El
ansia
El discípulo le
preguntó al maestro:
-Maestro, ¿cómo
puedo percibir la Mente Única?
-Acompáñame -dijo
el maestro, y condujo al discípulo hasta un lago próximo. Allí le agarró la
cabeza y se la sujetó debajo del agua. Cuando finalmente pudo, sacarla, ya al
borde del desmayo, el maestro preguntó:
-¿Qué has sentido?
-Una extraordinaria necesidad y ansia de aire.
-Cuando tengas esa
misma ansia de Mente Universal -repuso el maestro-, podrás percibir la Mente
Universal. |