¿Por qué estás
corriendo, puede preguntarte alguien en una forma
amistosa? ¿Por qué saliste precipitadamente de tu casa
esta mañana, como si te estuviese persiguiendo un tigre?
¿Por qué has estado corriendo el día entero como un
neurótico saltamontes? ¿Por qué embestiste las
plataformas del subterráneo como si fueras de la
caballería?
¿Qué sentido
tiene retorcerse con impaciencia cuando no escuchas la
voz de la operadora telefónica en los primeros tres
segundos? ¿Por qué algunas veces finalizas las frases
por los demás y "les sacas las palabras de la boca"?
¿Por qué arriesgas tu cuello cruzando la calle treinta
segundos antes de que la luz del semáforo esté en verde
y sea seguro? ¿Cuál es la
razón de todo esto?
Pareciera que
estás yendo hacia algún lugar -pero, ¿a dónde?
Seguramente toda esta precipitación debe tener un
objetivo lógico, pero, ¿lo tiene?
En realidad
pienso que tú descubrirás que no lo tiene. Si analizas
tus movimientos en un día entero, descubrirás que las
tres cuartas partes de tus actividades han sido
desperdiciadas. Podrías haber hecho mejor el trabajo del
día con mucho más beneficio para ti y para los demás,
con cerca del veinticinco por ciento de la energía,
silenciosa y científicamente aplicada, además de irte a
la cama con una fatiga saludable en vez de una
postración nerviosa.
¿Adónde estás
yendo? Bien, no sé tú, pero sé exactamente hacia dónde
está yendo la mayoría de la gente, hacia el cementerio.
Sabemos que a menos que nos regeneremos, algún día
moriremos. Ahora, la gente que se está regenerando, no
se apresura, porque parte del tratamiento de
regeneración es cultivar el equilibrio, la calma y la
paciencia. Por lo que, todo apuro y el pisotear a otras
personas, sólo con el fin de llegar al cementerio,
parece difícil que valga la pena. ¿No es cierto? Camina
por cualquier calle repleta y estudia la multitud
apurada y agitada, y nota que todos están yendo apurados
hacia algún lugar; hacia la tumba. Por supuesto, la ruta
será un circuito y ellos darán vueltas en círculos miles
de kilómetros primero, y esa es la meta hacia la cual
ellos están corriendo.
En la entrada de
un gran cementerio cerca de ciudad, hay un cartel que
dice con inconsciente ironía: "Mano única". Ahora, ¿es
bueno desgastarte a ti mismo, debilitar tu salud y
alejar de tu vida todo el gozo, solo para marcharte y
ser enterrado? Tómalo con calma. Disfruta la vida
razonablemente mientras avanzas. Tú estás verdaderamente
en la eternidad ahora, y en la eternidad ningún sabio se
apura. Dios no nos quiere muertos. Somos nosotros
quienes nos matamos con el apuro y la
preocupación.
Si entendieras
las Leyes de Dios y las aplicaras, podrías vivir largas
vidas sobre esta tierra con una fuerte y vigorosa salud
y luego, cuando ya no hubiera nada más que aprender
aquí, trascenderías conscientemente. Algún día la raza
aprenderá esto. Mientras tanto, tómalo con calma y
confía en
Dios. |