Si
podéis funcionar como si no tuvierais problemas,
¡descubriréis que no tenéis ningún problema!
Porque todos los problemas son ilusorios... se
cree en ellos, por eso están
presentes.
Es auto-hipnosis: vais
repitiendo un problema... que sois de esta
manera, que sois inadecuados e incapaces. Lo
repetís y se convierte en un mantra, que va
penetrando en vuestro corazón y se convierte en
una realidad.
Simplemente intentad
funcionar como si no tuvierais problemas, y de
pronto veréis que poseéis una cualidad
totalmente diferente: ¡no tenéis ningún
problema!
Entonces depende de
vosotros si recuperáis otra vez los problemas o
los dejáis para siempre. Un problema se puede
dejar con suma facilidad si entendéis que sois
vosotros los que lo mantenéis, y no el problema
a vosotros.
Pero no podemos vivir sin
problemas, así que no dejamos de crearlos.
Sin problemas uno se siente tan solo... no queda
nada por hacer. ¿Qué podemos hacer? Con el
problema os sentís muy felices... hay que hacer
algo al respecto y debéis pensar en ello; os
brinda una ocupación.
Esta
continua idea de que sois inadecuados e
incapaces, que sois esto y aquello, también es
un acto básicamente muy egoísta. Queréis ser muy
adecuados, pero ¿por qué? Queréis ser
tremendamente capaces, pero ¿por qué? ¿Por qué
no podéis estar satisfechos con todas las
insuficiencias y limitaciones que hay? En
cuanto las aceptéis, veréis que empezáis a fluir
con más
facilidad.