Queremos libros, no bombas
Amy Goodman, Democracy Now
Sección:Instituciones militares
Lunes 30 de noviembre de 2009
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La semana
pasada, los campus universitarios de California se vieron conmocionados
por varias protestas, provocadas por el gran aumento de la cuota
estudiantil aprobado por el Directorio de Regentes de la Universidad de
California. Luego de un año en el que hubo una serie de recortes
presupuestarios, despidos y licencias obligatorias de docentes y
funcionarios y la eliminación de departamentos académicos enteros, el
32 por ciento de aumento de la matrícula fue el disparador de acciones
a nivel estatal a una escala sin precedentes. Ante el inminente anuncio
de la nueva estrategia del Presidente Barack Obama en la guerra de
Afganistán –que, según información filtrada, incluirá un aumento de
35.000 soldados- muchos se sienten indignados de que se estén
realizando recortes en el presupuesto educativo mientras se aumenta el
presupuetso militar, y eso está ayudando a construir un movimiento.
Mientras viajaba por California la semana pasada en una
gira de presentación de un libro, me encontré, casualmente, en medio de
la votación de los regentes y de las protestas en los campus. En las
sedes de la Universidad de California en Berkeley, Santa Cruz, Santa
Bárbara, Los Ángeles, Cal State Fresno, Davis y Cal State Chico, los
estudiantes me contaron cómo el aumento de la cuota va a privarlos de
seguir estudiando. En el marco de la protesta, los estudiantes ocuparon
las instalaciones de sus universidades y realizaron marchas y clases
públicas. En la sede de Davis, varias jóvenes, que se encuentran entre
las 52 personas que fueron arrestadas allí, me contaron cómo habían
sido atacadas por la policía del campus, que les disparó con pistolas
Taser. Los estudiantes de esa universidad también protestaron contra el
cierre de las bibliotecas los sábados. Se presentaron en la casa que la
universidad le proporciona al rector, para estudiar allí porque la
biblioteca estaba cerrada. En lugar de provocar un enfrentamiento que
probablemente hubiera terminado con acción policial y arrestos, el
rector les permitió entrar a su casa para que pudieran estudiar.
Blanca Misse, una estudiante egresada de UC Berkeley y
miembro de la organización Fuerza de Acción de Trabajadores y
Estudiantes (SWAT, por sus siglas en inglés), fue una de las
organizadoras de las protestas. Blanca me dijo: “Estamos en huelga
porque nos importa mucho la educación pública y nos importa que haya
otro tipo de educación pública, quizá, una diferente de las que ellos
ofrecen, una educación pública verdadera, que no siga el modelo
empresarial”.
Laura Nader (la hermana de Ralph Nader) es profesora de
antropología sociocultural en la Universidad de California, sede
Berkeley, donde ha enseñado durante casi 50 años. Este año fue
co-autora de una medida aprobada por el Consejo del Claustro Docente de
la universidad, que solicita que el programa de atletismo de la
institución sea autosustentable y deje de recibir subsidios de las
cuotas estudiantiles. Laura es crítica del creciente poder que las
empresas como BP y Novartis tienen en las universidades, y tiene una
larga trayectoria personal de lucha por la educación pública. Da clases
de educación general que atraen a cientos de estudiantes, a las que
considera fundamentales porque, afirma, dado que hoy en día lo que se
les enseñan a los estudiantes es a rendir exámenes, “son muy buenos
eligiendo respuestas en pruebas de múltiple opción, pero no saben nada
de Hiroshima y Nagasaki”. El enfoque en estas cuestiones básicas
refleja su preocupación por el ataque a la educación pública en su
país: “No es algo que acaba de suceder, y no es algo que no fue
planificado”, me dijo. “Hay mucha gente que realmente adhiere al modelo
de que esto no debería ser un bien público. Y si seguimos por este
camino habrá un sistema de dos clases: quienes vayan a la universidad
serán quienes puedan pagarla, y quienes no, será la clase media”.
El eje principal del movimiento es una fuerte coalición
que incluye estudiantes, empleados y docentes. Bob Samuels es
presidente de la Federación de Docentes Estadounidenses de la
Universidad de California (UC-AFT, por sus siglas en inglés), el gremio
que representa a los profesores y a los bibliotecarios de la
Universidad de California que no integran el claustro docente de la
universidad. A pesar de que California afronta una seria crisis
presupuestaria, Samuels me dijo que la universidad estatal de
California tiene fondos más que suficientes: “No es necesario que se
aumente las cuotas a los estudiantes. No tiene que despedir docentes.
No tiene que eliminar cursos. Están hablando de eliminar las
asignaturas secundarias y las principales. Están hablando de pasar las
clases a Internet. Están tomando estas medidas drásticas. Y lo que
vemos es que básicamente son los estudiantes no graduados quienes
subsidian la investigación, están subsidiando a los administradores,
están subsidiando cosas que no tienen nada que ver con su formación de
grado”.
Durante el gobierno de Bush, el reclutamiento militar
fue el más bajo de la historia. Ahora, luego de la crisis económica de
fines de 2008, los reclutadores no están teniendo problemas. El
Presidente Obama parece estar comprometido a aumentar la magnitud, y
por consiguiente necesariamente la duración, de la guerra y ocupación
en Afganistán. Una de las profesoras universitarias más reconocidas de
California, Anaya Roy de la Universidad de California-Berkeley, ofrece
un análisis que Obama debería considerar: “En este contexto de
desigualdad, no se necesitan instrumentos radicales de redistribución.
Uno tan solo necesita algunas cosas, como educación pública decente o
tener acceso a asistencia médica o algún otro tipo de propuesta
razonable que le ponga un freno a este enorme gasto en la guerra".
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2009 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Fuente original: http://www.democracynow.org/es/blog/2009/11/25/queremos_libros_no_bombas
Amy Goodman es la presentadora de “Democracy Now!”, un
noticiero internacional diario de una hora que se emite en más de 550
emisoras de radio y televisión en inglés y en 250 emisoras en español.
Es coautora del libro “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in
Extraordinary Times,” recientemente publicado en edición de bolsillo.
Tomado de Rebelión y http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article4363
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