almacenes de turno, con la baba asomando por los
labios y la paga extraordinaria en la cartera en un estado de ansiedad
consumidora compulsiva y fuera de control, o a atender cada día a las
múltiples comidas y cenas de empresa, de amigos, de x, y, z,…con un
consumo masivo de carne, alcohol, azúcar, etc, en entornos vibratorios
nada recomendables, o la que nos lleva a la compra compulsiva de Loterías,
etc,etc,etc, que cada país tiene sus manías y culturas, parecidas en estas
fechas.
Yo no quiero hablar de Luz y
Oscuridad, que los de arriba ya me han explicado bien la lección, sino de
opuestos a discernir.
Y entre medias, sabiamente
agazapada y bastante desapercibida está la energía de la publicidad que ha
aprendido, en su maestría al servicio de LOS COMERCIANTES, a asociar en
nuestras mentes emoción y producto, por medio de la “caja tonta” y
con nuestra pasividad y complicidad. Así, desde el inconsciente, llega la
primera energía de emoción y aparece por asociación la segunda de consumo.
Surgen la emoción, el amor, y aparecen, ineludiblemente unidos, el perfume, el
regalo, el bien de consumo. “Ame pero compre”. “Está bien eso
de amar pero compre, no se olvide, por favor, no hay amor si no hay
regalo”. “La familia, ¡que bonito!, regalos para todos, grandes
sonrisas, todos felices”. “A mas regalos, más amor”. “A
más amor más caro el regalo”. “Mesa llena, más amor, cosas ricas,
más amor”. Es la lógica simple y lineal de la tercera dimensión bajo el
poder y el control del conglomerado
–FABRICANTES-COMERCIANTES-PUBLICISTAS-MEDIOS DE COMUNICACIÓN-PASIVIDAD
GENERAL.
Es muy fácil discernir todo esto
y darse cuenta de la trampa a poco despierta que esté nuestra consciencia, pero
es más difícil escapar de elio, por, digamos: falta de valor, no querer dar la
nota ni ser el bicho raro, no romper esa energía de aparente despertar de los
dormidos…etc, etc de motivos y razones, pero ahí estamos todos,
colaborando, consintiendo.
Algunos de los resultados más
evidentes al terminar el jolgorio y desaparecer el encantamiento, la hipnosis
del egregor: Una nueva patada a la sostenibilidad de la Madre Tierra (no hay
mas que ver los contenedores de basura “el día después”), un nuevo
insulto a la pobreza mundial, una nueva agresión al templo de nuestro espíritu,
a nuestro cuerpo físico, con alcohol, tabaco, azúcar, productos químicos, etc.
Podría seguir así hasta que acaben las mismísimas Navidades, pero resumiré con
una lista de recomendaciones o propuestas, desde mi corazón, en el nombre de la
Madre y a vuestro corazón y a vuestro discernimiento.
·
Abre tu corazón de par en
par y regálalo a diestro y siniestro (una cosa no quita la otra).
·
Ten personalidad,
militancia y se radical para dar a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.
·
Respeta el templo de tu
espíritu (tu cuerpo físico)
·
Habla de Amor y de
emociones en las mesas, Asume y guía la energía de Amor para que se mantenga
pura y elevada.
·
Creemos (de crear) entre
todos un nuevo egregor que abra las puertas al Amor y las cierre sin excusas ni
paliativos al consumo irresponsable.
·
Regala productos
fabricados por ti, una poesía, un dibujo, una artesanía, algo tuyo. Si lo haces
desde el corazón, te sorprenderá comprobar que son los regalos mas valorados.
·
No regales juguetes
electrónicos ni productos publicitados con base en la desigualdad entre sexos,
ni regalos sobreempaquetados, etc, etc, etc. La Madre Tierra te lo agracederá,
·
Y lo que se te ocurra a ti
mismo desde tu rincón responsable de la conciencia no contaminada por el
egregor, que seguro que son muchas mas cosas de las que a mi se me ocurren.
HAGAMOS ENTRE TODOS UNA NUEVA
NAVIDAD, DESDE NUESTRO CONOCIMIENTO Y MANEJO DE LAS ENERGÍAS MENTALES.
¡¡SABEMOS Y QUEREMOS HACERLO!!. LUEGO PODEMOS.
Por que eso es la Navidad, unas
fechas en las hemos decidido con una base humana muy amplia, mostrar nuestro corazón,
vivirlo y reconocerlo. Pues con eso basta. Es todo. Y es magnífico, y
maravilloso, y luminoso, y súper…..
Que las mejores Navidades del
mundo seáis vosotros, seamos nosotros siempre, Dioses encarnados, Corazones
limpios, Seres de Luz de belleza infinita, Hijos y padres de Dios a la vez.
Somos UNO. Mucha felicidad para todos, sin límite ni medida.
En servicio y con Amor.
Domingo Díaz.
P.D.: Y una vez abierto el
corazón, a seguir así para siempre, que el Amor no tiene fecha de caducidad.